El teatro romano más antiguo de Europa, en Palermo


Mi amiga querida, la artista Rosa Brun, recuerda 

Con el tema de la pérdida de memoria le pedí a mi artista y amiga muy querida que me contara sobre nuestra relación y encuentros. Aquí va. Conocí a Rosa Brun en 2013, ya hace poco más de 10 años, cuando visité la exhibición en el MACBA, Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires, titulada A Global Exchange Geometric Abstraction Science 1950 que reunía a 50 artistas del mundo, entre ellos Günther Förg, Sarah Morris, Marta Minujín, Gordon Matta Clark. Dice Rosa lo siguiente: El cuadro que yo tenía era Ensa, de 5.50 metros, desplegaba un color inmenso en amarillos y rosas pálidos. Tú estabas haciendo un viaje visitando museos, venías de Nueva York. Ahí en BA conociste mi obra, querías saber quién era yo y contactaste conmigo por mail para ver si hacíamos algún proyecto. 


Presentamos una exposición que se inauguró el 31 de agosto del 2013, de cuadros de formato grande, se encontraban Dorado y Margab, ambos en azul. Fue en la galería de la San Miguel. Después hicimos Zona Maco en febrero del 3 al 7 de febrero de 2016, la obra Obión con una escultura y otra de pared, la relación que se establecía era maravillosa. El stand era de lujo con los otros artistas, Carlos Aguirre y José Bedia. Viví la experiencia de las cenas, comidas, la invitación que me hiciste a tu casa. Fuiste luego a la feria de Chicago que era el 22 – 25 de septiembre del 2016, llevaste una escultura grande mía y varias obras pequeñas que se vendieron. La experiencia magnífica también, conocí a tu amiga Annette Seagraves y luego el Lago Michigan, todo lo que suponía Chicago. 

 



Aparte de las exposiciones hemos hecho viajes juntas con el interés en el arte, con Paloma Porraz fuimos a Basilea. Recuerdo cuando nos tumbamos en el verde en la Fundación Beyeler con aquel artista -bueno, entramos gracias al director que yo conocí en el tren desde Zürich a Basilea- y nos reímos muchísimo porque él se subía al árbol aquel y hacía como que se tiraba, muy divertido. También en la casa de Zürich con tus amigos, muy interesante quedarnos allá. Siempre lo recordaré con muchísimo cariño. 


También hemos vuelto a Basilea, y a la Documenta de Kassel de 2017 con Taiyana Pimentel, que estuvimos en ese airbnb que se tapó la ducha, siempre con peculiaridades que nos hacían vivir el momento y olvidarnos del arte, hacer otras cosas y divertirnos. Fuimos a la Manifiesta de Palermo, en Sicilia, esa búsqueda de la ruina a través de la misma feria y de la ciudad maravillosa, aquel teatro romano, el más antiguo de Europa. Y bueno, por aquella montaña que manejaba yo el coche y Taiyana se bajó furiosa. También aprendimos mucho. 



Rosa Brun entonces me habló del equipo extraordinario de la galería, las colaboraciones con Ricardo Ávila para hacer transportes, la aduana, etc. Y las curadurías con Nancy Mookiena. También en su momento con Covadonga Villamil, que estuvo con nosotros en la galería de San Miguel Chapultepec. Según Rosa, cuando vino a Zona Maco, nos acercamos a otras galerías con un espíritu positivo. Dice que hemos llegado al día de hoy sin perder comunicación, siempre hablándonos por teléfono, ya no desde el punto de vista artístico sino personal y muy entrañable. Añadió que admiraba en mí la capacidad de trabajo, la ilusión enorme, las ganas de vivir inmensas. Y yo estoy en esa sintonía, por eso coincido contigo, añadió. Lo que pasa es que yo quiero muchísimo a Rosa. Si voy a Arco en Madrid es en realidad por verla, por pasar tiempo juntas. Ella narra que entre ambas hay un espíritu vital que prevalece. Claro que es así y espero que siempre gocemos de nuestra amistad hermosa, inteligente, vivaz, elocuente, llena de risas, cosas positivas, vibrantes y luminosas.


 

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