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Mostrando las entradas con la etiqueta Pedro Infante

Olas que llevaron hasta la locura, concierto de flauta Beethoven Novena, dedicado a Fabricio otra vez

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Hay cangrejos, conchas y sobretodo gaviotas blancas sobre árboles en la Laguna Desde el mes de julio he estado viajando al mar, tanto añoro París y Berlín que con la COVID se convierten en arenas de la Riviera Diamante, azules Cerúleo, Zafiro y Egeo del Pacífico, arbustos de Las Brisas. Pasión de olas que llevaron hasta la locura, nostalgia de la infancia en el Atlántico. Oigo música, a veces Pedro Infante y otras sinfonías de Mahler; escribo y corrijo blogs, me pongo sábila en el pelo, cremas de Sisley en la cara, saco vajillas de porcelana y copas de cristal para la comida. Veo series de política en Netflix y cuando ya no se qué hacer vuelvo al Océano donde todo tiene sentido.  Viajes inolvidables con Esther y Hugo, Joel y Emilio. O sola yo al Revolcadero con mar, montes y cielo, uno en otro como olas que confunden realidad con magia, cómo estrellas que escriben en el pálido firmamento.  Sin embargo la ansiedad me embarga, ni la poesía ni la música pueden evitarlo, me pico ...

La cuarentena diaria, hoy la voz de Pedro Infante y las Jacarandas azules o moradas, dedicado a Ana, Mercedes y Teresita

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Las Ninfas sin círculo Pasaste a mi lado con gran indiferencia, tus ojos ni siquiera voltearon hacia mi; te vi sin que me vieras, te hablé sin que me oyeras y toda mi amargura se ahogó dentro de mí …La voz de Pedro Infante.  Todos los días en la mañana voy a Las Ninfas en la Tercera de Chapultepec, camino 10 minutos con las pesas en mano, salgo y regreso a mi casa. Tachito me acompaña.  Ya leí el Vendedor de Silencio de Enrique Serna, sobre el periodista brillante y corrupto Carlos Denegri, misógino, ultimado por su esposa Natalia en 1968. Lo había sacado del  Excélsior  nada menos que el incorruptible Julio Scherer, tal como Robespierre, el puro de espíritu y profesión. Fui a Gandhi y compré una novela criminal de Jorge Volpi, la verdadera historia de Florence Cassez. Al regreso quise “reposar” un rato, casi una hora, respirando, inhalando lo bueno, exhalando lo malo.  Después subí a la oficina, ya estaba Ricardo. Tachito también s...

Un día maravilloso en la era del Coronavirus, el sol brilla y hay un cielo azul, dedicado a Ricardo y Mookie

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Es un día maravilloso, el sol brilla, el cielo está azul Es un día maravilloso en la era del Coronavirus Amorcito corazón yo tengo tentación de un beso… y con esa canción de Manuel Esperón que entona Pedro Infante salgo hacia Las Ninfas. Es un día maravilloso en la era del Coronavirus, el cielo y las jacarandas azules, un sol que brilla junto con las esculturas. Entro al Sope y voy oyendo a los pájaros, el parque da las gracias, adelante dos jóvenes trotan, hacia arriba los árboles alcanzan el cielo, más y más se elevan. Camino rápido, son 10 minutos y vuelvo a ver Las Ninfas. Una vuelta. Las Ninfas gloriosas en el Sope Las veo atrás de los árboles, también veo a Jorgito y mi camioneta Honda roja. Me acerco y abro la puerta. Me espera Tachito, se hace a un lado para hacerme lugar junto a él. Querido amigo. Jorgito enciende la marcha. Vamos saliendo del Sope, hacia Las Lomas de Chapultepec, hacia mi casa. Ya veo mi casa, la puerta naranja, una obra de arte en l...