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Mostrando las entradas con la etiqueta Venecia

El Dogo y el Patriarca murieron de la Peste, Pierre Huyghe en Colección Pinault

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  Max Ernst y Cocteau con Peggy Guggenheim y yo con mi amiga Serena  Último día en Venecia. Me fijo en todo, miro. Linda Venecia, tus puentes preciosos, entramos en la tienda de los típicos papeles marble, pintura jaspeada caleidoscópica a pequeña escala en azul, púrpura, verde y toques de naranja. Compré una libreta y tarjetas. Taiyana, desatada, andaba comprando blusas y joyas de cristal Murano. Un señor por ahí con ramos de flores. Entramos en la Chiesa San Vidal a ver los violines antiquísimos en exhibición; pasamos por pared que decía Israel Genocida, Fuck Sionism, Palestina libre; luego la Chiesa Santa María del Rosario, que se celebra el 7 de octubre, día en que nací, por eso me llamo Alina Carlota Rosario de Lourdes. Ahora a la exhibición de Pierre Huyghe “Liminal”, obras nuevas y otras de los últimos 10 años de la Colección Pinault. Entre ficción y no-ficción, humanos y no-humanos ¿qué es real? Video de una coreana-animal atrapada dentro y fuera de sí misma. Una ro...

Venecia II, en Giardini pabellones de Germania y Australia

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Foreigners Everywhere, ese sentimiento de que no cabes en ningún lado  Temprano a las 10:00 a.m. estábamos en la Farmacia Italo-inglesa que consiguió Chris mi yerno. Pude dejar pagadas las píldoras de la locura que recogería a las 7 de la noche. Con Tai seguimos al Arsenal caminando, entramos por “AMEX patrocinador”, luego a Giardini , palacio de exposiciones construido en 1894-1895, con fachada neoclásica. Antes comimos en el restaurante de siempre, de la bienales anteriores, en el restaurante de Arsenale, la pasta estaba vomitiva. Yo no la comí pero Tai dejó el plato vacío. Nos gustó el Pabellón de Germania con su artista Yael Bartana , impresionantes los videos del futuro, como unos Ovnis. Y lo que quedó después de la III Guerra Mundial. Subías unas escaleras a ver los cuartos que dejaron los últimos humanos. Guerra, los europeos piensan en Guerra, tienen a Putin por ahí. El Pabellón de Australia ganó el Premio León de Oro al mejor pabellón de la Bienal de Venecia, con homen...

Venecia I. Mientras encuentro píldoras de la locura, la izquierda gay critica al capitalismo

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La vida queer se reorganiza, vajillas hermosas creadas por Erick Meyenberg  La primera noche sí pude dormir porque traía unas píldoras extra en mi bolsa. Chris mi yerno, enterado del robo de mi maleta con las píldoras de la locura, alertó a sus amigos en Venecia, ellos consiguieron la buena farmacia para que me localizaran nueva receta con las medicinas… Con esto estuve algo mejor de los nervios. Salí un rato a la Ciudad del Agua, Venecia , vanidosa y hedonista porque eres la más hermosa. Comí en Caravelle al lado del hotel Saturnia, donde me había quedado meses antes cuando estuve allá por la exposición de Betsabeé Romero. Después me encontré con Taiyana en la calle, (ella llegaba de cita de trabajo en Milán), nos cambiamos del cuarto horrible a uno mejor un poco más grande, del 307 al 201. Tai se fue a comer al Vino-Vino mientras yo entré a la Chiesa di San Moisè. Luego a la exhibición del León y el Burro al lado del Teatro de La Fenice, ya la había visto hacía unos meses. Compr...

La hermosura de la Anunciación de Tiziano me dejó sin habla

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Tintoretto trabajo solo su gran obra maestra, los lienzo de la Scuola de San Rocco  La verdad que me faltó tiempo para ver la Bienal, pienso volver en septiembre con Taiyana. Mientras algunas anotaciones. Me encantó la exhibición The Golden Legend del León y el Burro (Jacobus de Voragine). Un atardecer Jerónimo estaba en el monasterio cuando de repente un león entró cojeando. Lo saludó, le quitó todas las espinas de su pata lastimada y el león se convirtió en la mascota de los hermanos. Pronto se ocupó de vigilar al burro y acompañarlo a pastar. Un día el pobre asno fue robado por unos mercaderes, Jerónimo lo buscó sin poder encontrarlo. Pero el león sí, encontró a los ladrones. Éstos pidieron perdón por el robo que habían cometido y rogaron a Jerónimo que aceptara la mitad de su envío de aceite a cambio de su bendición.  Otra noche fuimos al Teatro Fenice (Mahler, Sinfonía n. 1), uno de los más famosos de Europa, construido en 1792. Ahí se interpretaron obras de los cuatro ...