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Mostrando las entradas con la etiqueta La Libreta de los errores

Iyengar nació pobre, tuvo malaria y tuberculosis, dedicado a las maestras Lorena y Cristina

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Cuenca y yo inauguramos la galería hace 32 años Regresé a México una madrugada de a principios de marzo y no tuve jet lag, un acierto no dormir hasta las 11 de la noche. Tachito era el más feliz, me cubrió de besos lamidos. Al día siguiente me puse a hacer blogs sobre Madrid y Portugal y fui a la doctora de la sinusitis. No sé si es un virus o una bacteria pero la verdad que me tiene muy molesta soplándome la nariz todo el tiempo. Estoy con una doctora joven Mónica Rodríguez Valero que me recomendó Vivian Rosenthal. Ya comencé a hacer yoga con Lorena Baez y Cristina Quezada, ambas súper profesoras del centro Iyengar. Este método sigue las enseñanzas del maestro B.K.S Iyengar quien nació pobre en Belur, Kamataka, India en 1918 en épocas de una epidemia de gripe. De niño sufrió malaria, tuberculosos, fiebre tifoidea y malnutrición. Se curó a partir de los 15 años cuando empezó a practicar asanas con su cuñado Krishnamacharya.  Iyengar Comenzó a enseñar yoga en Pune, la ciudad del Pa...

V. Talentosa y bella, Hilda dejó a 3 hijos, dedicado a los huérfanos, víctimas de la violencia en México

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Una pietá en el cementerio Colón, legado de la gran escultora Rita Longa  Tantas cosas terribles pasan en este país que he estado como espectador esperando que me sucedan a mí. Ya me tocó en carne propia, asesinato. Hilda, de cuarenta años, la nieta mayor, la consentida de Amelia mi nana adorada. Talentosa, muy bella, la ascendieron de puesto en Zacatecas, Estado de Zacatecas donde trabajaba. Le estorbó a alguien y mataron a Hilda. Así se resuelven las situaciones en México, sí, país violento y cruel. Los hijos de 19, 14 y 6 años, huérfanos de padre y madre, al padre le tocó la misma suerte unos años antes. Demasiada tristeza. ¿Ahora? ver qué será de los niños, que les llegue la herencia materna, un seguro de vida. El cielo está gris, de cualquier forma tenemos que seguir. Con lo simple, las caminatas, el trabajo, amigas y amigos, familia. Los esfuerzos de cada día y con estos las pequeñas alegrías que brotan del dolor. Yo sigo escuchando a Mozart, traduciendo La Libreta de los Err...

Las amigas y los amigos son una fiesta de mi corazón, dedicado a ellas y ellos

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Las flores del mal, demonio de mi alma  Ana Luisa me dijo que era “socialité” y puede que esté en lo cierto, nada mas regresé de Monterrey hace dos semanas, seguí en la fiesta. Los amigos son importantes. Llamé a Juan Garduño, arquitecto, coleccionista de arte, bohemio, viajero, gourmet, empresario, restaurantero. Diseñó la fantástica casa de los Vigil en San Luis Potosí, magnates del acero, con su río interno-externo en el Club de Golf, incorporando arte a los ventanales. Cómo recuerdo esos días en SLP colgando instalación de María José de la Macorra, esculturas de la española Rosa Brun y las persianas de Carlos Aguirre.  AGA, artista; Juan, arquitecto; yo, galerista Con Juan, su amiga la artista mexicana Ana Dubson, recién llegada de su y mi ciudad favorita, Berlín, a la que iremos el año que viene a estudiar más alemán. Porque no se acaba de aprender nunca, lengua tan difícil. Ana exhibió en mi galería de la Roma en 1994 Anaconda Visitas de un Interior. De ahí fui a ver a...

La Calle G fénix y metamorfosis, dedicado a Conchita Mendoza Menocal la favorita de Papaluis

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Papaluis pensaba que mami era demasiado malcriada  La Calle G de mis recuerdos, la gran escalera de barandales de madera oscura con el vitral atrás lleno de luz y color, el rojo principal. Papi se tiraba por ahí y gritaba ¡Whoops! La colección de platos que vestían las paredes del comedor arriba de los paneles de madera, cuando regresé 24 años después los volví a ver en el museo de la Capitanía. Las comidas familiares de los domingos, el chef Santiago, la terraza de boiserie y la puerta con las iniciales LM en bronce de oro, casa premio de arquitectura, casa donde nació mi papá Luis Menocal, casa de mis padrinos y abuelos, casa a donde siempre regreso cuando viajo a Cuba. Me siento bien ahí, en la Avenida de los Presidentes.  Todas las fotos donde aparece la casa en color naranjo claro fueron tomadas en 1982 cuando regresé a Cuba, después de 24 de años de exilio La última vez que visité estaba en total ruina, el techo verde hundido, los ladrillos carcomidos, palos salidos por...