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Mostrando las entradas de marzo, 2023

Recuerdos de Berlín, Pozo Cruz y Postdam

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Noches de música con Voltaire  Más recuerdos de Berlín. Mi artista que vive ahí es Juan Miguel Pozo Cruz, a quien le decimos Potzo . Pasó su infancia en Oriente e Isla de Pinos antes de ir a dar a la Escuela de Artes de la Universidad de La Habana. Es el famoso ISA (Instituto Superior de Arte), cuya sede es el antiguo Country Club, donde mi mamá jugaba golf todas las tardes, de soltera y recién casada. Está el cuento de que mi abuelo Papaonso le decía “no sirves para nada”, pero ella era su mayor orgullo. Pues Pozo hacía postales de las calles de La Habana y las vendía por el barrio de Catedral. Un día llegó Konrad, periodista alemán y le dijo “vámonos”. Se lo llevó a la Academia de Bellas Artes de Dusseldorf. Más adelante, en 2003, Pozo decidió quedarse en Berlín. Interesado en música formó parte del grupo Böhse Onkelz e hizo la portada del álbum Adiós. Ganó así el disco de platino.  Berlín fue para Pozo otra Habana, el Este un recuentro de lo que había huido. Conoció obras de gran

Berlín I.El destino los unió en una tienda de Unten den Linden

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Foto: Polito Martins do Canto Monstruos sin nariz ni bocas en el Museo Pankow  La Ciudad de Berlín para mí siempre ha sido un milagro, en específico Mitte , que me recuerda a El Vedado. O quizás no, pero a algo cercano al corazón. Así como cuando aterrizo en La Habana soy feliz, así igual cuando llego a la capital alemana. Hay instalaciones artísticas en gasolineras, pinturas en bardas, esculturas de personajes que cuentan historias emotivas. Es el centro histórico, ahí el Museumsinseln (Isla de los Museos), Brandenburger Tör (Puerta de Brandeburgo) y la avenida Unter den Linden , donde se encontraron mi tía abuela Margarita Johnson y Charles Lumb en 1903; el azar los situó en tienda de postales. Tuvieron un romance secreto y se fugaron a Londres en 1906. Después se casaron en St. George’s, Hanover Square, siendo único testigo el hermano de ella, Alberto Johnson. Entre 1961 y 1989 Mitte era parte del Este comunista y Checkpoint Charlie el famoso punto de control entre la ciudad dividi

Madrid III. El Mediterráneo y la belleza en el horror

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Y tantas tragedias humanas en el Caribe Martha lo ayudó cuando llegó a España en enero del 2020, como una hermana. No tenía estudio, pero en su cuarto había una mesa. “Un día vi unos guantes en una tienda, el color azul, el mar”, recuerda René Francisco Rodríguez . Hizo entonces una instalación de pinturas de 24 guantes azules. “Me vino un destello de inspiración, no sé por qué”, Dijo que estaba obsesionado con las muertes en el Mediterráneo, en Cuba también le habían marcado las huidas hacia otra orilla. Él veía en televisión las pateras en el Mediterráneo; luego encontró estadísticas de muertos que había puesto un artista en el metro. A rin Assed, 41 años, encontrado envuelto en una red en la costa de Algeciras . Esas estadísticas lo impresionaron mucho, además, otras personas que llegaron a tierra murieron después en campo de refugiados, o alguien les dio una puñalada. A otro lo detuvieron después de 7 meses de estar refugiado en la ciudad; se lanzó desde un balcón para no volver a

Madrid II. Extraño a Colmillo, mi perrito recuperado y escapista

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El horno no ha sido apagado desde hace siglos   El primer estudio que visité en Carabanchel fue el de Javier Garcerá, artista valenciano de 56 años, casado con Julio (que no tiene nada que ver con arte) y tiene un perro llamado Metta. Éste siempre lo acompaña, – porque– dice Javier –es maestro de la atención sosegada, con su mirada silenciosa me enseña, me acoge y me ampara–. Pienso en mi Colmillo y lo extraño, mi perrito recuperado y tembloroso que es escapista. Estando yo en Madrid huyó de Casa Alpes, en Las Lomas de Chapultepec. Al fin regresó, cosa que le agradezco. Regresando al artista, dice que pinta muy lento porque “tiempo y atención son el tema y la materia prima de mi trabajo”. Las piezas son bodegones rojos y casi abstractos sobre seda roja. Originales, las miro con tranquilidad. Dejo atrás la incertidumbre de la calle, los ritmos de la feria contemporánea. Luego al museoVon Thyssen, muestra de Lucien Freud que gocé. “¿Qué le pido a una pintura?”, se pregunta el maestro, y