Hôtel de La Marina al lado del Crillon, terrazas desde donde los Jacobinos miraban la guillotina, dedicado a Teresa Carolina Ayuso
La Conciergerie, visita que disfruté pensando en la dignidad de Maria Antonieta, sus últimos días Casi diez días aquí y sigo embrujada por los recuerdos de París. ¿por dónde empezar? Quizás por el Hôtel de la Marine, edificio proyectado por el arquitecto de Luis XV de fachada neoclásica, gemelo del Hotel Crillon en Place de la Concorde, que casi nadie en México conoce. Fue el Ministerio Naval de Francia de 1789 hasta que en 2015 el Presidente Nicolás Sarkozy lo mando a restaurar y convertir en museo. Gabinetes dorados, paneles y cornisas originales limpiadas por artesanos, sala de espejos adornada con puttis (ángeles) ¡oh maravilla!, edificio que rinde homenaje a su función original de guardamuebles. Auriculares al llegar para la visita inmersiva en el tiempo. Allí el gran baile de la coronación de Napoleón; la recepción que ofreció Louis-Phillippe cuando se instaló el obelisco Luxor que provino de la antigua Tebas en 1836; también sitio de la comisión Schoelcher que abolió la esclav