Luna llena sobre el río


El Pont Neuf, irónicamente el más antiguo de la ciudad, iluminado desde el agua; arriba un cielo negro, de un lado la Samaritaine, del otro La Place Dauphine pasando por la île de la Cité. 

A lo lejos la Tour Eiffel en amarillo y la cúpula de Les Invalides…Estoy con amigos que adoro. Soy feliz en una noche de luna llena, maravillosa, sobre París. Elle chante, chante, chante, chante Chante l'amour de Paris Car la Seine est une amante Et Paris dort dans son lit. Canción de Jacqueline François sobre el tercer río más largo del país y las personas muy enamoradas. Salimos por Le Marais, barrio gay de calles adoquinadas en el centro de la ciudad, lleno de caminantes parisinos este anochecer festivo de clima sabroso. Al día siguiente entramos en La Collection Pinault cuyos edificios redondos fusionan pasado con presente en el diálogo entre arquitectura antigua y arte contemporáneo. En este museo doblemente redondo, la mirada, la reflexión y el sueño del arquitecto japonés Tadeo Ando subliman obras maestras de David Hammons, Bertrand Lavier, Urs Fischer, Marlene Dumas, Antonio Obá, Tatiana Trouvé y Pierre Huyghie. Hammons, maestro de objetos encontrados, nos entera de la condición de Afro-Americanos convirtiendo materiales ordinarios en verdades de un mundo violento y racista. Toda una sala está consagrada a las obras de este artista, ¡es cierto que Black lives Matter! Lavier por su lado encierra 24 esculturas coloridas y divertidas dentro de vitrinas de la rotonda de La Bolsa de Comercio; la modernidad en cajas. Fischer hace de sus figuras en cera, grandes figuras de velas encendidas que se van consumiendo, un tremendo reto al tiempo. Es decir a lo eterno. Difícil encontrar singular belleza, vida y muerte en París.





Angels in Uniform de Marlene Dumas son retratos como de niñas y niños en un orfanato que llevan el sufrimiento escrito en el rostro; las pinturas del brasilero Antonio Oba, muy hermosas, sobretodo la del muchacho con pelo de Pop-corn que parece ángel negro con aureola en fondo azul rey. Las esculturas de Trouvé, al estilo Duchamp, ready-mades de sillas del guardia del museo, cojín y libro en mármol. Huyghie presenta Offspring, sorprendente instalación en el sótano del edificio, es como humo de colores, vapor de agua o así me pareció. Tiene que ver con una experiencia sensorial y poética del viaje al infinito; resplandor de la imagen, sentí una emoción profunda de ser llevada irremediablemente hacia algo. 




Caminé después con Teresa Ayuso por Les Halles a la Fontaine des Innocents, construida en el nuevo estilo Renacimiento francés cuando entró el rey Enrique II a París en 1549. Es la fuente monumental más antigua de la ciudad; jóvenes de todas comunidades y orígenes, rubios, morenos y negros bailaban alrededor. Seguimos hacia Saint-Germain pasando por el museo de arte contemporáneo el Pompidou, que exhibe una colección de obras maestras de mujeres pintoras francesas e internacionales. Especialmente gozamos las de las cubanas Carmen Herrera y Zilia Sánchez con piezas de mucho color Carmen y tenue Zilia. Otras grandes figuras del neoconcretismo brasileiro, Lygia Pape y Lilia Clark presentaron pinturas-esculturas y esculturas. Carmen Herrera vivió en París entre 1949 y 1954 y fue entonces que dejó atrás la figuración; en adelante los lienzos eran de imágenes geométricas en colores contrastantes. Cuando regresó a Nueva York la galerista Rose Fried rehusó mostrar sus obras porque se trataba de una artista mujer ¿se imaginan? Hasta el 2016 Herrera brilló en una exhibición personal en el Whitney Museum of American Art. Nació en La Habana en 1915 y vive aún. De Zilia Sánchez puedo decir que hace construcciones escenográficas, tiene 92 años y vive en San Juan, Puerto Rico. Carmen y Zilia, ambas mujeres grandes y grandes mujeres. Fue muy importante para Teresa y para mí ver esta muestra del Pompidou, titulada Elles font l’abstraction porque las mujeres son mejores que los hombres en todo lo que hacen. Creadoras del Modernismo y los movimientos siguientes han sido, sin embargo, invisibles durante demasiado tiempo.




Comentarios

  1. No sabes como te agradezco tu relato; sentí estar en Paris contigo.

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  2. Leyendo tu relato sentí estar contigo en Paris, me hiciste vivirlo. Gracias.

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  3. gracias, al leerlo me haces sentir que estoy ahi contigo.

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  4. Rafael Tovar Lopez Portillo14 de agosto de 2021, 4:43 p.m.

    Me transportaste a Paris!!! Gracias por el texto y por el viaje sin avión.

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  5. Preciosa la vista de la luna sobre el Pont Neuf y la reseña de la exposición de mujeres francesas e internacionales.
    Qué miedo le tendrán los hombres a mujeres de gran estatura, para mantenerlas en la penumbra y en un silencioso balbuceo ?
    Y qué autorepresiones se habrán infringido estas mujeres para saltar tardíamente y ser “ visibles “ ?

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  6. Gracias mil. Esplendoroso reportaje. Beso. Reny

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  7. Alfredo Pérez de Mendoza14 de agosto de 2021, 4:49 p.m.

    Que hermoso escribes Nina, Gracias por incluirme en tu lista.



    Un Beso

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