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Mostrando las entradas de 2024

Biblioteca Nacional de Francia, Gloria de Dios

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Busto de Séneca, monedas griegas Pellerin, Medallones chinos, ánfora panatenaica, camafeo Julie y Colgante de María de Medici  Me quedé en recuerdos de París que ahora se me van, vuelan lejos, los veo entre nubes y niebla. Que conocí la Biblioteca Nacional de Francia, la de la rue Vivienne que es la “casa madre”, en un edificio del siglo XVII. Esta es una Gloria de Dios, Dios existe. Después de 10 años de obras se inauguró en septiembre de 2022 Richelieu , en pleno corazón del París histórico, con un nuevo jardín Vivienne diseñado por paisajistas, de plantas papyríferas que son soportes de escritura y de impresión: morera, bambú, papiro. Así, el jardín se relaciona con la Biblioteca como lugar icónico de conservación de las obras en papel. Está exactamente en el sitio donde el cardenal Mazarino (1602 – 1661), sucesor del cardenal Richelieu como Primer Ministro, ordenó crear su vergel del palacio en el siglo XVII.  Hay una enorme escalera en caracol en el lobby de entrada, llegamos a

Recuerdos de París, después

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Con Gilles Fuchs una tarde, otra con Sabine Jouve, y otra más con William Navarrete y los Atelier Morales  Después me encontraba delante de la antigua Bourse de Commerce, ¿recuerdan? El edificio que restauró Tadao Andō para albergar la colección de François Pinault, su pasión por el arte contemporáneo. Quería entrar pero no había tiempo, tenía cita con Gilles Fuchs , amigo de hace muchos años. Gilles, coleccionista y quien fue presidente de la Adiaf (Asociación para la difusión de arte francés), fundador del premio Marcel Duchamp y previamente en el medio de la alta costura y perfumería, presidente de la Casa Nina Ricci. Para allá me fui, atravesé la Seine hasta llegar a su departamento en el edificio donde vivió Rudolf Nureyev. Con su esposa de toda la vida, Marie Françoise, me recibió Gilles, habló de sus biznietos y de la casa de playa en Grass. Luego salimos a las galerías del barrio, Crèvecour , exposición de Jessi Reaves, artista americana, que me encantó. Antes de despedirme Gil

La Virgen de Guadalupe y Juan Diego en St.Germain L’Auxerrois

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Chemin de Croix en Saint Eustache, Collection Pinnault  Recordando días en París, después de la exhibición de Brancusi, claro, uno siempre toma fotos de la vista a la ciudad desde arriba del Charles Pompidou. Belleza total. Los edificios uniformes de la renovación de Hausmann , ninguno mayor a los seis pisos de altura, con sus mansardas, un París modernizado, limpio y salubre, que de cualquier forma llevó a muchos parisinos a llorar por la destrucción de sus “antiguas raíces”, el París medieval. Desde ahí veo la Tour Eiffel, Notre Dame, la Saint Sulpice. La mañana siguiente quise desayunar en Café de la Mairie, frente a la fuente de la Place Saint Sulpice, pero estaba completamente lleno. Camino hacia casa de Juan Luis y Tere, los Atelier Morales, y me encuentro con la Brasserie Vagenende , preciosa decoración Art Nouveau, ambiente Belle Époque, boiseries estilo “nouillé” (curvas arabescas) y espejos biselados. Copa de champagne y oeufs mimosa muy ricos. Por Rue de Seine vi un vestido

“No busquen formulas oscuras o misterios, yo les estoy dando pura alegría.”, Brancusi en el Pompidou

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Blancura y ligereza, formas simples y ambiguas  Constantin Brancusi (1876 – 1957) por fin, fui dos veces a esta singular exhibición en el Pompidou, las dos veces me sacaron a la hora que cerraba el museo. Yo no acababa de ver y de gozar, maravillosa exhibición, sentí vuelco en el corazón, mariposas en el estómago, pasión por la vida como arte, arte como forma de vida. Porque él es Rumano, nacido en Pestisani en 1876. Campesino, fue pastor desde los 13 años y aprendió a leer por sí mismo. Empezó a trabajar en una tienda de tallas de madera cuando un filántropo, impresionado, pagó sus estudios en la Escuela de Arte y Oficios de Craiova; siguió a  la Escuela Nacional de Bellas Artes de Bucarest. Por fin, hace 120 años, Constantin cruzó Europa a pie para llegar a París en 1904. Ahí, sus primeros años los pasó lavando platos en restaurantes o cantando en la iglesia ortodoxa rumana, además era violinista. Uno de los primeros artistas del arte moderno, coincidió con Auguste Rodín de quien f