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Olas que llevaron hasta la locura, concierto de flauta Beethoven Novena, dedicado a Fabricio otra vez

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Hay cangrejos, conchas y sobretodo gaviotas blancas sobre árboles en la Laguna Desde el mes de julio he estado viajando al mar, tanto añoro París y Berlín que con la COVID se convierten en arenas de la Riviera Diamante, azules Cerúleo, Zafiro y Egeo del Pacífico, arbustos de Las Brisas. Pasión de olas que llevaron hasta la locura, nostalgia de la infancia en el Atlántico. Oigo música, a veces Pedro Infante y otras sinfonías de Mahler; escribo y corrijo blogs, me pongo sábila en el pelo, cremas de Sisley en la cara, saco vajillas de porcelana y copas de cristal para la comida. Veo series de política en Netflix y cuando ya no se qué hacer vuelvo al Océano donde todo tiene sentido.  Viajes inolvidables con Esther y Hugo, Joel y Emilio. O sola yo al Revolcadero con mar, montes y cielo, uno en otro como olas que confunden realidad con magia, cómo estrellas que escriben en el pálido firmamento.  Sin embargo la ansiedad me embarga, ni la poesía ni la música pueden evitarlo, me pico ...

Sangre

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Hasta a don Samuel Ruiz le tocó La escena del crimen – ¡Lara!¡Lara! – era su nieto Milinko gritando –¿Estás sangrando? – todo esto de un piso a otro, ella en el tercero, desde las oficinas de su galería; él en el segundo donde estaban las habitaciones. Una escalera de caracol unía estos niveles.  –¡Claro que no estoy sangrando! – ¡Lara! ¿Está sangrando Tachito? Eran las 11:30 de la mañana, Lara estaba con el profesor de alemán y en otro escritorio Ginger, curadora de la galería. Julián, el Director, andaba fuera entregando obras de arte. Rápido Lara y Ginger salieron a la terraza a buscar al perro recuperado, grande aunque no enorme, negro y color café, siempre con una carita de preocupación. Entre las mujeres voltearon al perro de panza, lo revisaron perfectamente, luego otra vez en cuatro patas, le abrieron el hocico, buscaron en las orejas, el lomo, la cola. -¡Tachito no sangra! –gritó Lara. – ¡Baja! ¡Baja! En cuanto bajó se armó la revolución. Er...