Gritón I. Superabrazo de colores desde aquí y deja de ser celosa.

No confíes en el Santo, ya sé que me critica – ¿Ya llegaste por allá mi querido Gritón? – Apenas, tantos homenajes aquí abajo y no quise perderme ni uno. – Estoy celosa. – ¿Cómo Nina? – Yo creía que me querías tanto, ahora veo que querías a demasiadas otras personas. – ¡Jajaja! Superabrazo, desde aquí, sí, desde aquí te sigo queriendo. – Oye, conocí a Pilar, a Silvestre y a Esmeralda y a un nietecito tuyo también. – ¿Cómo los viste? – El bebé rechoncho, hermoso, rubio con cachetes color de rosa y ojos grises. ¿Quizás tú eras así? – ¡Claro! Cuéntame más. – Pues Silvestre estaba muy sensible, sus ojos aguados todo el tiempo. – ¿Adriana? – Ay, ay, cuándo me llamó no podía ni hablar. Chilla y chilla, dice que la cuidaste mucho, que la querías con locura. – Sí. Desde aquí voy a hacer una Antena para cambiar al mundo, va a tener 5 brazos, uno para Adriana, el rojo, otro para Pilar color naranja, ...