Un nuevo París mágico, la formula es arte + comercios + arquitectura. Voilá, dedicado a Juan Luis Morales
La belle époque en toda su gloria en estos edificios renovados del siglo XIX
Llegué a París y por supuesto solté el jet lag, no hay tiempo para eso en una ciudad tan hermosa como lo puede ser melancólica. Aquí estoy en la Place de la Saint-Sulpice, en el centro del 6ème, con su fuente espectacular erigida entre 1843 y 1848 por Louis Visconti quien también diseñó la tumba de Napoleón. A los lados tengo la Rue Bonaparte, Rue de Vieux-Colombier y Rue des Canettes las que recorro todos los días, siempre más de 10,000 pasos con todo y ciática en la pierna izquierda. A veces me siento sola, pero me ha servido de introspección. Me he encontrado con amigos queridos, Polito, que no había visto en seis meses cuyo cambio en poco tiempo me sorprendió; otros que con el paso de los años se volvieron más entrañables come Françoise o Teresa Carolina y mi amiga la francesa, que me decepcionó con su sonrisa tonta creyéndose “gente”.
Voy a desayunar mi Omelette de queso al Danton en Odéon, después a las compras que faltaron, regalos para Coqui y Ricardo, regresaré a leer y estar en cama pues decido no caminar demasiado hoy. Más tarde a ver a mi amigo André Citroën a quien quiero bien. El primer día en París fui a La Samaritaine Pont Neuf, un mundo Louis Vuiton totalmente desconocido no solo para mí, sino para todos. Resulta que durante los últimos 15 años habían vallas alrededor del gran almacén junto al río Sena y nadie sabía que pasaba adentro.
¡De pronto, en junio 2021 después del Covid, ha aparecido una ciudad nueva! No es una sola La Samaritaine, son varios edificios Samaritaines Art Nouveau, Art Deco, arquitectura “Hausmaniana”, moderna y muy contemporánea que la Fondation Louis Vuiton ha comprado y renovado para hacer centros comerciales al lado de la Fondation Pinault à la Bourse de Commerce; en este último el arquitecto japonés Tadao Ando intervino creando un edificio redondo dentro de otro, con espacios abiertos a un gran domo y al cielo. Algo maravilloso e inusual.
Ahí mismo en el corazón de París aparece un corredor de comercio y de arte, un lugar donde nunca termina la belleza. Entonces estos grandes magnates coleccionistas de arte, François Pinault y Bernard Arnaud, que no se quieren entre sí, integran arte a las operaciones comerciales; hay una fusión de design, moda y arte en la Samaritaine y otra de arquitectura y arte contemporáneos en la Bourse de Commerce. Si estas plazas estaban antes vacías ahora son sonoras con la bulla de los parisinos entusiasmados y felices que pasean por las escalinatas eléctricas de los edificios, que van a fisgonear el restaurante japonés decorado con esa exquisitez tan sutil de colores rosas y lilas, desde las alfombras a murales en el techo.
Los parisinos retoman su ciudad y yo soy una de los raros turistas que comenzamos a llegar. El Louvre que antes era como una isla se une a la zona inmensa de las Samaritaines, la Collection Pinault, el Pompidou, el Centro Comercial de Les Halles y pronto también se instalará la Fondation Cartier. La formula es arte + comercios + arquitectura. Voilá. En 1869 Ernest Cognacq y su esposa Marie-Louise Jaÿ comenzaron con una tienda en la rue de la Monnaie, tipo Le Bon Marché, que es otro de los grandes almacenes, después se añadieron los edificios contiguos y en 1933 Frantz Jourdain y sobretodo Henri Sauvage terminaron los 10 pisos y una superficie de 48 000 m², la belle époque en toda su gloria. Sauvage, uno de los principales arquitectos franceses de principios del siglo XX supo renovar desde el Art Nouveau al Art Deco de las Samaritaines, con rigor constructivo, osadía y calidad de los detalles. Hay cerámicas, frescos, herrería sobretodo la energía del lujo, su poder y hechizo.
Ahora el proyecto de remodelación es ambicioso, incluye hotel, comercios, oficinas y locales sociales. No sabemos cual será el devenir pues La Samaritaine es un monumento histórico que se torna multiuso, vanguardia, contemporáneo, sueño y fantasía de nuestros tiempos que también están teniendo una renovación irrefrenable.
Nos dejas con ganas de irnos ya a Paris a descubrir estas maravillas!!!
ResponderBorrarDisfruta París!!! Espero algún día pasear juntas por le quartier latin ��Bisous
ResponderBorrarNini adorada daría todo por estar comiendo ese omelette contigo y recorriendo Paris con la mujer mas guapa y sensible. Te extraño!! Disfruta tu viaje
ResponderBorrarLeí que abrieron el museo Hotel de la Marine en la Place de la Concorde, se ve espectacular! Y tiene un restaurante divino. Mil besos
Muy interesante Nina…
ResponderBorrarGracias Nina! Te leo! Muchos besos!
ResponderBorrarBuenísimo tú artículo. Gracias. Cuñada
ResponderBorrarBrava Ninooch!!!’xo ginio
ResponderBorrarBon voyage
ResponderBorrarNinita, hace una decada que no visito mi adorada ciudad luz...cuanta saudade...!!
ResponderBorrarNo pierdo la esperanza de volver alli...!!
linda reseña, gracias.
ResponderBorrarAsi mismo Nina, un Paris Nuevo esta renaciendo sobre y respetando el ancien Paris. Y Ya tu eres parte de los illustres visitantes inséparables de su glamour!!!
ResponderBorrarNina. Que extraordinaria crónica. Con tu sensibilidad y buena escritura recibiste mis experiencias parisinas y añadiste una nueva y virtual , el concepto arte y comercio de Les Samaritaines. Un abrazo.
ResponderBorrarMuy bonito tu relato ,como siempre
ResponderBorrarEstoy deseando de recorrer Paris .
Nina, que gran viajera eres! Todo lo que dices es interesante y a la vez divertido. Gracias!
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