Recuerdos de Berlín, Pozo Cruz y Postdam

Noches de música con Voltaire 

Más recuerdos de Berlín. Mi artista que vive ahí es Juan Miguel Pozo Cruz, a quien le decimos Potzo. Pasó su infancia en Oriente e Isla de Pinos antes de ir a dar a la Escuela de Artes de la Universidad de La Habana. Es el famoso ISA (Instituto Superior de Arte), cuya sede es el antiguo Country Club, donde mi mamá jugaba golf todas las tardes, de soltera y recién casada. Está el cuento de que mi abuelo Papaonso le decía “no sirves para nada”, pero ella era su mayor orgullo. Pues Pozo hacía postales de las calles de La Habana y las vendía por el barrio de Catedral. Un día llegó Konrad, periodista alemán y le dijo “vámonos”. Se lo llevó a la Academia de Bellas Artes de Dusseldorf. Más adelante, en 2003, Pozo decidió quedarse en Berlín. Interesado en música formó parte del grupo Böhse Onkelz e hizo la portada del álbum Adiós. Ganó así el disco de platino. 

Berlín fue para Pozo otra Habana, el Este un recuentro de lo que había huido. Conoció obras de gran formato de Neo Rauch, surrealistas e influenciadas por el realismo socialista y muralismo mexicano. Su obra es neo pop a la cubana, arquitectónica, de colores. Habla de política desde la Nueva Escuela de Leipzig, pintura moderna alemana en el contexto post-reunificación de Alemania de los años noventa. El espíritu de la época era el Zeitgeist, un clima cultural. Se trataba de artistas de la RDA (Alemania del Este, 1945 - 1990), que tenían en común con Pozo los dibujos animados, películas y paneles prefabricados o Plattenbau en construcciones del colectivismo socialista. Berlín se refería al pasado del artista. Lo acogió a él y más: posibilitó las piezas de arte. 

Otro día fuimos a Postdam, al palacio Sanssouci que quiere decir sin preocupaciones. Recuerdo que mi mamá hablaba de un cabaret en La Habana del mismo nombre. Le hacía competencia al Tropicana que era más de los turistas. Estaba en Arroyo Arena carretera que llevaba a Pinar del Río. Ahí el Nevada Cocktail Lounge, donde se encontraban más los cubanos. Sanssouci era el palacio de verano de Federico II el Grande, Rey de Rusia, en Postdam, cerca de Berlín. Se trata de una de las obras mas importantes del Rococó, arquitectura paisajista. Construido en 1747 según indicaciones del mismo Rey Federico, tiene un hermoso Salón de Mármol debajo de la cúpula, donde se organizaban noches de música con el filósofo francés, Voltaire. El escritor tenía el cuarto amarillo con flores y animales alegres, lleno de luz, integrado a la naturaleza. Cuando murió el Rey (1786), el palacio estuvo desocupado y descuidado hasta mediados del siglo XIX.