Las amigas y los amigos son una fiesta de mi corazón, dedicado a ellas y ellos
Las flores del mal, demonio de mi alma
Ana Luisa me dijo que era “socialité” y puede que esté en lo cierto, nada mas regresé de Monterrey hace dos semanas, seguí en la fiesta. Los amigos son importantes. Llamé a Juan Garduño, arquitecto, coleccionista de arte, bohemio, viajero, gourmet, empresario, restaurantero. Diseñó la fantástica casa de los Vigil en San Luis Potosí, magnates del acero, con su río interno-externo en el Club de Golf, incorporando arte a los ventanales. Cómo recuerdo esos días en SLP colgando instalación de María José de la Macorra, esculturas de la española Rosa Brun y las persianas de Carlos Aguirre.
Con Juan, su amiga la artista mexicana Ana Dubson, recién llegada de su y mi ciudad favorita, Berlín, a la que iremos el año que viene a estudiar más alemán. Porque no se acaba de aprender nunca, lengua tan difícil. Ana exhibió en mi galería de la Roma en 1994 Anaconda Visitas de un Interior. De ahí fui a ver a Deborah Holtz, escritora, periodista y empresaria dueña de la editorial Trilce que hace poco publicó con tanto éxito Mujer en Papel, memorias de Rita Macedo quien fuera primera mujer de Carlos Fuentes. Le llevé el manuscrito de La Libreta de los Errores y me dijo que ahondara en Cuba, año 1958. Sí, sí. Llamé al historiador y escritor Rafael Rojas del Colegio de México y en eso ando.
Los gnocchis de casa Landucci son imperdibles. Ahí fuimos las diez amigas a servirnos varias veces. Marie Thérèse, Viviana, Marusa, Kettis, Merce, toda la vida juntas y seguimos dando lata. El jardín una belleza de espejos, helechos, árboles exóticos y la extraordinaria colección de bonsáis, algunos muy antiguos. Entre amigas y amigos no he dejado de caminar. Leí que había que hacerlo diario 5 km, pero no;
con 3 basta, mirando mansiones y banquetas, plantas y entradas. Al taller de Cristina Ochoa, artista colombiana que ama las flores. Vive en nuestra ciudad desde hace diez años cuando vino al programa educativo SOMA (PES) que investiga qué, para quién y a dónde va el arte contemporáneo. Quedé prendida de Las flores del mal, sus porcelanas que refieren el poema de Charles Baudelaire; Les fleurs du mal se dévoilent
Comme les fleurs du mal Sombres démons de mon âme. Esta obra es parte del proyecto de las plantas sagradas medicinales que estudia los mitos de las sustancias psicoactivas.
Mi adorada Katiuska Saavedra se fue a una beca-residencia en Bogotá bien merecida. Artista comprometida y conceptual, fotógrafa y performista, ¡alegre y cubana! Aquí la despedimos con sus amigas colombianas y el curador y crítico de arte Santiago Espinosa de los Monteros, el Santo que a tantas vivencias me ha acompañado en Basilea, Suiza. Katiuska trabajó conmigo en la galería de la Roma, hicimos y deshicimos, reímos y lloramos, como lloró aquí, emocionada, en mi jardín de la calle Alpes. De pronto camino y camino por la Roma, por las Lomas, casas hermosas.
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