Un cumpleaños feliz en Monterrey, dedicado a Liliana Melo de Sada

Canto de un ave misterioso y la osa con los cuatro ositos en la montaña, magia de la naturaleza

Fin de semana de ensueño aunque no fue tan FIN, comenzó un miércoles en el Paseo de la Mujer Mexicana con los homenajes a Marta Tijerina de Garza Madero, Cuto Garza Lagüera de Garza, Magdalena González de Chapa y Zulema Gómez de Villaseñor, todas grandes damas regias entre los 80 y 90 años de edad, fundadoras de ANSPAC hace 50, asociación para la superación personal de mujeres, niños, jóvenes y empleados; terminó el domingo con el tuétano y quesadillas de El Jonuco. Las festejadas llevaban años apoyando a familias enteras, “porque si apuestas por una mujer ayudas a un clan”; y el restaurante ahora es famoso gracias a las recomendaciones de ¡nadie menos que Sonya Santos! En el ínterin hubieron exhibiciones de Miguel Calderón y Mario García Torres; la Subasta en el Museo MARCO; cóctel con vista a toda la ciudad desde lo alto de la montaña, casa de Alberto Fernández y Alejandra Domínguez, construida por Tadao Ando; fiesta de cumpleaños y reventón en el pool House de Mauricio Lobeira; ballet clásico Mara-vi-lloso en los jardines de Las Sabinas, casa de Yolanda Santos. Y lo mejor: el bosque, las caminatas con Liliana, la osa con sus 4 ositos… 

Conocí a la bloguera, dinámica y muy joven, rubia, delgada, vestida de azul turquesa, Mariana Rodríguez, se dice que su esposo el recién Gobernador de Nuevo León, ganó gracias a los seguidores de ella, la influencer. Mariana agradeció y felicitó a Liliana Melo de Sada por los 15 años de ANSPAC y su trabajo a favor de la mujer. Es eso a lo que se dedica Liliana con su aura de energía y pasión. A sacar a las mujeres mexicanas extraordinarias del anonimato y narrar sus historias, su vidas cuya fuerza está en lo esencial: la lucha por la supervivencia, amor, constancia; este es el valor inmenso de las vidas más sencillas. Oí a la soprano de Monterrey, Ivonne Garza, interpretar las canciones de Consuelito Velázquez y María Grever. Después Lorenia Canavati, presidenta del Festival Santa Lucía, y Liliana me llevaron a una terraza a festejar mi cumpleaños; no pude ser más feliz que con ellas, amigas tan valiosas, sobre todo queridas. Otro gran regalo, el saludo de un ave misterioso, cuando en la mañana trepé la Sierra Madre Oriental con Betty, la entrenadora. 

 

Subimos por la vereda de Los Arcángeles hacia la cabaña donde está una cascada, respiramos, nuestros sentidos se agudizaron, escuchamos los sonidos de langostitas en los árboles, que trituraban hojas; los periquitos cantaron antes de llegar a la Piedra Mágica, circulo de salud de cuarzos que había recogido Federico Sada. 

– Es un abrazo para Usted, Señora Nina, un Feliz Cumpleaños de alguien que está allá arriba y que la quiere mucho –me dijo Betty. 

Así vibramos con la energía limpia y maravillosa de la naturaleza, sentimos la magia del bosque, nos entregamos a la montaña, subimos como si nada y bajamos mejor. Sí, otro agasajo del día, la mamá osa con los ositos a la entrada de la propiedad, ella cuidando a unos, otro trepado a un árbol. La osa parecía flaquita, claro, batallando con su cría. Liliana la protege, es su vecina en la hermosa propiedad de Las Águilas, San Pedro Garza García. 

– No hace nada, aunque rompió un vitral de la casa, buscando comida – dijo y añadió – Sabes cuánto amo a los animales.