Un “Nosotros” en la Sociedad, la Empresa y la Institución para Carmen Reviriego, mujer fuera de serie
Eduardo Constantini y Simon de Pury entre los premiados; Francesca Thyssen-Bornemiza y Ximena Caraza las conferencistas
Si no existiera Carmen Reviriego habría que inventarla, dijo alguien, y sí. Pero existe, llena de energía, profesionalismo, confianza en lo que cree y sobre todo pasión por la suerte de dar. Ella, de la Fundación Callia, recién recibió la Medalla de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, por ser mecenas del arte, por ser filántropa, por ver en la Sociedad, la Empresa y la Institución, un Nosotros. ¡Bravo! Sus tres libros hablan de eso, cómo salvaguardar el arte, tarea imprescindible en España y en Iberoamérica. Amiga mía muy querida, la conocí hace años en la Ciudad de México, a través de nuestro Manolo Arango, mecenas filántropo. “Manolo ha sido para mí una guía y una inspiración”, dice ella, sensible y emocionada. Carmen tenía un departamento frente al Parque Lincoln en Polanco, adoraba su barrio, mirar por la ventana al amanecer, bajar a la calle por su café. Era entonces el año 2012 cuando presentó uno de sus libros, desde entonces supo que el país Azteca quedaba en su corazón para siempre.
Para mí la experiencia comenzó aquí en Madrid, en el auditorio del Ayuntamiento Cibeles, una mañana como todas en este viaje, lluviosa, gris, algo fría. “Sin mecenas”, empezó diciendo Carmen Reviriego, “las obras que son patrimonio del ser humano, no habrían llegado hasta nosotros”. Empresaria, escritora y productora de cine, vestida en pantsuit blanco, preciosa con su melena castaña y ojos color miel. Dio las gracias al patrocinador principal de los Premios Internacionales de Mecenazgo, JP Morgan Latinoamérica. Presentó a los premiados 2025, Simon de Pury, Eduardo Constantini, la Pollock-Krasner Foundation y a los artistas Jerónimo Elespe, Sasha Ferré, Sol Kordish, Jorge Méndez Blake, Guillermo Mora y Alexis Ralaivao. Sus obras en video de gran formato, que en la cena de gala en la Galería de las Cortes Reales, fueron subastadas a beneficio de la Colección de la Real Academia de Bellas Artes De San Fernando.
El empresario y artista alemán Polito Martens opinó que el apoyo de la Fundación Pollock-Krasner a los artistas, without ties, sin esperar nada de regreso, 40 mil dólares por año durante tres años, para hacer lo que quieran, “es algo maravilloso”. Muy interesantes también las personas que hablaron, Francesca Thyssen-Bornemiza, Simon de Pury, tan agradable y divertido y Ximena Caraza, fantástico el trabajo que está haciendo la Casa de México… los artistas muy buenos, sobre todo Alexis Ralaivao, con sus óleos de escenas cotidianas, sensuales. Fantástica la Fundación Callia que organizó el evento y premió a Eduardo Constantini por su Museo MALBA de Buenos Aires, obras del modernismo brasileiro, Tarsila de Amaral, maravillosa.
Efectivamente fue una mañana muy valiosa. Yo había pensado ir un rato nada más para poder seguir a El Prado, pero no. Nos quedamos las cuatro horas del acontecimiento. Francesca Thyssen-Bornemisza, quien estudió en Le Rosey, Suiza, igual que Joel mi marido, es aristócrata alemana-húngara, pertenece a la familia imperial de Austria, su esposo es Carlos de Habsburgo-Lorena. Simon de Pury, art dealer, escritor, curador, coleccionista, DJ y fotógrafo, es subastador suizo (casa Phillips). Ximena Caraza, la más joven, íntima amiga de mi hija Emilia, así que también una hija para mí. La vi crecer y convertirse en extrovertida y talentosa directora general de la Fundación Casa de México. Así trae lo mejor de México a España, arte, cocina, música, literatura; además valoriza a las empresas, capital mexicano, que llega a España. Guapísima nuestra Ximena, piel canela, ojos verdes.
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