Venecia IV. Somos ese montón de espejos rotos, Betsabeé Romero

La obra The Rosa Luxemburg Resistant Herbarium, lucha feminista y plantas 

Entrabas a un pabellón lleno de colores y luces, ruedas, ventiladores, figuras geométricas. No sé dónde estoy pero qué más da. Es un lugar bellísimo con piezas de gran, gran formato. Azul, amarillo y rojo brillantes. Yo tan feliz. De ahí a la inauguración del espacio de Betsabeé Romero, nuestra mexicana que conquistó en ambiente rojo. Sobre migrantes en La Línea de la frontera, sombras y familias cortadas a la mitad, cruzan y los niños por aquí, las madres por allá. Materiales reciclados, artesanales. Honrar a las manos de México, de eso se trata. Extranjeros por todos lados, borderlines, bordermirror, borderhouses, bordereverything. Nuestra propia identidad como género, como ser humano se rompe, se pone en cuestión. ¿Cómo me encuentro yo en el espejo? Las líneas nos dividen y parten. Hay frases de poesías en las paredes, la de Jorge Luis Borges: “Somos nuestra memoria, somos quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.” Otra de Rosario Castellanos, “me incliné ante un espejo y no había nadie.” Y una poesía Mapuche que habla del vacío. 

En los pisos de arriba siguen las líneas rojas y negras, rotas, zigzagueando y sin rumbo. Letreros que advierten sobre migrantes muertos o desaparecidos, que en la ruta de mar Marruecos-España mostraron un ascenso, en los últimos dos años, del 457%, de 474 a 2,170. En la Franja de Gaza el 85% de la población queda desplazada, con 30,631 muertos, la mayoría niños. Mexico – Estados Unidos, en 2022 hubo un 12% más de muertos y desaparecidos, la frontera entre los países es la ruta migratoria más peligrosa del mundo. Ucrania – Rusia, más de 10 millones de ucranianos han abandonado sus casas desde la invasión rusa, y de estos la mayor parte se refugia en Alemania, Polonia y República Checa. Más de 10,000 muertos en 2023. Politizado y hermoso el stand de Betsabeé, cerrando con une pièce de résistence de penachos en plumaje amarillo, rosa, naranja y lila. Están sus llantas y pendones grabados con motivos precolombinos y coloniales, una casa suspendida en el aire, fondo verde. Cada cuarto encierra una obra en misterio y secreto. Situación que el espectador tiene que resolver, o no. 

Después, las callejuelas de Venecia y sus iglesias. El Campo Santi Giovanni e Paolo, con pozo tallado en mármol en la plaza. Los puentes, las estatuas de grandes hombres a caballo, columnas, arcos, leones, canales. Hay un espacio-Herbarium que entreteje la práctica botánica de la teórica marxista judía alemana, Rosa Luxemburg (1871 – 1919), con temas contemporáneos de resistencia y ecología urbana. Inspirada en su herbario personal, la obra es como una continuación de lo que Rosa trabajó a lo largo de su vida. Ella creó el herbario durante su encarcelamiento para expresar la preocupación por los seres humanos y no humanos, así como su solidaridad con otras mujeres marginadas. Este gesto de resistencia se convierte en arte contemporáneo, establece genealogía entre una serie de mujeres notables y las plantas que en su mayoría florecen en la naturaleza. Originado en 2020, el proyecto abarca ciudades como Palermo, Buenos Aires, Bilbao, Valencia y La Habana, explorando la flora urbana y una mujer a otra. Por ejemplo, Toni Morrison ( 1931 – 2019), novelista negra, Premio Pulitzer 1988 y Premio Nobel de Literatura, 1993 a quien hemos leído en la clase de Literatura con la profesora Pilar Valles; Simone Weil (1909 – 1943), filósofa y activista política francesa que luchó con la Resistencia en la II Guerra Mundial; Hanna Arendt (1906 – 1975), escritora judía alemana, una de las filósofas más influyentes del siglo XX; Angela Davis (1944 - ) activista política negra, norteamericana; Lygia Clark (1920 – 1988), artista brasileña, cofundadora del Movimiento Neoconcreto, conceptual, sensorial; Simone de Beauvoir (1908 – 1986), activista feminista francesa, escribió El segundo sexo y yo presenté en mi galería las fotografías sobre esa obra, del dúo Atelier Morales.