Modernidad y naturaleza eran la clave para los impresionistas, el espíritu de la época


Impression, Soleil Levant de Claude Monet dio el titulo de Impresionistas a la exhibición de 1984 

Édouard Manet se negó a exponer con sus amigos aunque Degas mucho le rogó. Quería entrar “por la puerta principal” en el Salón (oficial) de 1873, y presentó tres cuadros al jurado. Era la época de la industrialización, la globalización y la urbanización, el mundo evolucionaba cada vez más rápidamente. Un nuevo estilo de vida urbana y burguesa aparecía con cuadros de interiores domésticos, así como vistas de la capital renovada, imágenes de actividades de ocio muy a la moda (como las carreras de caballos, y escenas de la vida moderna en el Seine. Modernidad era palabra clave. Para los impresionistas, la actualidad no era simplemente fuente de nuevos temas, sino también una nueva forma de ver la alta sociedad. Pero también en la exposición de 1874, primera de los impresionistas, Edgar Degas (1834 – 1917), captó en pocos trazos el gesto mecánico y cansancio de la joven planchando una cortina; este cuadro fue el único que representó el mundo del trabajo. 



Mientras tanto Berthe Morisot retrataba el momento de juego entre su hermana Edma y su hija mayor, en el campo de Maurecourt, pueblo cerca de París. En 1874, su cuadro fue prestado por Édouard Manet quien, al negarse a participar en la exposición, por lo menos apoyó a Morisot. Camille Pissarro (1830-1903) pintó Le Jardin de la ville, Pontoise, paisaje urbano que prefirió realizar en el campo, con elegantes habitantes de la ciudad y algunos chicos más modestos de blusas campesinas azules. Los impresionistas retrataron la naturaleza con efectos siempre cambiantes del entorno. La importancia de la pintura de paisaje para Monet, Sisley y Pissarro reflejaba también una tendencia más generalizada: el "género moderno" por excelencia en el espíritu de la época, en la que el campo estaba amenazado por la urbanización y la industrialización. 

 


Paul Cézanne (1839-1906) vivía con Pisarro en Auvers, trabajaba al aire libre con una paleta clara y luminosa. Su paisaje La Maison du pendu, Auvers-sur-Oisees fue uno de los raros éxitos del pintor antes de la década de 1890 y, según la prensa, aunque burlona, ​​uno de los “paisajes más excelentes” de la exposición. También fue una de las cinco obras de la exposición que se vendieron, adquirido por el Conde Doria por 200 francos (el salario anual de un trabajador). 

La Machine de Marly fue obra de Alfred Sisley (1839 – 1899), que vivía cerca. El artista aprovechó la sencillez de la arquitectura industrial moderna para resaltar el contraste entre el rojo del ladrillo y los azules de cielo y agua. Fue una de las obras más destacadas de 1874. El influyente crítico Ernest Chesneau vio en ella “la realización absoluta de las ambiciones del artista (impresionista) en el paisaje”. Entre 1872 y 1873 el famoso marchand Paul Durand compró 55 cuadros de este artista, era entonces como un milagro. 

Nacido en París, Claude Monet (1840 – 1926) pasó su infancia y adolescencia en Normandía, en Le Havre. Entre 1872 y 1874 pintó diez paisajes El puerto, uno de los más grandes del mundo, le resultaba familiar: su padre trabaja en el comercio internacional. En Le Havre, bateaux des pêche sortand du port se ven los barcos de pesca en la  mañana, con luz gris y nublada, que abandonan la puerta exterior bordeada por edificios más antiguos. Monet mostró este paisaje marino en la exposición de 1874, que contrastaba con el aspecto industrial de su otra vista del puerto de Le Havre Impression, Soleil Levant, de ejecución rápida y colores flamboyanes. Esta obra maravillosa que dio nombre al movimiento Impresionista era la vista desde la habitación del hotel donde se alojaba Monet el 13 de noviembre de 1872. Actualmente se conserva en el Museo Marmottan Monet de París, fue prestado al Orsay para cerrar los 150 años del Impresionismo, este, Impression, Soleil Levant, se presentó entre el 15 de abril y el 15 de mayo de 1874 por los artistas del Salón de los Rechazados, el cual tenía más éxito entre los jóvenes creadores que el Salón oficial, al mostrar obras más modernas. Acudieron 3500 visitantes a las salas que prestó el fotógrafo Nadar, y se rieron y burlaron de la pintura tan moderna que contemplaban. El crítico Louis Leroy tituló su hostil crítica en el periódico Le Charivari «Exhibición de los impresionistas», dando nombre inadvertidamente al movimiento, los hoy y en adelante famosos Impresionistas.




Comentarios

  1. Los Impresionistas!!! Fascinantes

    ResponderBorrar
  2. Excelente reseña, querida Nina. Felicidades!

    ResponderBorrar
  3. Patricia Lopéz de Couttolenc17 de junio de 2024, 12:32 p.m.

    ¡Me encanta!

    ResponderBorrar
  4. Hola Nina qué gran y documentado artículo sobre el impresionismo escribiste!

    ResponderBorrar
  5. Y gracias a ti Nina querida por enviarme tus blogs, aprendo mucho de arte contemporáneo y moderno y sobre todo del arte de vivir....❤️👍

    ResponderBorrar
  6. Gracias Nina, es como recorrer la exposición contigo <3

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

80 años de Juan Francisco Beckmann Vidal en Tequila, Jalisco, dedicado a Juan Beckmann y Doris Legorreta de Beckmann

Lupe Peñafiel nos reunió en su casa llena de arte

Gracias a las amigas y los amigos que me acompañan siempre: hay que vivir bonito