Se le aguan los ojos cuando habla de Esther, dedicado a Hugo Salinas Price

Un día de lluvia a la UNAM, el campus más bello del mundo 

Hugo Salinas Price, primo al que Joel adora, admira a China, que ha salido adelante con economía independiente. Y más a Rusia desde hace años, por el sistema político que precisamente no es una democracia; funciona según la intención de sus gobernantes, como reloj. De eso conversamos en la comida a lo alto del edificio Elektra en el sur de nuestra ciudad. Se le aguan los ojos cuando habla de Esther, amor de su vida, mujer que ha estado a su lado 60 años o más. Recuerda todo, desde la luna de miel por toda Europa en aquel Fiat Millecento, que cuando lo vendió pudo recuperar gran parte de lo que había costado. Estuvieron seis meses en el antiguo continente mientras acababan los dólares, regalo de bodas de Hugo Salinas Rocha, su papá. De regreso a México los recién casados pasaron por Estados Unidos, se habían gastado todo el dinero y la abuela en Filadelfia prestó para el taxi que los llevó al aeropuerto. 

Hugo Salinas Price fue fundador, con su padre, de Elektra, que fabricaba electrodomésticos para Salinas y Rocha fundada a su vez por los padres de Hugo Salinas Rocha y mi suegro Joel Rocha Garza. Habían empezado como fabricantes de radios, después de televisores, implementando el sistema de ventas al menudeo en abonos, como en Salinas y Rocha, hasta convertirse en empresa gigantesca de bienes de consumo, televisores, lavadoras, estufas, muebles. El relevo, su hijo, Ricardo Salinas Pliego, al frente de Grupo Salinas, uno de los más importantes de México, televisión, energía renovable, banco….Actualmente nuestro Hugo, primo de Joel, es coleccionista de monedas antiguas y de objetos de plata; es uno de los importantes partidarios de adopción de plata como reserva nacional para México. Yo lo quiero mucho, con sus tirantes para pantalones, pelo blanco, sigue siendo alto y muy guapo. 

Visité el taller de la colombiana Cristina Ochoa, amante de plantas, trabaja, pinta, dibuja, come y respira con ellas. Será una de las artistas de Gallery Weekend en la galería con flores y serpiente de porcelana debajo de la acuarela, esculturas de hojas y bebidas de marihuana. La libreta de los errores terminada y sellada enviada a Deborah Holtz, en espera de sus comentarios. Un día de lluvias con Mookie a Ciudad Universitaria, se me había olvidado su esplendor en ese campus, de los más grandes del mundo. Universidad de mayor prestigio de América Latina, activa en materia artística, tecnológica e investigación. Pública, laica, gratuita. Fundada en 1910 por Justo Sierra, “Maestro de América”, figura influyente en la historia moderna de México. La UNAM, donde no interfiere el gobierno, es la más antigua de Norteamérica. Los Premios Nobel mexicanos son todos egresados de esta casa de estudios, Alfonso García Robles, Premio Nobel de la Paz 1982; Octavio Paz, de Literatura 1999 y Mario Molina de Química 1995. 

De ahí a San Ángel Inn, la antigua Hacienda Goicoechea, construida en 1616 y recuperada en 1776. Las tierras dedicadas a la agricultura y al Pulque fueron fraccionadas en 1906 en barrio “Altavista” de veraneo para los ricos de la Ciudad de México. Pasó a ser el hotel San Ángel Inn y en 1937 “Monumento Colonial”, cuando el músico Carlos Prieto organiza ahí conciertos. Llegan los Jesuitas a convertirla en Escuelas de Arquitectura, Diseño e Historia del Arte de la Universidad Iberoamericana entre 1955 y 1961. El restaurante y sus jardines abrieron en 1963 y hasta hoy San Ángel Inn es uno de los más hermosos de la ciudad. He seguido gozando del Bosque de Chapultepec, sus malabaristas en la entrada ¡Wow!, de la familia y amigos que comen a menudo en Casa Alpes. Sí, los amigos son importantes.