Dahlias, pasta tornillo, carnes en cacerolas de piedra y un paisaje de locura, dedicado a Paloma Porraz

Gerardo Estrada celebró lo más hermoso, la amistad 

Iván trajo flores bellísimas y todo el staff de Malinalco se aprestó a colocarlas en vasijas: Dahlias rojas y dahlias blancas, aves de paraíso naranjas, alcatraces, flores moradas, azules claras, blancas, botones rojos, no sé el nombre de todas. Joël el chef, de apellido Torrijos, llega a la vida de Paloma a través de Betsabée y tiene un programa de gastronomía en TV Unam, a la conquista del sabor, que trata de lo que aportó el mundo mesoamericano a la gastronomía de Europa, Asia y África. Desde el maíz hasta las frutas, especies, milpa, insectos, aguas frescas, postres, chiles y salsas. Nos hizo delicias como la pasta tornillo con refinado porcentaje de acelgas, camarones, almejas y la ensalada de papas. Siempre con su perrita Manola en brazos vigilaba la sazón de verduras que acompañarían las carnes, también aportación de Iván, que se cocían en cacerolas de piedra traídas de Corea. Toda una producción para el cumpleaños de Paloma en Malinalco. 

 

El paisaje no terminaba más que en montañas, nubes bajas, lluvia romántica y la música que dirigía Oriana Fraser, hija del dueño de un Jardín de los Ángeles, verdadera locura con árboles ahuehuetes gigantes, podocarpos, flores salvia que son moradas, hojas de piñanona y pastos rosas, blancos, morados, unos altos como plumas. Magueyes color violeta muy hermosos. Son 4 hectáreas, un sueño que hizo Damián Fraser con el dinero que ahorraba cada mes de su sueldo siendo muy joven; reforestó toda una zona del pueblo mágico que queda a dos horas de la Ciudad de México vía La Marquesa, lo felicitamos. Con Paloma, curadora de arte contemporáneo y directora de museos y él mismo, director de Xilitla, jardín surrealista diseñado por Edward James, “el más loco de todos los surrealistas juntos” según Salvador Dalí, en zona selvática de San Luis Potosí, lograron el Jardín de tradición inglesa. 

  

 

La noche del viernes llegaron a cenar amigos de las casas locales, Paulina Rocha, editora de mirada romántica; Lolita Béistegui, directora del Papalote Museo del Niño, que dice que reabrirá; Alejandra de la Paz, directora del Franz Mayer y quien fue mi compañera de banca a principio de los años ochenta en la Ibero, donde cursamos la carrera de Historia; Oriana Tickell, “coach” y maestra en sicología positiva que se ocupa de lugares y equipos de trabajo felices, por lo pronto ella está feliz con su novio Rubén, amante de libros; Mina de Olloqui, la más simpática y bulliciosa, amiga del alma de Paloma que llegó en guagua desde Aguascalientes donde se ha dedicado a dar clases de catequesis a niños. Sophie Fraser hija de la anfitriona y CEO de Miranda Partners, empresa que asesora a clientes que hacen negocios en México;  Noemí Ontiveros, guapa pelirroja fundadora de Arte para la Ciudad y Lula Báez Mesa, directora del Sistema de Arte y Cultura de Celaya. La mesa larga para 15 personas quedó hermosa con flores y velas. Carcajadas, cantos, bromas, un poco de frivolidad siempre saludable. 

Yo dormí 10 horas las dos noches que pasé ahí con el aire puro de campo alejado de todo estrés, aire sabroso que huele a verdor. Salíamos a caminar por aquella propiedad eterna con puentes, riachuelos, piedras, troncos y bancas. El sábado llegó el Doctor Estrada con Hilda Trujillo y Constanza, todos tenemos deuda contigo querido Gerardo. Todos quienes hemos crecido a ritmo del arte contemporáneo. Tú valoraste y señalaste mi galería, la Nina Menocal, como precursora y pionera en nuestro país y así lo fue. Pero estamos hablando de Paloma. “No hay nada más hermoso que la amistad, es lo que estamos celebrando hoy “, dijo Gerardo en su speech, “no hay nada como el contacto humano”. Sí, Paloma lo sacó del encierro, de ver películas y leer y leer. Gerardo agradecido. El maestro Estrada, condecorado en Francia y España y exdirector del Instituto Nacional de Bellas Artes, actualmente coordinador de Difusión Cultural de la UNAM; su gran orgullo Constanza, la hija única que se parece a él, educada en Londres y que sale a hacer posgrados a París, y también Hilda Trujillo, la compañera inteligente y gentil quien dirigió con acierto los Museos Dolores Olmedo y Frida Kahlo.