Carmelita, corazón de Real del Monte, su último latido, dedicado a Imelda Gutiérrez su hija

 

Díaz Canel de la KGB vino a amargar el día de la Patria, AMLO eres un… 

Se fue Carmelita, una dulzura de mujer. Sí, estoy triste. Mis hijas no paraban de llorar, salieron a Real del Monte a darle la noticia a su mamá. Carmelita era mayor, su madre aún más, Anita, nana de toda una vida, tantos recuerdos. En paz, descansa en paz. Carmelita mujer tranquila, amaba el bosque, los árboles, las flores del campo, silvestres y los hongos. Creció con su abuelita quien la enamoró de la naturaleza. Suerte que tuvo, el verdor con ella, los azules del infinito y aire puro en alma pura. “Si todo fuera como eso”, decía, era fácil amar la creación, madre tierra, padre cosmos. Siempre pensó en una familia y nacieron cinco, Enrique, Ana Cecilia con el nombre de su madre; Juana en honor al hombre que amó con todo el corazón, el que a veces no la comprendía pero a quien nunca abandonó ; Daniel su hijo que se fue antes que ella, justo antes, e Imelda la artista, el apoyo de todos, luz del hogar. 


Carmelita era originaria de Mineral del Monte, estudió secretariado pero prefirió la familia y las 200 plantas que tenían nombres, las acariciaba y cada tercer tarde hablaba con ellas, eran tardes deliciosas, delicadas. Y los perros, le gustaba ayudarlos si eran abandonados; no se sentaba a la mesa sin que ellos se sintieran llenos. Mujer que trabajaba en su hogar luminoso, sentido del deber, enseñó esfuerzo, constancia, limpieza, perseverancia, rectitud, honestidad a sus hijos. “Sobre todo el perdón”, dice Imelda la más chica, “su interior feliz porque perdonaba cualquier injusticia regalando una sonrisa”. Su sonrisa serena queda siempre para mí y para todos que la gozaron. 



Su deporte favorito: caminar por los parajes de Real del Monte. No tuvo una vida fácil, dice Imelda, le tocó padecer injusticias, burlas, decisiones duras, renuncias. Pero su fuerza estaba en la paz que transmitía e inundaba a su familia. En su pensamiento: ayudar, perdonar; implícito en su sangre. “Carmelita, Carmela, la negra, madre, mami, ma, Doña Mary, abuelita, hija” así la llamábamos. María del Carmen Alvarado Jiménez, nació el 16 de julio de 1943 y murió el 14 de septiembre de 2021, día del cumpleaños de mi mami, Alina Johnson. 


Septiembre, mes de incertidumbre, un temblor que nos asustó, En cama viendo Turning point en Netflix y el candelabro empieza a ondular, todo se mueve. ¡Bajen! Grito de guerra. Tachito vamos, Tachito no se movió. En casa de Emilia la escena fue peor, ¡debajo del escritorio! Ahí se metió ella, Cocheloco se quedó tranquilo, si muero, muero feliz. Bailaban las mesas, tele, muro, piso, cortinas, cuadros. Eugenia en una torre de Santa Fe, duro, el edificio se movía y veía por la ventana a otros edificios también tambaleándose. En Acapulco the end, contó un amigo que todo volaba, los muebles con patines, adornos en añicos, cuadros a suelo, cerámicas rotas, paredes abriendo pedazos. 



A la altura de la Barranca del Muerto, alarma sísmica, alarma sísmica en la radio. No puede ser, dijo Jorgito cuando el miedo se metió en los huesos. Subió al segundo piso del periférico, lloviznaba, poco de tráfico, se empezaban a frenar los coches con sus intermitentes, se bajaron unos, se estacionaron; nos pegamos a los barandales ¡Pum! Santificado sea tu nombre, me agarré del poste del alumbrado público, unos niños chillaron ¡mamá nos vamos a morir! Me apaniqué, tronó todo, esto se va a abrir, temblando del susto, empieza a disminuir, tranquilos, tranquilos. Ya. 

 

Septiembre mes muy triste. Escribe Wendy Guerra, poeta, novelista y amiga cubana: “Le propongo un reto”, a Andrés Manuel, “15 días en Cuba viviendo como cualquier cubano, alimentándose con los víveres de la libreta, haciendo colas, sin agua, sin electricidad, medicamentos, oxígeno, transporte público”…bla, bla, bla, todos los “sin”, sin derechos humanos básicos. AMLO pendejo, perdona la mala palabra, no me gusta usarlas en mi blog. Pero que tanta basura dijiste, que si Cuba merece un premio de dignidad, bueno, los cubanos sí, ellos sí porque van a derrocar la dictadura bárbara estilo KGB del tal mequetrefe que se paseó por el Zócalo en días patrios y embarró nuestra precisa dignidad. Amén, Wendy, ya celebraremos.



Comentarios

  1. Querida Nina es indudable que tus escritos nos transportan de pensamientos profundos de la naturaleza a tus vivencias personales , Gracias por compartirlos


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  2. Bravo Nina!
    Toda la razon para Wendy y para ti, es penoso que AMLO haya recibido a un dictadorsuelo el Dia de la independencia de Mexico !

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