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Genocidio en contra de los Palestinos

Días de guerra, días de sufrimiento. Me importan los palestinos de Gaza en primer lugar porque siempre la han pasado muy mal. Y el futuro parece castigo colectivo, otra vez que se vayan de su tierra, que dejen todo, hogares, recuerdos, luchas, vidas, bueno y malo, todo. Da igual, es como una venganza. Estoy triste, sí, triste. Todo empezó con Hamas, movimiento terrorista en mi entender, por los acontecimientos del 7 de octubre (día de mi cumpleaños). Milicianos de Hamas, yihadistas, nacionalistas e islamistas, atacaron por sorpresa a Israel matando a 1,300 personas y secuestrando a 199 rehenes inocentes. Terrible y también sufro por las víctimas y sus familias. Seguro Hamas sabía que la represalia sería terrible, pero no le importó, mientras más muertos mejor. Todo es propaganda para que la gente del mundo -aunque no los Gobiernos- odien aún más a los judíos. Yo sufriendo porque este mundo extremista es una porquería. Miren a Ucrania invadida por un Putin enloquecido; Myanmar, la guerra civil que más ha durado jamás, siete décadas; Xinjiang, lucha entre grupos separatistas de la etnia uigur y el poder central de Pekín. Cuba, cada día más miserable, atrapada por el Gobierno del Dictador Díaz Canel. 

Vuelvo al conflicto actual, la guerra desigual, Israel contra Hamas/Gaza/palestinos, los primeros con armamentos de Alta Tecnología, los segundos son segundos y los palestinos terceros, cuartos o quintos, son los débiles, los abandonados de Dios. 

Durante la Primera Guerra Mundial la Declaración de Balfour (2 de noviembre de 1917) anuncia el apoyo del gobierno británico por un “hogar nacional” para el pueblo judío en Palestina que entonces no se llamaba Palestina, era la región que formaba parte del Imperio Otomano. El noble inglés Mark Sykes (1879 – 1919) Secretario del Gabinete comenzó conversaciones secretas entre Gran Bretaña y Francia, por un lado, y el liderazgo sionista por el otro, para la futura partición del Imperio Otomano. Arthur James Balfour (1848 – 1930) pidió a Rothschild y a Jaim Weizmann un proyecto, con aportaciones de judíos sionistas y antisionistas, pero sin representación de la población local en Palestina, que ahora ya se llamaba así. Esto resultó en el gran engaño Árabe-judío, engañaron a los árabes, tan sencillo como eso. Y los judíos empezaron a llegar a Palestina desde entonces y sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial con la creación del Estado de Israel en 1948. 

Con apoyo de Estados Unidos y Occidente Israel derrota a los árabes (Guerra de los Seis Días 1967) y ocupa toda Palestina sin aprobación de Naciones Unidas. Los palestinos expulsados se fueron a la franja de Gaza y llevan 50 años desposeídos. Los israelíes confiscaron sus tierras, los discriminaron e humillaron en todos sentidos y despojaron de sus derechos fundamentales. De ahí a la guerra de Desgaste, la guerra de Yom Kipur (1973), la masacre de Múnich (1972), la polémica sobre los asentamientos judíos y el estatus de Jerusalén, los acuerdos de Camp David (1978) y de Oslo (1993). 

Después de los Acuerdos de Oslo entre Israel y la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) que querían encontrar solución para el conflicto entre las partes, pero no lo lograron, aparecen las Intifadas, rebeliones populares de los jóvenes palestinos de Cisjordania y Gaza contra los israelíes. En diciembre de 2017 Hamás llamó a los palestinos a comenzar una Tercera Intifada, por el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por los Estados Unidos. Ya es guerra entre extremistas fanáticos de ambos bandos judíos y palestinos. No hay solución. Mientras tanto esto es un genocidio de palestinos civiles, mujeres y niños inocentes, hospitales sin nada, ni agua ni energía. Todo supera la venganza contra los débiles, los pobres, los palestinos que solo les queda o les quedaba menos de un tercio de su propia tierra.