En Monterrey la vida es mágica y el arte, mejor

Eugenio López, mecenas que regaló 5 piezas a los empleados de la nueva fábrica JUMEX 

Para la gala del Museo MARCO de Monterrey (02.02.23) me puse el vestido rojo de encaje de Carolina Herrera; llegó Rocío a peinarme y maquillarme en casa de mi querida amiga Liliana Melo de Sada. La fiesta un éxito como todo lo que hace la directora del Museo, Taiyana Pimentel. Me senté en su mesa con el artista, Pepe Bedia y con otro de los de la Generación cubana de los Ochenta, Segundo Planes. Hacía tiempo que no lo veía. Saludé a las Regias Cristina Brittingham, ceramista apasionada; Bárbara Garza Gonda, Presidente del Comité de Adquisiciones de FEMSA Proyectos Culturales; Yolanda Santos, coleccionista de arte contemporáneo, fundadora y Presidenta del Ballet de Monterrey; Lorenia Canavati, Presidenta del Patronato del Festival Internacional de Santa Lucía y Sonya Santos, investigadora e historiadora gastronómica y Directora de la Fundación Museo Rufino Tamayo. Con todas ellas comparto aventuras en mi vida. Un show precioso y música, todo el concepto artístico a cargo del arquitecto y diseñador de interiores Mauricio Lobeira. 

Al día siguiente comenzamos en Los Sabinos con la colección de Yolanda Santos, obras importantes de Julio Galán, Wifredo Lam, Jesús Rafael Soto, Francisco Toledo, Lygia Clark, Mathias Goeritz, Tamayo, Matta, en fin, lo mejor-mejor del arte Latinoamericano ¡y un Portocarrero en su recámara! De ahí a ver el único mural de vidrio que hizo Rufino Tamayo en el Corporativo Alfa. La obra El Universo (8 x 6.8), que pinta de azul toda la bóveda, diseñada especialmente para esta. Espectacular. Luego la fiesta de Mauricio Lobeira en honor de Chilangas -Lulú Creel, Mónica Quintero, Ale Funtanet- esplendido buffet libanés. Yo he comido libanés, claro, pero en Monterrey todo es más grandioso, muchas más variedades de delicias. Seguimos al James Turrell en el Tec de Monterrey, secuencia de luces del Skyspace. Ya lo había visto en Culiacán, por lo que esta segunda vez Espíritu de Luz perdió la gracia. 

 

La noche del sábado en el Salón de los Trofeos, Liliana Melo y Liliana Sada recibieron con cariño a Eugenio López, mecenas nacional e internacional, hombre dulce y generoso, empresario brillante, amigo sobre todo. Llegó con Rossana Lerdo de Tejada, Lupe Ramos Cárdenas (a quien le digo Luparc, también compañera de locuras) y Sergio Berger, entre otros. La refulgente Consuelo Sáizar, quien fue Presidenta de CONACULTA y ahora está escribiendo su primer libro, dirigió palabras, dijo “Eugenio, tú eres México”. Sí, es cierto. Eugenio estaba en Monterrey para inaugurar la planta de JUMEX con 5 obras de arte de gran formato en los colores Jumex, blanco y azul. Árbol de varilla de Gonzalo Lebrija; manguera azul de Mario García Torres; paisaje de bosques de Jorge Méndez Blake en las escaleras, mural arquitectónico de José Dávila; jardín de Sofía Táboas, una belleza; y pared geométrica de Alejandra Laviada. 

 

 

En la noche fiesta de despedida a Eugenio que ofreció Verónica González, Presidenta del Consejo para la Cultura y las Artes (Conarte) en el Parque Fundidora. Mesas largas y flores entre gran maquinaria industrial. Una celebración emotiva con exhibición Bonding de videos seleccionados por Patricia Marshall, asesora de la Colección Jumex. Vi piezas de Ana Mendieta (la que Carlos André tiró por la ventana de un piso 35 en Manhattan), Carlos Amorales, Ale de la Puente. Bas Jan Ader y Knut Asdam mostraron la masculinidad desde puntos contrarios a los tradicionales. Los videos siempre son difíciles para mí, aunque estos en particular me gustaron. Noche de fantasía y arte, artistas, coleccionistas, amigos, no se puede pedir más.