Las aceras de mi barrio son hermosas, dedicado a Ana Luisa Lerdo de Tejada de Landucci

Los libros de los Tiempos de Coronavirus

¡Llega a nuestra acera Carolina con su equipo, Everaldo y Alfredo! 52 años juntos… 

Tengo la casa llena de flores, les canto cada día. Quisiera que se estremecieran pero no se mueven. Hola florecita, cómo estás tú hoy, eres muy bonita y yo te quiero mucho. En su belleza existe el silencio como en mi alma. Tantos días aquí que ya no los cuentos, y lo sé, lo sé, yo soy de aquellos con gran suerte. 

Ayer caminé de Auvernia a Montes Himalayas, mi barrio. Me fijé en las aceras A ver qué descubro. Jardineros que cortan la hiedra. Dos mujeres caminando susanadistancia, una paseando al perro. Los parques cerrados “por la salud de sus hijos”. ¡Ay las bugambilias! ¿cómo pueden ser tan hermosas y tan salvajes? El perro en el parque adonde no se puede entrar. Su dueño recostado en un árbol y con móvil al oído. José Luis me sigue en el Honda rojo. 

Las aceras de mi barrio

vecino recortando hiedra

Preciosos árboles sembrados en frente de mansiones. Me distraigo un poco. The Look of the Day. En lino verde citrón el vestido. La bufanda suave, vaporosa en turquesa y rosa mexicano. José Luis me recoge después de 35 minutos. Vamos a Zacatecas, mi antigua galería. Abre Jonathan, el velador que recomendé. Zacatecas ya no es mío, no debo de entrar. 

Veo muchas plantas. ¡Cómo me alegro! Subo en el elevador. Desde el cristal miro el segundo piso. Los vinílicos que fabrica Joel. El patio más hermoso de La Roma, colonial francés de la época de Don Porfirio. En Las Lomas la vida es más lenta. Dos señoras conversan en la acera, una con la maleta, me voy pa´l pueblo, Hoy es mi día, Voy a alegrar toda el alma mía, Me voy pa´l pueblo… 

Otro en bicicleta con casco en la cabeza. Bien. Un vecino barre la calle. Dos caminan juntos y alguno con su perro. Emilio también muestra The Look of the Day. Se ve muy cool con anteojos oscuros y camisón tipo “army” en verde no muy oscuro. Tachito me hiere en el brazo con sus pezuñas. Dos lindas palomas en la curva de la esquina. 

Look of the Day: Nina-Emilio-Nina y Tachito

Jardín Ana Luisa, pienso en mi amiga de ese nombre. Otras aceras con extraordinarios árboles. Detalle de los mosaicos en el puente viejo. Casas cuidadas de las Lomas, aceras relucientes. Mientras Joel oye a Sinatra yo exhibo The Look of the Day. 52 años juntos. Sí Señor. Llega a nuestra acera Carolina con su equipo, Everaldo y Alfredo! Ellos reportan la realidad, saben de la cantidad de muertos, lloran, también se emocionan porque los vecinos ayudaron a esa familia de 13 hacinados en 40 metros. 

Yo con tanto espacio en Las Lomas. Dios mío. En el escritorio de mi casa tengo dos obritas de arte que me encantan, una verdura y un tronco del árbol con niña. Siempre me recuerda a mi padre, me cantaba Yo soy el árbol conmovido y triste Tú eres la niña que mi tronco hirió Yo guardo SIEMPRE tu querido nombre, y tú ¿Qué has hecho de mi pobre flor? 

Parque Ana Luisa en Las Lomas

Entre los muchos libros leídos en Tiempos del Coronavirus: LÁttentat de Yasmina Khadra; dos Premios Alfaguara Salvar el fuego de Guillermo Arriaga y El vendedor de silencio de Enrique Serna; The old man and the sea de Hemingway, Amarres Perros de Jorge Castañeda y Pachinko de Min Jin Lee. ¿Cuántos habrá leído Peña? ¿o AMLO? Todos me han gustado, LÁttentat porque entiendo bien la situación y el dolor de los palestinos, Salvar el fuego porque no lo pude dejar ni de día ni de noche, me enamoré profundamente del bárbaro José Cuauhtémoc; The old man and the sea porque fue una delicia la re-lectura, qué amor entre el viejo y el niño y qué respeto entre el viejo y el pez. 

Amarres Perros porque conozco a mi amigo Castañeda y su sentido de humor negro, además aprendí mucha historia de México; igual con El vendedor de silencio, no solo historia del México Contemporáneo, su corrupción, también porque conocí a algunos personajes personalmente cuando yo era joven. Pachinko merece más palabras: un libro culto que repasa la historia, literatura y geografía de Corea y Japón. Describe las calles y ambientes de Osaka y Corea del Sur. La ideología y cultura de Corea del Norte así como las de Japón antes, durante y después de la II Guerra Mundial. Interesante conocer la sumisión de los coreanos ante los japoneses. A principios del siglo XX los grandes caudillos coreanos se vendieron sobretodo por haber nacido en Japón. Los coreanos sintieron el desprecio tan grande de los japoneses. Al leer este libro decidí que no me gustan los japoneses y que algún día quiero viajar a Corea del Sur. 

Mi jardín hoy

Seguí viendo aceras. Una llena de cactáceas. Mi jardín está precioso y la casa llena de flores. Escribo en la Libreta de los Errores. Aquí les va algo, solo algo… 

La recuerdo como una mujer de perspectiva, llenaba todos los espacios a donde entraba, elegante, segura de sí misma, carismática. 

Un día en Varadero ella miraba el mar “Este mar tiene perspectiva”. 

- Pero tengo miedo de que un tiburón me coma- añadió -mucho miedo. 

– Mami, no sabes como te extraño, por poquito me reúno contigo. 

– ¿Cómo Ninucha? Cuéntame que te pasó? 

– Primero dime ¿cómo estás tú? 

– Yo encantada en el cielo 

– Dímelo 

– El cielo es como el mar, impresionante la luz que se refleja. 

– ¡Ah! 

– Mi deseo fue siempre ser libre como el agua. 

Mami era la preferida entre las dos hijas de Papaonso, mi abuelo Teodoro Johnson. A cada rato se reía y decía: Cuando estoy en la Habana duermo hasta la dos de la tarde y luego me voy al Country Club y juego golf, en la noche Luigi y yo nos disfrazamos y vamos a las fiestas. 

La realidad era que mi tía Helena, su hermana, había estudiado en Ethel Walker y de ahí siguió a la universidad Smith College en Northampton, Massachusetts y se graduó como química. 

Mami decía que Tía había estudiado para impresionar a Papaonso, pero la realidad fue otra. Papaonso no la aceptó en la Droguería Johnson de calle Obispo con Chacón en La Habana Vieja porque su amante Raquel, mujer de color, era la directora de la empresa farmacéutica. 

Entonces Tía se enamoró de un gringo y se fue a vivir a Estados Unidos. No sé donde. Cuando se divorció, Papaonso le regaló un departamento en Park Avenue y la 72, ¡Grande y Fantástico! 

Venía pensando en mi mamá y su única hermana. Por sí necesito escribirlo en La libreta de los errores, mi libro. De pronto miré al cielo y me di cuenta que iba a llover. Apúrate, apúrate. Regresa a casa. Es lindo mi bario. Mientras pensaba tomaba fotos. Era un camino nuevo, seguí por la barranca.

José Luis Figueroa me sigue