Acapulco I Gracias Liliana Melo de Sada por tu generosidad y juventud


Los políticos mexicanos son peores que la mafia italiana 

En el paraíso, Acapulco, la Bahía más hermosa del mundo. Famoso en los años de 1950 cuando venían Frank Sinatra, Lana Turner, Henry Kissinger y John Gavin, el actor de cine quien llegó a embajador de los Estados Unidos en México cuando gobernó Ronald Reagan, otro actor. Los años han pasado. Ahora Acapulco sufre de Narcos y recientemente del huracán Otis. Pero todo vuelve, todo renace. Los narcos están en lo suyo, unos contra otros y no en las zonas del turismo de recursos o residenciales. Y la naturaleza, ella, hermosa, renace rápidamente. Ya hay palmas, árboles, flores, plantas y qué decir del Jardín Botánico. 


Los edificios se van restaurando poco a poco, aún falta mucho por lograr. Acapulco despierta otra vez con su mar, montañas, rocas, playas, olas que brotan a veces rápido, otras suave, sobre la arena. Y así gocé de este cielo y estas nubes, diferentes a las de mi Cuba natal pero igual de queridas, durante 17 días paradisíacos. Soy muy feliz, muy privilegiada. Gracias querida Liliana Melo de Sada por tu generosidad, cariño, hospitalidad y compañía, rodeada de tus amigas las Regias Divinas, que me acogieron con singular naturalidad. Me sentí feliz, completa y joven. 



En la mañana íbamos a caminar junto a las olas de Tres Vidas o de Playa Diamante, las sospechosas de siempre, Lili, Blanca, Consuelo y yo. Después al aqua-aerobics en la piscina de Casa Karibú. Luego Tequila Time y la comida de un Chef Juanito y otro Chef Juanito, una mejor que la otra. Siesta. Y a salir a ver amigos o quedarnos en las casas (Karibú o Kalypso) a ver películas. Algunas buenísimas como Casi el Paraíso, entre drama y comedia mexicana de 2024, remake del famoso libro de Luis Spota, de 1956, con el mismo nombre. 


Es la historia del “Conde” Ugo Conti, joven y guapo italiano, que llega a Acapulco y Ciudad de México a colarse con la alta sociedad. Se compromete con una boba y frívola hija del poderoso político que seguro era alias Hank González. De pronto se encuentra con su ex amante y quien fuera su gran amor. No sabe en el lío que se mete porque, como ella le advierte, “los políticos mexicanos son peor que la mafia italiana". Y de ahí la tragedia que no quiero contar, para que no dejen de ver esta película. Otros films que nos gustaron, El Conde de Montecristo, que ya había visto en Londres con mi querida amiga Flavia Campilli y A Mountain Between Us. La primera, una belleza de paisajes y música, drama basado en la novela de Alejandro Dumas, se estrenó en el Festival de Cine de Cannes, siendo la película francesa más cara (42.9 millones de euros) de 2024. La segunda con Kate Winslet e Idris Elba, ambos muy guapos, él moreno. La avioneta en que viajan estos desconocidos cae sobre las nevadas Montañas Rocosas, ellos y el perro del piloto sobreviven. Aventuras y romance perdidos en el frío y la desolación… 



Yo llegué a la costa un día antes que Liliana. Me recibió la eficiente y pragmática Lizzie Barrera, amiga de L y quien recuperó, en 9 meses de intensos trabajos, las dos casas Kalypso y Karibú, de los desastres de Otis. Me fui a la playa enseguida, dos perros dormían tranquilos, niños modelaban una tortuga, también en la arena. El sol empezó a esconderse sobre el mar, dejó su línea color naranja en el horizonte.




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