Rueda, rueda y rueda hasta abajo, juegos de niños


Flores divinas en la boda, la novia disciplinada 

En cuanto regresé de Washington seguí con la rutina de la Ciudad de México: los museos. Con mi amiga y artista Laurie Litowitz al MUAC, en el sur de la urbe. Francis Alÿs, el famoso artista belga que vive aquí y hace performances, como caminar por las calles con una pistola en la mano, o meterse dentro de un tornado furioso. Mi amigo crítico de arte compró hace mas de treinta años una pintura muy pequeña de Alÿs, ahorró y pagó 3,000 pesos de entonces. Cuando por fin vendió la obrita le alcanzó para adquirir una finca en Mérida, con piscina y todo. Así de importante se volvió el artista que nos ocupa. Alÿs Lleva 24 años con los Juegos de niños, videos de menores en todo el mundo jugando afuera, al aire libre. Algunos me parecieron interesantes… pero eran demasiados videos, uno se podía marear. Por fin me gustó el del niñito moreno con una llanta de su tamaño. 


Ahí va rodando la llanta por la montaña, cuando al fin llega arriba, el niño se mete adentro, bien acurrucado y rueda, rueda, rueda hasta abajo. Feliz. Para Laurie los videos son mucho más. Ella dice que tratan sobre la creatividad del ser humano y el sentido de comunidad: las dos cosas claramente universales. También le encantó que todos los juegos eran muy, muy “low tech”. Para el artista el concepto es otro. Alÿs propone que la modernización y transporte de los coches acaban con el espacio público, así como los celulares destruyen el tiempo libre. Quizás me gusta más el pensamiento de Laurie. También recordé algunos juegos de mi infancia, como el de las sillas o la naranja. 


Lejos del Muac está Artería, espacio en la Colonia Obrera, Isabel La Católica 233, donde se reúnen artistas a hacer sus obras. Siempre abierto al público. La gente entra a ver los procesos creativos y a conversar con los creadores. Está en un barrio no muy limpio. Llevé a Colmillo, mi perrito recuperado, pero no le gustó. Estaba atemorizado, como queriendo decir No me vayan a dejar aquí. Casi todas las pinturas eran de gran formato. Oscar Ratto sobre todo interesado en el sufrimiento humano que retrata con veladuras antiguas, como hacían los holandeses. Irene Dubrovsky con sus mapas de las estrellas y signos de lenguajes de antaño; Beatriz Canfield que utilizó microcemento para hacer la escultura circular; Cristina Ochoa y las plantas colgantes; Rubén Rosas de flores y colores metálicos; Noé Vázquez en blanco y negro; Néstor Quiñones, serpientes entrelazadas que en la noche caminan La Vía Láctea; y Antonio Gritón radiografiando sonidos de coches en la calle. 




La boda de Natalia Beteta en el jardín de Constituyentes decorado precioso con candelabros de cristal, cirios, plantas, flores y lámparas de bejuco colgantes. Azucenas azules o Iris morado, flor de ajo (de buena suerte), Lisianthus Fox que parece rosa verde, Lentejilla o Perejil de la tierra, y Bombi, follaje de bolitas verdes. Estas flores en las mesas que levantaron los espíritus. Gracias Regina Olivier por escogerlas. Joel y yo en la mejor table con el arquitecto Victor Legorreta y Jacinta, la artista AGA y Arturo Dubson, Marisa Madero y Bernardo Riojas. Yo con vestido de encaje negro y aplicaciones en piedritas y bordados naranja, Prada Special Edition; Emilia mi hija en Purificación García color coral y Ana Ceci, en verde limón marca Galvan London. 



Me enteré que la novia, Natalia, es picuda, tiene una agencia de marketing. Se fue de luna de miel a Japón y de regreso vivirá en Houston, donde conoció a su esposo. Según su mejor amiga, Eugenia mi nieta, “es la persona más disciplinada que existe”. Marco Beteta, su papá, es famoso curador de estilo de vida y gastronomía. Escribe guías de los mejores restaurantes de México y el mundo. Goza vivir bien cada día y vivir bonito. Coleccionista de arte contemporáneo, hace pesas y jogging, tiene casa preciosa por la Cerrada de Constituyentes y una cocinera, Erika, que yo le recomendé y que bailó toda la noche de boda. La mamá de Natalia es Ana Paula, the Beauty. 

 

Comentarios

  1. Nina, siempre es un gusto enorme verte y compartir experiencias especiales!!!

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  2. Nina, siempre es un gusto enorme verte y compartir experiencias especiales!!!

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