Se subieron en un tren de presos, y se aventaron por las ventanillas
Rosa del Amo, una belleza, aún enamorada de él
Rosa del Amo nació en 1935 durante la guerra civil española. Llegó a la Ciudad de México con su familia como refugiados republicanos españoles, después de escapar a los Nazis, campos de concentración, enfermedades en los buques y bombardeos de submarinos alemanes. Toda una aventura peligrosa. Cuenta Rosa que estando en Burdeos, durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados alemanes la obligaron, junto con su mamá y hermana menor, Luci, a subirse en un tren abarrotado de presos que no sabían a dónde iban. Llegó su papá, afuera, con unos documentos; les gritó para que se tiraran por las ventanillas. Lo hicieron, lo lograron. Después supieron que el tren iba a Auschwitz o alguno de esos campos de muerte. Efectivamente su hermana, Luz del Amo, fue muy conocida, Directora emblemática del Instituto de México en España de 1994 al 2001, promotora cultural incansable, puente entre México y España. La retrató Katy Horna (1912 – 2000) dentro de un garrafón, una foto muy famosa. Horna fue fotógrafa anarquista húngara, nacionalizada mexicana. Otra hermana fue Silvia del Amo, Doctora en Biología, académica e investigadora en la UNAM y la Universidad de Jalapa, vivía aprendiendo y colaborando con comunidades campesinas, conservando y regenerando bosques tropicales mexicanos. Además Lorenzo del Amo, ingeniero químico por la UNAM, estos últimos nacidos y formados en México.
¡Todo era maravilloso! escribe Rosa en un librito titulado Memoria de un largo Viaje. Describe la capital: Las luces nocturnas de la ciudad; las grandes avenidas; el Paseo de la Reforma; el jardín de la Alameda que decían les recordaba el Retiro… Rosa se casó con Alfredo Porraz, se conocieron cuando ella se fue a vivir del otro lado de la Zona Rosa, en la Cuauhtémoc. Él la vio pasar y quedó prendado de ella, era una belleza. Estuvieron casados más de 65 años. Políticamente eran muy diferentes. Pero se la vivieron platicando, comentando las noticias, hablando de todo. Ambos aprendieron uno del otro y crecieron a partir de las distintas perspectivas. Dice Paloma, hija de Rosa: “La conversación siempre en mi casa era muy interesante, fueron un ejemplo de tolerancia, mi papá y mi mamá siendo de dos educaciones totalmente distintas, practicaron una tolerancia increíble, una admiración, un respeto.” Añade: “Entre ellos cedieron mucho y ahora mi mamá lo extraña y sigue enamorada de él”.
Fui a casa de Rosa como invitada a sus famosas “tequileras”. Reúne en su jardín a las amigas que formaban parte del Festival del Centro Histórico y alguna o algún invitado de más. Hablamos de literatura y arte, especialmente sobre un libro que me encantó, El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince. Sobre lecciones de vida; relación padre e hijo; amor en la familia, confianza, fe; años terribles en Medellín, principio de los ochenta, cuando los paramilitares mataban a universitarios y a cualquiera, tachándolos de comunistas. Por orden expresa de la élite, hombres ricos de Colombia, terroristas, mafiosos y narcos…
La colección de arte de Rosa incluye obras de los setenta y ochenta: Miguel Ángel Alamilla, Carlos Mérida, Vicente Rojo, Brian Nissen, Manuel Felguérez. Y ¡que sorpresa! Cuando subí las escaleras me encontré una obra de gran formato del artista cubano Agustín Bejarano. Se había expuesto en mi galería en 1997 con una serie de obras, bajo el título de Marea Baja. Era la primera vez que el artista, ya muy conocido por sus grabados, pudo trabajar con lienzos, pinturas y pinceles profesionales que compró en el entonces “Distrito Federal”. Al inaugurar la muestra se habían vendido seis piezas, una de estas a Rosa Porraz. La conserva en lugar destacado de su casa.
Nina de alguna manera en la narración , se siente el ambiente íntimo de una familia apegada a la cultura y al arte
ResponderBorrarMe encanto tu relato de la Fam. Porraz . Muy queridos hace muchos años. Cariños
ResponderBorrarNina querida, Gracias, qué gran texto sobre mis padres. Me encantó!!!
ResponderBorrarMuy bonito. Me gustó sobre todo lo de la tolerancia, algo que parece imposible en el mundo de hoy…
ResponderBorrarQuerida Nina muchas gracias por tu cariñosa escritura. A mi edad volver a recordar la vida me hace feliz, como siempre lo fui. Espero verte pronto para darte un fuerte abrazo con todo mi cariño.
ResponderBorrarMuy interesante artículo, no sabía era la mamá de Paloma
ResponderBorrarCómo aprendo cosas interesantes leyéndote querida Nina !!
ResponderBorrarTambién había una familia Del Amo españoles en California que tenían una beca muy cotizada
ResponderBorrarGracias, querida. Te abrazo muy fuerte.
ResponderBorrarMi amiga del alma, la adoro!
ResponderBorrarSiempre te he dicho que que bien escribes gracias por compartir
ResponderBorrarQue buen texto Nina!!!
ResponderBorrarMe encantó tu historia, Nina querida...
ResponderBorrarQue bonito homenaje haces a la familia y a Rosa en especial , se ve preciosa en esa foto pero sigue siendo bellísima , gracias por una crónica justa y precisa!!!!!
ResponderBorrarLa disfruté muchísimo , quería que siguiera, gracias !!!!! Muchos abrazos
Gracias por esta historia. Las conocí a las dos y nunca supe todo esto.
ResponderBorrarGracias Nina muy interesante
ResponderBorrarGracias. Me encantó. Que Bien colocaste Bejarano
ResponderBorrarGracias. Nina tengo duda, todavía vive Rosa?? La mamá de Paloma? Muy padre tu relato. Gracias.
ResponderBorrarQuerida Mónica, mi madre afortunadamente sigue viva, disfrutando su vida.
BorrarNINUSH !!! Bravo por tu relato de rosa. Me apoyo muchas veces cuando tenía tanto trabajo en bellas artes en una de las galas ambas nos quedamos muchas horas. Amiga incondicional “ junto con Paloma su hija.Tiene razón Chacha, escribes muy muy bien.
ResponderBorrarNINUSH “no digo lo que no siento“ es verdad, aparte estás más guapa que nunca. El trabajo te e obedece. Perdón !!!!! Te va increíble
ResponderBorrarMe encantó!
ResponderBorrarHola Nina!
ResponderBorrarLos padres de Paloma!
Que lindo artículo!
Nina querida! Qué bonito blog escribiste sobre la mamá de Paloma! Felicidades!
ResponderBorrarQuerida Nina, te escribí hace dos
ResponderBorrarDías y creo que no te llego. Leer tu blog me hizo recordar muchas cosas de mi vida, algo muy importante a mi edad cuando la memoria la vas perdiendo. No me acuerdo que hice ayer, pero recordar mi feliz historia me hizo feliz. Muchas gracias por tu encanto y seguiremos viéndonos, todo mi cariño.
Qué historia más hermosa .. parece difícil contarla pero tiene mucha Alma y Corazón.
ResponderBorrarGracias por esta historia. Las conocí a las dos y nunca supe todo esto.
ResponderBorrarMe conmovió profundamente el blog de Nina, ¡qué testimonio de amor y de vida de las hermanas del Amo de las que eres digna heredera y de tu papá, todo un caballero!
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