Poesía en tiempo, fotografía y arquitectura
Recuerdos de un palacete de maceta arraigada en la Juárez
Rumores de la semana del arte, la exposición que curaron Paola Jasso e Issa Benítez en el palacete de maceta arraigada de la Juárez, sobre el tiempo. Reflexión sobre el interno que uno percibe en la mente y el de afuera que va corriendo y la relación entre estos. Gozamos las obras del archivo galería Espacio Paralelo y nuevas; de Javier Hinojosa esculturas modernistas pre-covid, legos con materiales encontrados que construyó con su hijo. Serie de collages de Richard Prince con fotos recortadas soft porn de los 60; anula la personalidad y luego dibuja las caras de esas chicas en referencia a los artistas, De Kooning, Picasso, Condo y Matisse. Doble apropiación de imágenes y desnudos históricos.
Melanie Smith, sus abstractos líquidos, efímeros que fluyen en tiempo lento, tiempo rápido; serie preciosa de gráficas, bajó la curva, subió la curva. Melanie las pinta en óleo y encáustica sobre tabla de madera como si fueran pinturas el siglo XIV. Hay dos momentos históricos totalmente separados y una imagen o tabla de hace 500 años que circula a toda velocidad por la red. La serie habla sobre esta idea del tiempo lento y el tiempo rápido. Pero la gente confunde las gráficas, todo mundo pregunta ¿es la curva del Covid? No, es lenguaje de posibilidades de los tiempos ¿qué pasa si dices tiempo revuelto o histórico; personal, vivido, efímero?
Se abre un abismo del tipo de tiempo concebido, una especie de inventario del tiempo.
Para el artista de Barcelona Ignasi Aballí que participará en la próxima Bienal de Venecia el devenir del tiempo se recoge en huellas que forma la luz. Las piezas de Marco Treviño refieren a la primera relación de la pintura con el tiempo, el que tarda en secarse y a partir de allí hace un tendedero o escultura hecha de pinturas. En segundo lugar las pinturas colgadas muestran el momento de la luz cuando pasa por la ventana; se ven motas de polvo que flotan en vuelo, blancas, como si abstractamente tratara de pintar la luz.
Después de las Olimpiadas había cuajado el diseño en México, Aguirre salió de la Universidad Iberoamericana y empezó a trabajar como diseñador en Design Center. Hizo etiquetas y empaques, luego audiovisuales muy básicos para diferentes compañías los que llevó al campo, mar, fábricas, hoteles y hasta al cine Robles que ahora no existe. Se vendieron y juntó dinero para irse a Europa en 1974; se entrenó como fotógrafo.
Con la pandemia Aguirre ha retomado la fotografía en el campo de San Miguel Allende. Integra la imagen con pastel, líneas a lápiz, collage, objetos y viga, misma que se utiliza en las maquetas de arquitectos. Luego hace cortes y juega con madera balsa. Utiliza cámara o celular e iluminación directa en la noche para retratar hongos, flores, abejas. Remata con delicadas líneas de arquitectura. Nada parece figurativo, los temas se disuelven en el tiempo como si se desdoblara una memoria. ¿Qué es el tiempo sino poesía? Momentos que deslumbran, llaman, sonríen, lloran. Dibujo de emociones curiosas. Felicidades Carlos por tu arte singular que me hace flotar en tu mar.
Me encanta la obra de Carlos Aguirre!
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