Delta la peor aerolínea del mundo, en las terminales paseaban los gordos de Estados Unidos

Días felices con mis hermanos y con los súper enamorados Brooke y Luis, dedicado al Grillo mi sobrino

Todo en orden. Ricardo y Mookie se quedan al mando de la galería, siempre habrá El Arte del Día. A Joel no le gusta viajar, Emilio le hace compañía, ambos son conocedores de vinos y conversan mucho sobre ello. Desgraciadamente me tocó volar por Delta, México-Atlanta, Atlanta-Washington. Ya es el día, amanecí a las 3:45 a.m. para llegar al aeropuerto y el avión tenia retraso de 4 horas, regresé a Alpes a dormir un rato más con Tachito y otra vez al Benito Juárez. Larga espera. La terminal de Atlanta es muy grande, caminamos bastante, lo que me gustó. Por las escaleras eléctricas bajamos muchos pisos, un tren a mi sala y llegué a Fridays a comer la mejor hamburguesa del mundo. Después un Brownie con helado de vainilla, demasiado dulce, tuve que caminar por los pasillos del aeropuerto aunque no logré bajar el hastío de azúcar. T.G.I. Fridays (Thank God it's Friday) es una cadena de restaurantes fundada en 1965 por empresario de Nueva York con más de 900 sucursales en el mundo. El primer bistrot abrió en la Primera Avenida y en poco tiempo el dueño, que había invertido solo 10, 000 dólares, se convirtió en multimillonario. 

Horas de espera en el Delta Sky Lounge, sobrepoblado por gringos gordos en shorts. Por fin llegué, me llevó a casa Mohamed de West Africa, cuya sonrisa y dientes blancos me parecieron encantadores. La casa en Georgetown es de 1842, muy bella tipo colonial con pisos herringbone de madera y ladrillo rojo en el patio rectangular hacia donde abren salas y comedor, con solo 4 dueños al día de hoy; el más famoso Dean Acheson, Secretario de Estado de 1949 a 1953, consejero de cuatro presidentes de Estados Unidos y principal creador de política exterior durante la Guerra Fría. Su esposa vivió aquí 66 años. Ella era artista por lo que la casa tiene gran Karma. Luis mi hermano me abrió de madrugada. Todas las mañanas desayunamos en el antiguo Martin's Tavern, Avenida Wisconsin, fundado en 1933 por el ex jugador de Grandes Ligas de Béisbol William Gloyd "Billy" Martin y donde una tarde hace 73 años el guapo Senador John F. Kennedy le propuso matrimonio a la debutante Jacqueline Lee Bouvier. También Kennedy escribió ahí su discurso inaugural. 

        

Encontré un salón al lado de Martin’s donde el dueño turco me peinó para lo que llaman el Rehearsal Dinner en Old Angler’s Inn. Vestida de Prada y del brazo de Luis a quien Mami le decía “El Lujo” por hermoso fui feliz al ver a Ilia mi hermana, Alina la sobrina divina y los novios Brooke y Luis Beruff. Conversé mucho con Tere, la nana de Luis mi sobrino y con Juani Portela, amigo de toda la vida quien estaba conmigo en 1958 cuando me estrellé y atravesé un ventanal de cristal en la casa de Tío Guillermo en Varadero. Juani vino de Paris específicamente para la boda. Fue una noche de muchos speeches donde se manifestó la generosidad y sensibilidad de Luis B. con sus amigos.

Los novios súper enamorados Brooke y Luis, ella con gran clase, de tez morena, rubia y de ojos azules; él muy cubano, lleno de alegría, vida, cariño y carcajadas. Ilia habló muy bien de su hijo “el Grillo”, compañero de pandemia en el patio de La Casita. Al día siguiente Luis Menocal y yo – es que en la familia todos se llaman Luis- volvimos a caminar por las calles de Georgetown y otra vez a Martin’s a comer early Breakfast o hamburguesa medium rare, y nuevamente a peinarme con el turco, esta vez con caireles. Llegamos al Metropolitan Club, ahora yo vestida de Carolina Herrera en azul. Los arreglos de flores en rosas, lilas y morados sencillamente preciosos. La heráldica de los novios Luis y Brooke diseñada por Happy Menocal. Era un día maravilloso, perfecto. Estuvimos felices bailando con la estupenda orquesta y sus jóvenes promotores, nada de DJ. Cenamos riquísimo en la mesa con Luis e Ilia mis hermanos y las mexicanas Mayate, Lola y Rosy. Extrañé a los que quiero y no pudieron venir.