La libreta de los errores, dedicado a mi hermano Luis Menocal III

 

Raúl Cañibano

I. Cara de Culo 

Nací en La Habana, Cuba, un domingo 7 de octubre a mediados del siglo XX, Sundays child is full of grace, había escrito mi mamá en el libro azul cielo “Your Child Year by Year”. Ella me puso “cara de fondillo” porque era una bebita con “buche” en el cachete, es decir, los tenía rellenos. “Fondillo” en Cuba no es demasiado fuerte, se traduce como el “culo” mexicano, entonces mami se reía de mí, jijiji. 

Por las fotos veo que mi moisés era elegantísimo con tira bordada, lazo grande de tafeta y cubriendo todo tela de tul. 

Según el certificado de nacimiento mis nombre son Alina Carlota que refieren a mi mamá Alina Johnson y al tío Charles Aguilera quien la tenía como hija, él y Tía Giguita no pudieron tener los propios. Tan unidos eran que los tíos vivían al lado de nuestra casa en el suburbio Country Club, no dentro del club en sí, sino que era el barrio. Se comunicaban por la reja del jardín y me mandaban a desayunar en cama con ellos desde que era bebé. 


Así durante los años de la niñez hasta que nos mudamos a Ciego de Ávila cuando yo tendría 10 años, Luis 7 y Carlos 3. Teo, mi hermano mayor, se había ido a los Estados Unidos a estudiar en Fay School, Southborough, Massaachusetts, cerca de Boston. 

A los 6 meses fui por primera vez a Varadero. Tío Charles me cargó en brazos y entramos al mar. Desde entonces me emociona el Océano, tanto Atlántico de Cuba como Pacífico de México. También desde entonces, según el libro azul de mami, me fascinan las flores. 

Tío Charles Aguilera Sánchez era propietario mayoritario de Hernández, Cagigal y Compañía, uno de los más importantes almacenes de arroz y otros víveres; además, de grandes fincas arroceras que figuraban entre los mayores clientes del Bank of Nova Scotia. Anoche soñé con él y le daba las gracias por ser su heredera entre otros. Las joyas de Tía Guigui. No, esas se las repartieron Helena Johnson Hackley e hijas Emilia May y Helena Hackley junto con tías Nina Gómez Freyre y Alina Aguilera Fariñas en Palm Beach. Nos dejaron fuera a mi hermana Ilia y a mí. Mami estaba muerta, se aprovecharon. 

Mi mami era Alina Mercedes Johnson Aguilera, había nacido en Prado 58, La Habana, creo que era la casa de Mamacita mi bisabuela, donde vivieron hasta que mi abuelo Teodoro Johnson construyó la de la Calle B entre 11 y 13 en el Vedado. Mami tenía 25 años cuando yo nací, escribió en el libro azul que ella medía 5.7 pies, pesaba 118 libras y tenía los ojos cafés. Yo la recuerdo con el pelo y ojos muy negros y los labios muy rojos. La piel de porcelana, para mí era Blanca Nieves. 


Mami estudió primaria y secundaria en el colegio alemán aunque no se graduó. Siguió al high school en Estados Unidos, Ethel Walker en Simsbury, Connecticut y salió en 1938. No fue a la universidad. Según escribió en el libro azul sus intereses especiales eran writing, riding, clothes, decorating, art and traveling. 

Mi papá, Luis Narciso Menocal Nadal, nació en Chacón 4, La Habana Vieja, tenía 28 años cuando yo llegué a la vida y trabajaba en la Droguería Johnson, propiedad de mi abuelo Teodoro, su suegro. La leyenda es que cuando anunció en su casa que se iba a casar con Alina Johnson, mis abuelos Menocal se disgustaron, dijeron que era una muchacha malcriada y engreída. Entonces mi papá contestó ¡Whoops! y se tiró por uno de los barandales de la gran escalera de mahogany de la Calle G, también en el Vedado. 

Mi abuelo Luis Narciso Menocal Fernández de Castro, su padre, le pidió que trabajara en la finca de ganado criollo, Yariguá, en Manatí, Victoria de las Tunas, Oriente. Pero como su suegro no tenía hijos hombres aceptó el trabajo en la Droguería Johnson que él suponía iba a dirigir en el futuro.

Resultó que solo aguantó unos años ahí pues quien dirigía la Droguería era Raquel, una señora de color, íntima del dueño. Después de eso mi abuelo Johnson le facilitó dinero para comprar tierras en Pinar del Río donde podría sembrar arroz. Mi otro abuelo, Menocal, lo había desheredado por el desaire. 

Papi era muy guapo y alto, media poco más de 6.4 pies, pesaba 200 libras y tenía los ojos verdes. Había estudiado primaria y secundaria en el Colegio La Salle, que por cierto quedaba justo en frente a la casa de mi mamá en la calle B entre 11 y 13, el Vedado. Siguió a Choate School y después a Yale University ambos en Connecticut, Estados Unidos, siendo el primero de una tradición familiar. Mi hermano Teo fue a Yale y también mi hija Alina Rocha Menocal. Papi fue roommate de John F. Kennedy en Choate y durante la vida del Presidente buenos amigos.

Papi siguió sus estudios en química en la Universidad de La Habana, me imagino que para poder trabajar en la fábrica farmacéutica, Droguería Johnson de mi abuelo materno. 

Los talentos especiales de papi, según escribió mi mamá, eran “cattle breeding, fishing, hunting, riding – manager of Yariguá Ranch for Menocal and Van Horne families during 6 years.”

Escalera de la Calle G

II. La finca Yariguá 

La anécdota de la familia de Sir William Cornelius Van Horne, de antepasados holandeses quienes se asentaron en Frankfort, Illinois, Estados Unidos, es que en enero de 1900 Van Horne visitó Cuba por primera vez. Entendió que los trenes de vapor necesitaban ser reorganizados, no había una línea troncal. Algunos ferrocarriles no contaban con documentos de propiedad privada. Así constituyó la Compañía de Cuba con el mismo Van Horne como presidente. El ferrocarril necesitaba acceso a los distritos comerciales en los pueblos y ciudades. No se obtuvieron estos permisos así que Van Horne simplemente detuvo la construcción, dejó sin trabajo a miles de obreros. La presión política produjo el apoyo requerido. 

Las tierras y carreteras de propiedad federal plantearon dificultades ya que la ley no permitía al gobernador militar otorgar concesiones para usar o cruzarlas. Van Horne sugirió el brillante recurso de un permiso revocable, bajo el cual el ferrocarril podría construirse aunque el permiso podría ser revocado cuando algún gobierno civil tomara el poder. 

Además, Cuba Company invirtió en desarrollos que beneficiaban a la población  y que generaban tráfico  bajo un programa de colonización ideado por él. 

En Camagüey los antiguos cuarteles de la compañía de Ferrocarriles se convirtieron en lujoso resort, el Hotel Camagüey. Cerca de allí, Van Horne estableció su hacienda y una gran granja de cría de ganado de 7,000 acres. 

Creo que esta propiedad sería nada menos que Yariguá, siendo Van Horne propietario junto con mi abuelo Luis Narciso Menocal Fernández de Castro.

Yariguá de mi infancia, con mi caballo El Ligero donde hacíamos carreras con los hijos de los campesinos para llegar al río y tirarnos al agua por una liana. 

Continurá...

Comentarios

  1. Me encantan tus historias Nina
    . Maxime tratándose de tu familia. Me hacen conocerte mejor.💕

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  2. Que hermosa era su mama,me encantó como le puso blanca nieves por sus labios rojos, fascinante blog.👍😍

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  3. Fascinante tu vida en La Habana Nina! quiero leer mas

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  4. viejos recuerdos, grandes memorias que hacen la historia de las familias Cubanas, gracias por dejarlas para el futuro

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  5. Padrísimo relato. Nina. Guapos guapos tus papás

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  6. Que bonito ninush. Te felicito

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  7. Qué lindas e interesantes historias! Marcela también nació un domingo, pero 6 de octubre, así que le voy a aplicar el dicho de tu mami.

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  8. Buenísimo. Yo estaba equivocado mi Nini, ya que creía que la finca se llamaba las Mercedes. No sabía qué Teo fue a Fay :)

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  9. Qué guapa tu mami y qué fantástico de outfit con gorro!

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  10. Nina, qué foto de la Habana y qué increíbles recuerdos de infancia.

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  11. Patricia Ortíz Monasterio5 de septiembre de 2020, 6:04 p.m.

    Nina, me encantó el relato de tu infancia! Ya quiero leer la continuación! Felicidades!

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  12. Qué buena Historia me encantó, Nina un día me invitas a ver las Fotos?
    Están Impresionantes. La Del Mar entrando a la Ciudad.
    Gracias Nina

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  13. Bravo!!! <3 <3

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  14. Gracias Nina querida.... Lo lee y comparto. Mil besos cuidate mucho

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  15. Mil gracias :) Me encantan tus historias Guapísima, el encanto de tu madre q tanto la quise <3

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  16. Ya quisiera leer todo el libro!!! Me encanta. Gracias por compartir.
    Ninfa

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  17. Si,que continue,por favor. Gracias NINA.
    Un fuerte abrazo,

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  18. Querida Nina:
    ¡Qué hermosa narrativa sobre tu familia!
    Es fascinante leerte con tus descripciones y fotografías excepcionales.
    Se siente mucho cariño de tu parte.
    Te felicito.
    Cariños,

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  19. Me fascino.... por favor escribe el libro de tu vida... de tu familia... de esa época maravillosa de cuba... danos ese regalo... y tus recuerdos de infancia... será un legado para tu familia y un regalo para tus amigos....<3 <3 <3 <3 Nosotros <3

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  20. Y olvide decir que eres igual de bella que tú madre <3 <3 <3

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  21. Nina, leo con mucho interés historias de tu niñez, tu familia y vida en Cuba y como es natural, esto despierta mis recuerdos de como tu vida, y la de tus parientes se encontró con mi vida en Cuba. Lo escribiré y te lo mandare.

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  22. Qué buen relato Nina; ojalá y pronto leamos los capítulos siguientes de esta vida tuya. Superabrazo. A. Gritón

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  23. Que buen relato Nina! Escribes rebién. Espero que pronto podamos leer aquí la continuación de esta increíble vida tuya. Superabrazo

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  24. Hola Nina , me gustaría comunicarme con usted, muy interesante la historia de su vida. Tengo algos datos que quisiera comentarle al respecto. Saludos cordiales.

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  25. Que memorias tan bonitas!! Poco se encuentra sobre la familia Johnson,me encantaría conocer más! Y de la señora Raquel también! Cada vez que busco información sobre la farmacia Johnson y de la familia aparece muy poco ! Saludos

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  26. Wow! quiero seguir leyendo!!

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