Las puertas de las mansiones son curiosas en las aceras de mi barrio, dedicado al vecino y amigo Armando Colina

Aceras rotas de mi barrio

Brahms se enamoró perdidamente de Clara Wieck, ella de Robert Schumann 

En la caminata por las aceras de mi barrio vi puertas de casas, más bien de mansiones. Algunas eran bajitas, de color café con dos faroles a los lados bajo un umbral de tejas; intuí que adentro había una escalera en espiral al aire libre. Sobre la barda de piedras un árbol tendía sus brazos. Otra puerta pequeña pero a un metro de distancia de la reja con picos negros, escalones. Letrero bajo el techo que advierte “Peligro”. Bugambilia color entre rosa y púrpura sale hacia la calle, la pared de ladrillos rojos y reja negra. En la banqueta cuatro ficus con melenas redondas. Paso de peatones todo roto, raíces y hiedra. Las aceras de mi barrio son hermosas. 

Dos ficus gemelos, Hibisco y acera rota

Con Brahms en el pensamiento y el canto de los pájaros, canciones húngaras. Viajamos atrás a 1863 cuando la capital cultural de Viena se había convertido en hogar de Johannes Brahms, era director de la Wiener Singakademie. Deleitó a su público con las primeras obras de maestros alemanes Johann Sebastian Bach, Ludwig van Beethoven y Felix Mendelssohn. Pero el corazón de Brahms sangraba por la célebre pianista. Gelibte Clara tenía el rostro ovalado, grandes ojos verdosos claros, cejas pobladas y nariz recta. No solo era belleza de mirada serena, sino también la gran concertista y pianista europea del siglo XIX de la era romántica. Clara cambió el formato y el recital de piano de virtuosismo a obras serias. Compuso conciertos para piano en solitario, música de cámara, piezas corales y canciones. 

Fue ella quien difundió la carrera y composiciones de Robert Schumann, con quien estuvo casada. Clara era hija del gran maestro Friedrich Wieck, pianista y compositor quien enseño ejercicios técnicos para piano a Robert Schumann. Este quería practicar y practicar, solo se inventó un sistema con poleas donde sus dedos no eran completamente independientes unos de otros. El método dañó una mano para siempre, Schumann nunca más volvió a tocar el piano. Entonces se convirtió en gran compositor y con Clara eran inseparables de Johannes. 

Puente colonial californiano

Las obras de Schumann eran de gran intensidad lírica (naturaleza, pasión y alegría), notable complejidad musical e íntima unión de música y texto. Sin embargo Schumann estaba enfermo, en 1833 tuvo el primer episodio depresivo melancólico que se repitió varias veces alternando con fases severas de «exaltación», ideas delirantes y paranoicas. Schumann estaba convencido de haber sido envenenado con elementos metálicos. Lo que quizás fue una combinación de trastorno bipolar y envenenamiento por mercurio en términos actuales. 

Después de un intento de suicidio en 1854 cuando se tiró al río Rin, Schumann se internó en hospital psiquiátrico cerca de Bonn. Le diagnosticaron melancolía psicótica y murió de neumonía dos años después. Tenía 46 años. Mientras tanto Brahms se llevó a Clara y a sus ocho hijos a vivir con él en un departamento de Dusseldorf. 

Eucalipto y pino

Brahms conoció a Wagner por vez primera. Interpretó para el compositor, director de orquesta y poeta alemán del romanticismo las Variaciones y fuga sobre un tema de Haendel que justo había completado el año anterior. La reunión fue amable, pero no más terminada Wagner se mal expresó de la música de Brahmns; este último, al contrario se súper interesó en la música del maestro que acababa de saludar e hizo preparativos para los conciertos en Viena del mismo. Brahms era muy generoso. 

Ante un pequeño centro comercial, el bicicletero ofrece pan dulce; oigo música que sale de Farina, restaurante italiano de mi querido amigo Juan Garduño. En la esquina una pastelería y helados que antes era Maque, los alguna vez mejores pasteles de Las Lomas. Ladrillos en forma de arcos y la casa azul añil atrás, un terreno en venta con licencia de construcción, ¡órale! la casa de los siete faroles con doble puertas, la primera de rejas. El perro con traje rojo que responde a “¡Rana!”. El florista solitario, 120 pesos el ramo. Arbusto amarillo en círculo. 

“Rana”!!! y Florista

"Querida Clara, si tocas lentamente lo que hay escrito en la otra cara de esta hoja, entenderás mejor de lo que yo pueda expresar en palabras, la ternura con la que pienso en ti…” Johannes Brahms siempre estuvo enamorado de Clara Wieck, pero esta era esposa de su gran amigo Robert Schumann. Clara a su vez estaba enamorada de la música de Brahms aunque no de él. Duele, duele, lo sabe Johannes, el más clásico de los compositores del romanticismo. 

 

Clara le respondía así: “Estas líneas son para hacerte saber cuánto me ha conmovido tu nueva sonata. La he probado en cuanto la he tenido entre las manos y me ha producido lágrimas de gozo...” Añade “Me expreso mal, lo sé, pero mi corazón late con fuerza.” Clara y Brahms se escribieron miles de cartas que mucho después decidieron destruir, algunas sobrevivieron. Eran como versos quizás de amor y de música. Johannes perdidamente enamorado de Clara y ella de su música, no de él. Mientras tanto Schumann se suicida y Clara queda con Brahms, nunca se casan, ella era 14 años mayor. 

Brahms se mantuvo fiel toda la vida al clasicismo romántico y conservador, influenciado por Wolfgang Amadeus Mozart, Franz Joseph Haydn y particularmente por Ludwig van Beethoven; fue el mayor representante del círculo conservador en la Guerra de los románticos. La discordancia era entre la estructura musical, los límites de la armonía cromática, la música programática y la música absoluta; es decir entre las ideas, escenas, estados de ánimo, imágenes en la mente del oyente y la música por ella misma, sin referencia alguna al mundo exterior

A ver si Mónica sabe qué árbol es este, como un pino muy alto, dice que a la izquierda hay un Eucalipto y al lado un Pino, efectivamente. Luego Hibiscus o hibisco color blanco, preciosa planta en el camino. Corona amarilla en un pasto, bugambilia naranja y bugambilia rosa sobre otra que no tiene flor, siempre verde. Las aceras de mi barrio están bien rotas, cuidado. Si me caigo, dice el siquiatra koreano Ruiz Chow, me rompo la cadera. De eso no te recuperas, ten mucho cuidado, advierte. Me quitó las pastillas de Lexotan, dijo que por culpa de estas me andaba cayendo por la vida. 

Ficus benjamina, ficus de hoja tirado sobre casa o castillo de ladrillos rojos y tejas verdes; puente colonial californiano y una bicicleta, atrás y hacia la barranca un tal Carlos y dos amigos fumando mota. No, no soy periodista, no se preocupen soy bloguera dije y ellos alarmados: ¿Qué es eso? ¿Pero tomaste la foto? Sí, para el blog. ¿Qué es eso? Luego me siguieron por las aceras de mi barrio, no me asusté. 

Fumando mota

Puerta chaparra de madera detrás de dos palmeras; dos ficus gemelos frente a pequeño portón negro y barda blanca; ¡ay! encontré el jardín que se llama Ana Luisa como mi amiga Analui Lerdo de Tejada. Está debajo del Super por Sierra Ventana y Monte Líbano. Arriba está la pastelería Odette, riquísimos los de guayaba. 

En junio de 1854, Brahms le dedicó su Op. 9, las Variaciones sobre un tema de Robert Schumann a su adorada Clara Wieck, quien adoraba a Robert Schumann pero no a Johannes. Johannes Brahms lloró en silencio.