Oaxaca, pavimentos y muros color glauca y el canto de un pájaro antes de la lluvia, Parte I, (dedicado a Laurie Litowitz, Nacho Toscano y Abigail Maritxu Aranda)
Protégeme le pedí con fervor ¡Protégenos!
Ahora Oaxaca fue esencia y percepción nuevas en esta visita a mi amiga Laurie. La piedra volcánica verde, los caminos de jade y muros recubiertos de reflejos glauca, verde pálidos, volvían a los corredores de mi memoria. Como si toda ella fuera naturaleza con sus edificios coloniales de cantera, el museo de arte contemporáneo MACO, la Biblioteca Municipal, la Facultad de Leyes, la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción en la Alameda y en el Zócalo el Palacio de Gobierno y El MUPO, museo de los Pintores Oaxaqueños. Todo lo que simboliza la vida, Oaxaca verde con sus colores de serenidad y armonía. Cada una de las cuatro noches escuché el canto de un pájaro antes de la lluvia y el sueño.
Había sido feliz hace 10 años cuando visité por primera vez a la artista plástica Laurie Litowitz porque pensé que las amigas eran importantes y ella vivía ahí. Había sido feliz la última vez hace 8 años que llevé a otra amiga querida de Estados Unidos, Annette Seagraves, y muchos otras, en ocasión de las fiestas de los 50 años de la francesa Laure de Gramont en 2006 o la boda de Fernanda Suárez hace un cuarto de siglo: la veo entrar del brazo de su padre Don Antonio al templo de Santo Domingo, hermosa bajo el esplendor barroco de la bóveda con altorrelieves dorados que conforman el árbol genealógico de los frailes dominicos.
Los altorrelieves de la bóveda barroca novohispana de Santo Domingo, árbol dominicano que llega hasta la Virgen |
Es una ciudad del suroeste de México que no cambia desde el siglo XVI y que refiere a la cultura azteca ya que los guerreros mexicas la fundaron por órdenes del emperador Ahuízotl, tío y antecesor de Moctezuma, en 1486. Después de la Conquista fue llamada Antequera y en 1821 Oaxaca. Lo pagano y lo cristiano se confunden en las fiestas y procesiones o “calendas” de casi todos los días, las tradiciones de antes son espiritualidad de hoy, el tiempo se extiende hasta desaparecer, invisible, y el silencio en las iglesias, en el alma de cada oaxaqueño se interrumpe con los versos que iba componiendo una mujer indígena en honor a la Virgen.
“No nos vamos”, dijo Laurie, que es judía, sentada, casi voluntariamente pegada a la banca del templo católico, “quiero oír su canto, tiene voz clara y bella”. Fue uno de los momentos más conmovedores del viaje, estar en el Ex Convento del Carmen que ese sábado en la tarde cubría a los peregrinos con el manto de la Virgen. Unos largos lienzos en tul azul como olas de mar salían de su túnica, ramificaciones que adornaban todo el espacio.
– Venga – me dijo en voz baja una mujer indígena – caminemos bajo su protección– y la seguí hacia el altar repleto de flores amarillas y blancas, benditas, cuyos olores arroparon mi alma. Éramos un grupo de hombres y mujeres de cualquier edad y raza que circulamos por debajo del manto de la Virgen. Protégeme le pedí sin hablar, Protégenos.
Sentí su presencia, su amor.
Luego caminé al lado de Laurie por las veredas verdes de la ciudad. Eran las 8:20 de la noche y el color del cielo un azul profundo. Paramos a contemplarlo.
Luego caminé al lado de Laurie por las veredas verdes de la ciudad. Eran las 8:20 de la noche y el color del cielo un azul profundo. Paramos a contemplarlo.
La casa de Laurie está pasando la calle Rufino Tamayo, cerca de la muralla que esconde el hogar del maestro Francisco Toledo; cruzamos una avenida principal y subimos la tercera escalera-muro de López Alavéz hacia la banqueta sobre lo que era el acueducto. Allí está una puerta de metal. La abrimos y entramos en su jardín, “la selva” como ella le dice, hay ocho árboles de jacarandas y gran variedad de plantas en tierra roja. La construcción esta recubierta en tezontle rojo traído del estado de México. Única, del arquitecto Mauricio Rocha quien siempre quiso hacer una obra con tezontle rojo como el de los edificios coloniales de la capital mexicana. Casa roja dentro de Oaxaca, la ciudad de piedras verdes.
El viernes fuimos a Ocotlán, Perla Krauze, Laurie y yo, amigas desde hace muchos años. Compramos artesanías y panes de Oaxaca, comimos en la Cocina de Frida en el mercado, conversamos con extranjeros en la mesa y luego entramos a la Capilla Sixtina del pintor surrealista Rodolfo Morales (1925 – 2001) quien restauró los edificios históricos de su pueblo natal. Yo compré un vestido amarillo bordado en azul brillante.
Pan dulce en el mercado de Ocotlán |
El sábado apareció Ignacio Toscano en la casa roja, estaba buscando a Perla pero ella había salido a buscar rocas para sus esculturas. “Me tomo un café contigo”, dijo. Hacía años que no veía a Nacho, así es Oaxaca, uno se reúne con los amigos.
– Instrumenta, uno de los conciertos que más me acuerdo era de una percusionista mujer –dijo Laurie
- Sí, claro, Robin,– contestó Nacho –y al final oímos el silencio.
– Realmente oimos el silencio.
– Alguien dijo una vez que la última nota de un concierto era el silencio.
Nacho Toscano inventó un programa de perfeccionamiento musical llamado Instrumenta que duró 14 años, dos en Puebla y 12 en Oaxaca, dejó su labor en Bellas Artes en la Ciudad de México. “Surgió de la necesidad platicada con músicos, interpretes, compositores, directores de orquesta”, dijo
– ¿De que años estamos hablando? – pregunté.
– De 2003 a 2016, los maestros venían, los alumnos que tenían el nivel se inscribían en las clases, cursos y los talleres ¡eran unos conciertos maravillosos! De dúos, tríos, cuartetos, hasta una orquesta sinfónica llegamos a presentar en Bellas Artes, fue un gran momento de la música para México.
Nacho Toscano saliendo de la fantástica casa de tezontle rojo, me encantó verlo |
Ahora Nacho vive en Oaxaca, quiso crear un centro permanente de perfeccionamiento musical, artes escénicas, exposiciones y un teatro y aceptó ser subsecretario de cultura del estado. Para el edificio “lanzamos un concurso por invitación a Enrique Norten, Fernando Romero, Tatiana Bilbao, Mauricio Rocha, Alberto Kalach, Michael Rodkin y Alonso de Garay.
– No conozco a Rodkin
– Hizo la sala de conciertos para la orquesta filarmónica de Boca del Río, Veracruz, que es maravillosa,
– ¿Entonces?
– Se asociaron Tatiana Bilbao, Mauricio Rocha, Alberto Kalach y son los que ganaron, la obra empezará en enero y febrero próximos, y a eso estoy dedicado.
– Me parece maravilloso.
– Alguien me dijo ¿cambiaste de vida? Le dije no, cambié de lugar de residencia para seguir haciendo mi vida que me ha gustado siempre, Nina, cuantos años llevamos?
– Más de treinta
– Llevo 44 años trabajando en esto.
Abigail Maritxu Aranda, curadora, con la directora del MACO, Cecilia Mingüer |
Otro personaje a quien reencontré en el Museo MACO fue al curador Carlos Aranda. Solo que ahora es mujer y se llama Abigail Maritxu, se está divorciado de su tercera mujer Eloisa “porque ella dice que no es lesbiana, imagínate”.
Abigail tiene el pelo corto, aretes de perlas, collar de bolas de ambar sobre la blusa oaxaqueña bordada a mano.
– ¿Y cuando cambiaste de género?
– Bueno, me acepté en 2015 pero asumí todas las cosas en 2016.
– ¡Un año!
– Es un proceso muy duro sicológicamente hablando, no se lo dije a nadie, por eso sufría más; hay gente que se suicida.
–¿Pero no te hiciste nada?
– No pude ya, por la edad, estoy realmente feliz, muy feliz. Me urge un whisky.
Cecilia Mingüer se acercó para la foto con Abigail quien curó la exhibición Tamayo tuvo un sueño. Mingüer lleva seis años de directora y trabajando 15. Hace poco produjo una exposición en memoria de Carlos Ashida (1955 – 2015) “muy muy bonita, yo lo quería mucho, tenía sensibilidad bien especial y un sentido de humor”, dijo Laurie, se unió a la conversación.
– Que gusto recordar a Carlos, una persona gentil.
– Abigail –me corrigió Laurie
– Yo estaba hablando de Carlos Ashida, el que fue director del MACO.
– No, me refiero a este Carlos, Abigail. Es confuso, tu dijiste Carlos y yo dije, no, Abigail y así seguimos toda la conversación.
Ja,ja,ja (risas)
La exhibición que curó Abigail me pareció interesante aunque dispareja. Sobresalieron las obras de Alejandro Santiago, artista oaxaqueño que me recordó mucho a Jean-Michel Basquiat. En cuanto a Abigail, es artista, profesor y músico además de curador.
– Adios, Ninita –me dijo –¿Y Joel sigue cantando?
Adoro Oaxaca. Gracias por compartir¡¡¡
ResponderBorrarMe encantó. Tus narrativas son excelentes y el viaje por Oaxaca con sus maravillosos artistas y tradiciones, lo relatas de manera excepcional. Tus amigos adorables. Felicidades Nina .
ResponderBorrarGracias Nina. Muy bonita descripción y fotos.
ResponderBorrarGracias por compartir
Es precioso oaxaca
ResponderBorrarEspectacular crónica Nina! Me encantó Nina
ResponderBorrarGenial!!!! �� Oaxaca la bella ��✨ Qué linda la casa de Laurie y todo lo que cuentas. Me encantó la forma en la que escribiste ¡Muchas Felicidades!
ResponderBorrarGracias por compartirnos unos pedacitos de tu vida Nina
ResponderBorrarFantástico. Cada día me gustan mucho más tus fabulosos Blogs. Mil felicitaciones. Te quiero mucho. ������������
ResponderBorrarQuerida Nina: me fascina la manera que tienes de reconocer nuestra historia ...tus descripciones de lugares en Oaxaca es maravillosa ... al leer tu narración de la ciudad me siento atrapada bajo el Manto de la virgen del Carmen ... love ... “ Vamos a Oaxaca”???
ResponderBorrarMaravillosa narrativa. Tus vivencias increíbles. Me encanta leerte. ����
ResponderBorrarQué bonito! Siempre he tenido conexión sin haberlo conocido, , con Mexico, leí "el corazón de piedra verde" de Salvador de Madariaga a los 13 o 14 años y me ha perseguido esa fuerte visión, de naturaleza, color, de paraíso etc, siempre, expuse en México DF, por primera vez en 1998, con C. Cárdenas, un lujo de exposición "Cinco Continentes y una Ciudad ", coincidiendo con G.Rousse, Francis Alys, etc , me sentí cómo en casa, ������
ResponderBorrarMuy padre Nina. Haces vivir Oaxaca con su extraordinaria belleza y nos presentas a tus amigos como si fueran nuestros. Eres una gran cronista.
ResponderBorrarFelicidades Nina
ResponderBorrarEstá divino tu blog, mi nina! Eres la amiga más linda. ����
ResponderBorrarQue belleza NINUSH Escribe un libro te felicito
ResponderBorrarMuchas gracias Nina! Nos sirve mucho ahora que vamos de camino a Oaxaca.
ResponderBorrarNINA querida! Me encantan tus textos porque son frescos y nada rebuscados, parece que te escucho y escucho también tu risa ! Un beso!
ResponderBorrarAy Nina! Qué gusto leerte, qué placer conocerte! Te quiero y te leo desde Paris! Abrazos apretados
ResponderBorrarMe encantó te puse un comentario en google
ResponderBorrarHola Nina! Disfruté mucho la lectura de tu blog! En primer lugar porque no conozco Oaxaca... la descripción del lugar es muy buena y la selección de los lugares para dejar impresa en fotografía, me encantó!
ResponderBorrarQuerida Nina,
ResponderBorrarMuy bonito. La idea de oír el canto de un pájaro antes del sueño es sublime.
Besos,
L
Nina, me encanta leer tus historias, son interesantes, amenas y muy bien escritas.
ResponderBorrarCon lo que no estoy de acuerdo contigo es que Oaxaca no ha cambiado, si, sus edificios, su estructura, sus zonas arqueológicas, sus iglesias, su gente sigue siendo los mismos, pero ahora está llena de buenos restaurantes, nuevos museos, hoteles boutiques y de un turismo internacional. Por supuesto que ha cambiado y para bien, es lo que pienso, yo la encuentro muy diferente a la Oaxaca de mi niñez, de mi adolescencia y a la de hace 10 años.
Gente cosmopolita se ha ido a vivir allá y con su visión diferente ha hecho de Oaxaca una extraordinaria ciudad.
Lo que me sorprendió un poco es que Abigail Maritxu (Carlos Aranda) se sienta y quiera ser mujer, pero solo se vea como un hombre medio disfrazado de mujer, para ser mujer se necesita mas que ponerte unos aretes y un hermoso huipil (o como se llame) bordado, me pareció solo un hombre queriendo disfrazarse, pero no logrando ser mujer.
Te mando un gran abrazo y espero que Joel siga cantando.
Mati.
Que de bons souvenirs , tu me rappelles ainsi, ma chère Nina. Je suis en Italie avec Jean-René, chez mon fils en ce moment, où nous passons des moments merveilleux. J'aimerais tant te revoir et t'embrasse avec mon immense amitié.
ResponderBorrar