¿Quién te gusta más Duchamp o Koons?, una pregunta ilógica, Parte II (dedicado a Eugenio López Alonso y a Eugenio López Rodea)



El famoso ready-made de Marcel Duchamp, rechazado por la Asociación de Artistas Independientes de NY, 1917

Duchamp no sabía bien lo que buscaba, encontró un urinal y le puso Fuente

Normalmente la gente que tiene algún conocimiento de arte contemporáneo dirá me gusta mucho más Duchamp y los que son hombres dicen “conozco el urinal porque lo uso”. No es una competencia entre Marcel Duchamp (18987 – 1968)  y Jeff Koons (1955) en el Museo Jumex; ambos fueron revolucionarios, estaban en contra de las “reglas del juego” y el arte para ellos era un juego absurdo. Duchamp se reía todo el tiempo, le puso bigotes a su ready-made de la sabida Mona Lisa -una tarjeta postal con la imagen de Leonardo da Vinci- y “L.H.O.O.C” como título. Si se leen las letras en francés dice “Elle a chaud au cul” (ella tiene el culo caliente). Koons, por su parte, reproduce juguetes de globo que “hay que tener cuidado con la langosta”, dice la guía, “los niños se quieren aventar, es de aluminio, pesa 150 kilos y tan ligera que se ve”. Ambos trabajan con la “apariencia”; lo que es real lo guardan como misterio íntimo.
Mona Lisa,rausrada u
y sin bigotes y con bigotes

Otra de las postalitas de Duchamp es la Mona Lisa sin bigotes, entonces añadió la palabra “rasée”al título (L.H.O.O.Q, rasée); es decir, afeitada y con el culo caliente. Jeff Kooms hizo lo mismo, intervino su langosta gigante con los bigotes icónicos del artista surrealista Salvador Dalí (1904 – 1989). Duchamp juega con objetos chicos, Koons con los de gran volumen y peso. Duchamp fue el primero, “si él no hubiera reivindicado al objeto, artistas como Andy Warhol y Jeff Koons, literal, no existirían” dice la guía de la visita. Il ne faut pas exagerer, pienso, sin embargo la pasión de la especialista es contagiosa. “¡Era una persona muy avanzada en su época, un parteaguas en la historia del arte, Duchamp es lo máximo!” 

¿Por qué es lo máximo? Ni el mismo Marcel Duchamp se atrevió a contestar. Dejó de hacer arte durante años para dedicarse a jugar ajedrez en los torneos de Bruselas y llegó a ganar la Olimpiada de Paris en 1959. Fue amigo del legendario belga George Koltanowski a quien le regaló su pipa tallada en madera y firmada en 1944, un ready-made. En su discurso a la Asociación de Ajedrez de Nueva York, sintetizó su pensamiento: " he llegado a la conclusión de que no todos los artistas son jugadores de ajedrez, pero todos los jugadores de ajedrez son artistas". Quizás Duchamp tuvo miedo de seguir haciendo arte porque no estaba seguro de poder ganar. Ya bastante lejos había llegado con inventar el ready-made sin ni siquiera saberlo en un primer momento.
 
Su primer ready-made y primera obra cinética.
La Horquilla de bicicleta con rueda montada sobre un taburete de madera pintado y el Portabotellas estaban en su taller de Paris en 1913, cuando el artista tenía 26 años y ya había pintado algunas obras al estilo de las de sus hermanos Villon. Hasta dos años después fue que tuvo el alumbramiento del “ready-made” (objeto cotidiano convertido en arte por el simple hecho de ser seleccionado). Esos dos objetos manufacturados fueron tirados a la basura o perdidos por su hermana Suzanne, también artista. Duchamp los volvió a producir en 1951 y la rueda se convirtió en la primera obra de arte cinético. Otras versiones de la rueda de bicicleta fueron reproducidas y firmadas por el artista.

Duchamp no pudo definir a su satisfacción lo que eran sus ready-made, tenía una idea ambigua del arte y pensaba que para elegir un ready-made el buen mal gusto era indiferente y “enemigo del arte”. De cualquier forma sus escritos se contradecían a menudo. Que nos “guste” la obra de Duchamp es por ello un misterio, tal vez un loco deseo.
Nu descendant un escalare no.2


La pintura Desnudo bajando una escalera fue enviado a los Estados Unidos para participar en el hoy legendario Armory Show de 1913 que pretendía mostrar arte “moderno” en América, dejando atrás el academicismo. Se representaron obras de las vanguardias europeas: impresionismo, cubismo, fauvismo y futurismo.

 La obra de Marcel Duchamp (pintada en 1912) -que representaba el movimiento mediante imágenes superpuestas y que era pintura de la mente, intelectual en lugar de ‘retinal’-, fue un escándalo. El New York Times y los caricarituristas la satirizaron. 

Para mí Desnudo bajando una escalera fue una de las obras que más me movieron, nunca la había visto en vivo y yo pensaba que era de gran formato; me sorprendió la joyita de 34.9 x 19.7 cm que alberga el Museo Jumex. Seguro tiene que ver con las movidas del ajedrez, me dije.Casi pude ver a Marcel sentado en la madrugada frente al tablero.

Cuando el artista llegó a Nueva York en 1915, su reputación lo precedía. Era un célebre debonair francés (guapo, con estilo, bebedor, ingenioso y “todas sus alumnas caían en sus brazos”, según Gabrielle Picabia) que había escandalizado al mundo de arte del momento. Duchamp entró en la alta sociedad, especialmente protegido por Louise y Walter Arensberg, coleccionistas y mecenas de arte. Cuando la pieza de Duchamp, el urinario volteado de cabeza o "Fuente" –firmada con el seudónimo R. Mutt-  fue rechazada en 1917 por la Sociedad de Artistas Independientes, tanto Arensberg como Duchamp renunciaron al Consejo.

Después Duchamp defendió la pieza en un artículo sin firma en la revista The Blind Man donde escribió: “Que el señor Mutt hiciera o no la fuente con sus propias manos carece de importancia. La ELIGIO”. Por su lado, nuestra chica del JUMEX en la visita guiada decía: “Miren, el urinario parece el manto de la virgen, o un Buda sentado…” 
La ampolla que contenía Aire de Paris, único obra que trajo de su viaje
L’air de Paris, aire dentro de un pequeño corazón de vidrio, es otro ready-made de Marcel Duchamp realizado en 1919.  Su amigo Walter Arensberg le regaló el viaje de Nueva York a Paris para que buscara inspiración artística, ya que casi no producía obras nuevas. Resultó que en Paris siguió jugando ajedrez con sus viejos amigos. A su regreso entregó una ampolla que había encargado a un farmacéutico, con el “Aire de Paris” que tanto le reclamaba el mecenas.
Su obra maestra, la novia y sus 9 solteros

La novia puesta al desnudo por sus solteros, aun o el gran vidrio es considerada como obra maestra de Duchamp. En el JUMEX está proyectada en una vitrina y sigue siendo para mí una obra tan atractiva como incomprendida. Su título también es extravagante.  El artista creó esta obra con gran interés mental entre 1915 y 1923 en dos hojas de vidrio con papel aluminio, alambre fusible, polvo y está hecha a mano, contrario a lo manufacturado que fundamentaba el arte del ready-made. 

Un día su amigo el artista fotógrafo Man Ray retrató el polvo que se había acumulado en algunas esquinas de los vidrios, y  ambos titularon la imagen como Élevage de poussiére y la firmaron. Fue de las piezas que más me intrigó y gustó de la exhibición. 

Duchamp hizo numerosas notas y estudios sobre el Gran vidrio, publicadas en 1934 con el título de Caja Verde, para explicarla según reglas creadas que tenían que ver con la física y lo mecánico. En el panel superior aparece supuestamente la novia en su encuentro erótico con los nueve solteros, en el panel inferior, reunidos y representados por numerosos aparatos misteriosos.  La novia y sus solteros está en exhibición permanente en el Philadelphia Museum of Art. Además existen tres replicas de la obra maestra, aprobadas por Duchamp, en el Moderna Museet en Estocolmo, la Tate Gallery en Londres y el  Komaba Museum de la Universidad de Tokyo.

Recientemente se me aparece Duchamp, por ejemplo en la Bienal de La Habana. Ahí en el Taller de Reparaciones del artista René Francisco Rodríguez, había muchos objetos como colocados al azar, un gran dibujo a pared que me recordó a la novia y una rueda, en efecto, como homenaje a Duchamp. Hace dos noches vi una película alemana sobre la vida de Gerhard Richter y, claro, sale su pintura de la mujer desnuda bajando por las escaleras. Esta vez es una mujer de carne y hueso, un guiño al artista francés.
Man Ray y Marcel Duchamp, Élevage de poussière (criadero de polvo)

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