Duchamp-Koons en México, genios mano a mano, Parte I, (dedicado a la memoria y sonrisa de Isabel Alonso de López)

La bailarina infalible de Jeff Koons sobre el Museo Jumex de la Ciudad de México


Koons afeminado y baboso como una rana, pero insultantemente rico

Marcel Duchamp y Jeff Koons, dos de los gigantes del arte del Siglo XX están bajo un mismo techo en los espacios del Museo Jumex de la Ciudad de México. Y por la fiesta que vimos en Instagram –el previewpara los más ricos y famosos de nuestro país- Jeff Koons estaba feliz aquí, celebrando junto a Eugenio López Alonso y su corte divina de amigos y con las piezas de Duchamp al lado de las suyas. ¡Qué éxito la vida y obra de Koons que él mismo ha podido constatar! Duchamp está muerto, quizás no sabe el genio que fue, es y seguirá siendo, ¿y Eugenio López? Sí, él sabe que ha dado un gran museo a todos los mexicanos. Los jóvenes están enloquecidos con las obras de esta exhibición, en particular, el urinal y la rueda de Duchamp y la Ciccolina Porn Starde Koons.

Por supuesto que Duchamp es quien me emociona, hombre post-renacentista, genio de la vanguardia del Dadaísmo (movimiento cultural con el fin de contrariar las artes que surgió en 1916 en Zúrich). Así como Miguel Ángel y Da Vinci en su tiempo deslumbraron con sus ideas, Duchamp lo hizo durante y después de la Primera Guerra Mundial. Sus ideas artísticas sobre lo que dependía de la voluntad, las circunstancias, lo fugaz y los objetos cotidianos –y no de la preparación formal- cambiaron las vidas de los demás mortales y sobretodo la de Jeff Koons, 68 años menor que él.
Jeff Koons, Jim Beam–J.B. Train, 1986, "Me gustaba el falso
lujo del acero inoxidable", dice el artista

Es por ello que en esta primera parte de mi blog me ocuparé de Koons.
Retratos de las caras de cerdos y de Koons

Así las colas para entrar al Museo Jumex a comprar boletos, abordar el enorme elevador que llega a la sala tres donde empieza la exhibición y formarse en la ’fila de las fotos’ en sala dos. ¿”Qué?” pregunté, “si se quiere tomar una foto con el corazón rojo, tiene que esperar aquí”. Es increíble como el artista plástico más cotizado del mundo atrae a la gente sin alzar la voz. Afuera, en la plaza del museo está una bailarina gigante sentada, sí, obra de Jeff Koons, hecha en tela inflable que se eleva alrededor de 24 metros al tamaño del edificio diseñado por David Chipperfeld, El 16 de mayo pasado el Rabbit plateado de Koons de 10 metros de alto se subastó en $91 millones de dólares en Christie’s de Nueva York. El conejo de acero inoxidable, brillante como si fuera de luz y cuya textura es como la de un globo se acaba de convertir en la obra de arte contemporáneo que impone el record en la cotización de mercado.

Koons: enseñando a los niños sobre el valor de la banalidad
¿Qué tendrá Jeff Koons? Me parece afeminado, baboso como una rana, descolorido, pusilánime. Para mí él se eleva hacia la nada, como un globo de los de verdad, de helio; jamás soñaría tener con él un romance o contacto físico.

 Ah, pero estoy equivocada. Es poderoso, célebre e insultantemente rico.

Artista conceptual estadounidense, minimalista, pop y, según los críticos, kitsch. Se impactó con el arte de Marcel Duchamp y se puso a pensar, subió, subió y subió y llegó a ser genio. Me gustan algunas de sus obras expuestas en el Museo Jumex: Moon(Light blue),1995-2000,de acero inoxidable pulido, de más de tres metros de diámetro y de uno de profundidad, cubierto de color transparente, es un engaño óptico que parece de color azul rey. Bourgeois Bust–Jeff and Ilona es la escultura en mármol impecablemente blanco, perfecto y Michael Jackson and Bubbles, 1998, la porcelana con oro de estilo rococó que atrapa a los aficionados –como yo-  a la personalidad del artista negro que se volvió cuasi-blanco. 
  
Las demás obras me parecen interesantes; en su conjunto llevan al artista a la cima del arte contemporáneo. Grotto es un óleo gigante que me recordó las obras del mexicano Miguel Ventura por el tema “infancia con leche” en Koons y juegos con niños albinos en Ventura. Algo de esa alegría espontanea, felicidad pura y tan verdadera tiene que haber sido soñada.
Jeff Koons, Grotto, óleo de gran formato que me recordó a las obras del mexicano Miguel Ventura

Jim Beam–J.B. Train i, reluciente en acero inoxidable imitando plata de ley 925 me trajo a la mente los Dump Trucks de  Wim Delvoye (camiones de basura como catedrales góticas).

Los Art Ad Portafolio, anuncios de arte hechos cuando Koons tenía 33 años son 4 litografías a color donde el artista sabe que el éxito es convertirse en estrella del arte. Es más que excesivo. Se anuncia en las revistas ArtsFlash ArtArtforumArt in America para promocionar la serie Banality, 1988, que inauguraba en tres galerías mundiales, Max Hetzler de Colonia, Sonnabend de Nueva York y Donald Young en Chicago.

Koons brincó a la fama con esta publicidad que parecía hecha para imbéciles, pero que por su grado de astucia logró que la frivolidad se aceptara como humana. Frivolidad hollywoodense, para el pueblo y para los ricos a la vez. En una impresión el artista aparece como profesor impartiendo su peculiar filosofía a niños que deben aprender los secretos de “EXPLOIT THE MASSES” y “BANALITY AS SAVIOUR”. Otra son los retratos en colores de rosa de las caras de una cerda grande, sonriente y feliz, del bobo de Koons y de la cría que él abraza. 
Jeff Koons, Balloon Dog (Magenta), 1994-2000,
acero inoxidable, pulido cubierto de color transparente
Jeff Koons tiene 64 años. Por lo que ha dicho le hubiera gustado más que lo relacionaran con Marcel Duchamp que con Andy Warhol. Aparentemente es plagiador en cuanto a las esculturas en madera String of Puppies copiadas de la fotografía Puppies de Art Rogers. La porcelana Naked que reproduce una instantánea de Jean-François Bauret y Koons tuvo que indemnizar a los herederos con  24,000 Euros exigidos por el Tribunal de Gran Instancia de Paris. Por la porcelana Fait D’Hiver fue condenado a pagar 135,000 Euros al publicista Franck Davidovi y su Seated Ballerina, misma que está afuera del Museo JUMEX, es una copia de la Ballerina Lenochkade la escultora Oksana Zhnykrup.

En los años ochenta abrió un taller con 30 ayudantes, similar al famoso estudio The Factory donde se producían en cadena las serigrafías de Andy Warhol. Koons era intrépido, fue entonces que contrató a la agencia de publicidad para promover su imagen. Joven, blanco y anglosajón, seguramente también protestante. Si no se estrelló en la ultraderecha, pienso,  fue porque  se casó en 1991 con la Cicciolina, actriz pornográfica italiana.  Ella, la mismísima Cicciolina, se escapó a Italia dos años después con el hijo de ambos, Ludwig. La batalla por el niño costó millones de dólares y Jeff perdió todo su dinero. 
  
Mookie y yo viéndonos en la obra Moon (Light blue), 1995-2000

No fueron solamente los costos de abogados, también quebró por razones de la producción de su obra. Balloon Dog (Magenta), por ejemplo, es un perro hecho como globos de 
 fiestas de niños pero en acero inoxidable -estructura complicada del mundo moderno-, con acabados de espejo. Por un lado su hijo entendía que estaba pensando en él, según dijo Koons, y por otro,tuvo que despedir a sus asistentes, quedándose solo con la artista sudafricana, Justine Wheeler, con quien se casó en 2002.

Justine le trajo la buena suerte además de seis hijos. De casi pordiosero, pienso yo, se convirtió en billonario. En 2007 Koons fundó la Koons Family Institute on International Law & Policy) para proteger a niños de rapto tanto por extraños como por miembros de la familia.  ¿Se acuerdan de Arturo Montiel, tío de Peña Nieto? Pues ese pillo secuestró a sus hijos cuando se divorció de la francesa Maude Versini y también John Fleming, esposo de la analista política mexicana Denise Dresser, secuestró a los suyos llevándolos a Vancouver durante varios años. Es decir, Koons hubiera podido ayudar tanto a la francesa como a Denise, cuando ellas más lo necesitaban.
JEFF KOONS, Play-Doh 1994-2014 aluminio policromado, 315 x 386.7 x 348
Ludwig tiene actualmente 23 años y “tiene una relación conmigo”, dice su padre. Koons encontró también a Shannon, otra hija perdida dada a adopción porque fue concebida cuando él era un estudiante en Baltimore. Ella rastreó a sus padres biólogicos, hoy es una mujer casada con tres hijos “así que todos nos reunimos una vez al mes”.
Actualmente Koons vive entre una mega-mansión del Upper East de Nueva York y  la finca de 77 hectáreas de Pennsylvania que una vez perteneció a sus abuelos paternos. Su fábrica que tiene 1,500 m2 (16,000 pies cuadrados), está cerca de los antiguos patios del ferrocarril del Hudson en Chelsea; ahí trabajan los 120 asistentes regulares en un sistema de color por números, como si los lienzos y esculturas de Koons se hubieran hecho "con una sola mano".
 Este es el final de una historia feliz.

Colas para retratarse al lado del corazón rojo de Jeff Koons

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