Obras de Manuel Tolsá en la plaza más bella de la ciudad, dedicado a mi querida Nancy Mookiena


No le pagaron, pero no importa porque siempre lo recordaremos por el Caballito y el edificio Minería en el Centro 

Caminando por el centro de mi ciudad llego a la plaza más hermosa, ahí el Caballito de Manuel Tolsá. Fue el Virrey Miguel de la Grúa Talamanca, Marqués de Banciforte quien decidió honrar al Rey Carlos IV con una estatua de bronce de él montando a caballo. Lo mandó a colocar en la Plaza Mayor (el Zócalo) sobre un gran pedestal de mármol y celebró con fiestas populares y corridas de toros en diciembre de 1796. Ese día ahí estuvo nada menos que el barón Alexander von Humboldt, quien describió la ruta del Caballito desde el Colegio de San Gregorio, donde se hizo la fundición, hasta el corazón exacto de México. 



 
¡Qué épocas! Manuel Tolsá, valenciano, legendario arquitecto, vivió en Mexico donde murió; fue Director de Escultura de la Academia de San Carlos. Estudió en Valencia y en Madrid hasta que en 1791 llegó a la Nueva España, como le decían a México. Aquí se casó con María Luisa de Sanz Téllez Girón y Espinosa en Veracruz. Enseguida se ocupó del drenaje y abastecimiento de aguas de la ciudad de México y de plantar árboles en la Alameda. No le pagaron, pero no importó, siempre lo recordaremos por el Caballito y el edificio Minería, sus obras. Igual produjo muebles y cañones, creó una casa de baños, una fábrica de coches y un horno de cerámica. Murió de úlceras en 1816. 

 
Para hacer la escultura del Caballito Tolsá trabajó en el Colegio de San Gregorio (Universidad Obrera) con sus aprendices durante más de un año. Luego, en carro con ruedas de bronce sobre placas de madera, la escultura fue llevada a la Plaza Mayor donde la miró von Humboldt. Con asombro, con felicidad por esa obra tan hermosa el barón Alexander escribió: Estuve presente en el transporte de esta masa enorme, desde el lugar de su fundición hasta la Plaza Mayor, atravesó una distancia de aproximadamente mil seiscientos metros en cinco días. Los medios mecánicos que empleó el señor Tolsá para subirla sobre el pedestal, de bello mármol mexicano, son muy ingeniosos, y merecería una descripción detallada. 


Humboldt añadió que la estatua, ya pulida y cincelada, se inauguró un 9 de diciembre de 1803 con grandes, jubilosas celebraciones y corridas. La estatua hecha por Tolsá es solamente inferior a la ecuestre de Marco Aurelio en Roma, señaló. La escultura pesa 13 toneladas, es la segunda de aleación de cobre en una sola operación más grande del mundo (otras mayores ya fueron destruidas). 

El Caballito no pudo quedarse en el Zócalo porque con la Independencia (1821) había que poner ahí otro monumento que no recordara al artista español; hubieron quienes quisieron destruir la obra. Pero Lucas Alamán pudo convencer a Guadalupe Victoria de que había que conservar el tesoro artístico y este lo mandó a la antigua universidad. Ahí estuvo segura. 



En 1852 por fin se llevó al Paseo de la Reforma y Bucareli. Hasta la década de 1940 se construyeron el edificio Corcuera (que luego se desplomó en el terremoto de 1957) y la Lotería Nacional; en los setenta se amplió el Paseo de la Reforma y se terminó la Torre Prisma, la más alta de Avenida Juárez. Con estos cambios el Caballito volvió adónde lo vemos ahora, la Plaza Manuel Tolsá frente al Palacio de Minería. Ambas obras de Tolsá son extraordinarias.



Comentarios

  1. Me encantó la historia del Caballito de Tolsá que no conocía. Qué hermoso era el centro de CDMX.

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  2. Me divierten mucho tu blog !!! <3

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  3. Querida Niña : Me encantó tu narración del Caballito de Tolsá y sus movimientos a través de los siglos !

    El Edificio Corcuera que colapsó en 1957, el primo de Quique Pedro Corcuera y Mier me contaba que quebraron por el derrumbe del edificio ! Qué fue muy triste para la familia !

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  4. Me encantan tus recorridos por la ciudad y el seguimiento de la historia de nuestras obras emblemáticas.

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  5. José Castellanos Lepov4 de febrero de 2021, 9:11 p.m.

    Gracias Nina. Buen día

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  6. Buen día Nina! Gracias

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  7. Te mando un millón de besos <3 <3 No dejes de hacerlo me llena de gusto leerte

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  8. Extraordinario relato

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  9. Muy amena como siempre además con muchos más detalles que no conocía , como siempre lo disfruté mucho besos

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  10. Gracias Niña! Lo más emocionante de esta interesante historia es cómo se salvó el Caballito cambiando de lugar y así quedó para el país una obra que ya formaba parte de su pasado histórico. Lucas Alamán y Guadalupe Victoria merecen una placa junto al Caballito que conmemore su meritoria intervención porque conservar es una victoria del presente para conservar el pasado y asegurarnos que permanezca para el futuro lo mejor que tenemos

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    Respuestas
    1. Mil gracias por tu comentario, ¿cuál es tu nombre? un abrazo

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  11. Querida Nina, Muy lindas y bien escritas tus historias. Sigue fascinándonos con tus recuerdos. Besos desde Suiza. Alicia

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  12. Concepción Olavarrieta13 de febrero de 2021, 6:56 p.m.

    Mil felicidades. Como siempre fascinante tu narrativa. Es un deleite leerte. Nos enriqueces el alma con la cultura.
    Cariños,

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  13. He disfrutado recordando esa imagen de “El Caballito” de mi paisano Manuel Tolsá que emerge en la calle del mismo nombre, entre el Munal y el Palacio de Minería.

    Qué tiempos aquellos en los que descubrimos que el introductor del neoclasicismo escultórico en la Nueva España era Manuel Tolsá y sus coetáneos el pintor Rafael Ximeno y el grabador José-Joaquín Fabregat.

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  14. Querida Nina,
    Muy lindas e interesantes tus historias. Por favor no dejes de publicar tus recuerdos, son fascinantes. Muchos cariños y recuerdos desde Suiza.
    Besos

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  15. Sylvia Pérez Campuzano13 de febrero de 2021, 7:04 p.m.

    Bien, te diré que en realidad México, como país, no existió sino hasta después de la Independencia y que el nombre que tenía nuestro actual territorio (así como una gran parte de Centro América), era "Nueva España"; nombre oficial y reconocido durante varios siglos, así que con todo cariño y respeto a tu excelente trabajo en el blog, me permito comentarte que lo correcto sería decir que Tolsá llegó a lo que hoy es la República Mexicana, que en ese momento formaba parte de la Nueva España, o algo semejante.

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  16. Muchas gracias Nina por tus envíos muy ilustrativos, algunos de los cuales me son más cercanos.

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