Cuando salga el sol iré a Berlín, ¿cómo ven?, dedicado a los nietos alemanes, Rossbach Rocha Menocal
Me regalaron un pollito de migajón en el Parque México
Solo sé que hay que mantener la calma, de nada sirve
estar triste, deprimido. Falta vacunarse para que salga
el sol. Amigos perdidos por Covid, otros por causas
naturales y mucha gente en circunstancias penosas. En
Cuba el Ministro de Cultura y su segundo Fernando
Rojas golpeando a los artistas físicamente y
secuestrándolos, los llevan detenidos a la delegación de
la policía. Sonríe, Nina, que tu sonrisa vale mucho. Eso
me digo para animarme. ¿Qué tal el Look of the Day?
Hoy no, hoy no. El corazón duele. Confundida pero
saludable. Llorosa pero trabajando. Voy a poner algo de
música que siempre ayuda.
Regreso a un día, domingo feliz, en el Parque México,
era el 24 de enero. Hace casi 100 años en 1925 un
arquitecto llamado José Luis Cuevas hizo que todas las
calles de la Condesa convergieran en el Parque México,
que se inauguró dos años después, en 1927. Hay un
foro art deco con escultura de mujer con dos vasijas, el
Foro Lindbergh; anfiteatro grande con pérgolas, cubierto
con marquesina; varias fuentes donde juegan niños y
perros; estanque para los patos; reloj como escultura;
pasillos y laberintos verdes; bosque con grandes
hojarascas.
Vi a una niña con moño rojo en bicicleta, el padre
enseñándole a montar; Un señor con backpack musical,
muy extraño, daba especie de concierto con guitarra;
varias parejas bailando en la pérgola. Más allá mesas
donde los chiquitos pintaban y las muchachas
decoraban cerámica. Juegos infantiles, un chavo
brincando el trampolín. Por fin encontramos un pollito de
migajón. Me lo regalaron, lo tengo en el librero cerca
del escritorio, lo miro y sonrío.
Al cruzar está la Plaza Popocatépetl con su fuente art
decó a la que le dicen la Bomba. Es una cúpula sobre
columnas blancas de azulejos. Arriba entran los rayos
de luz para iluminarla como magia. De ahí caminamos
hasta la Roma, nos gusta cruzar las calles y los
parques, recorrerlos, sentarnos a leer cerca del agua
caprichosa de la fuente Plaza Luis Cabrera, favorita de
la Roma Norte, a una cuadra de la que fue mi galería
que tanto disfruté.
Al norte por la misma calle de Orizaba está la Plaza Río
de Janeiro, antes los ricos vivían por ahí, ahora llega un
señor con trompeta. Agua por todos lados. En la
esquina el de la guitarra y otro paseando al poodle
blanco en carriola. Alcachofas, se ven buenas, pero no
traje dinero. Pidió carajillo, café con ron. Lo extraño.
Luego otra vez a caminar. Llegamos al Monumento a la
Revolución, obra que terminó el arquitecto Carlos
Obregón Santanilla en 1938. Está en la Plaza de la
República y contiene el Museo Nacional de la
Revolución.
Interesante es la historia de este conjunto.
Resulta que don Porfirio en 1897 quiso construir un
Palacio Legislativo no solo para senadores y diputados,
sino también para oficinas. En 1910 el arquitecto
francés Émile Bérnard puso la primera piedra de lo que
iba a ser una estructura monumental mayor que el
Capitolio de Washington, D.C. para festejar los cien
años de Independencia. El terreno de la colonia
Tabacalera era pantanoso, así que se construyó sobre
una carcasa de acero de 17,000 pilotes. ¡Oh no! llegó la
guerra y el Presidente Díaz salió al exilio. Francisco I.
Madero decidió seguir adelante con la construcción pero
tras su asesinato la obra quedó abandonada.
Más tarde Álvaro Obregón aceptó que le pusieran
Panteón a los Héroes, pero fue asesinado él también en
1928 y en 1929 murió Émile Bénard. Un día en 1933
Alberto J. Pani que era político importantísimo y hombre
de cultura y gusto, pasó por ahí y quedó prendado del
monumento. Convenció a Plutarco Elías Calles para
que este a su vez convenciera al Presidente Abelardo
Rodríguez de que se hiciera el Monumento a la
Revolución Mexicana; total, ésta ya había concluido. El
arquitecto Obregón Santacilia se encargó usando art
decó combinado con la cantera clara y la piedra
volcánica negra ya existentes.
Mañana voy a la vacuna a la Magdalena Contreras
donde Carolina mi hija estará haciendo cola, ojalá tenga suerte, quién sabe, quién sabe. Ayer estuve en
Cuajimalpa pero cuando llegué se habían acabado las
dosis. Sigo con ansiedad, me siento atrapada. Cuando
salga el sol iré a Berlín.
Que maravilla de recuerdos con ese paseo en el parque...Todos estamos combatiendo las tristezas de la pandemia y éste relato anima muchísimo. Cuando salga el sol nos veremos en Berlín!
ResponderBorrarGracias Nina me encantan tus blogs describes increíble Gracias por compartir
ResponderBorrarEso!! Gracias
ResponderBorrarBravo!!!!!!!!!!!
ResponderBorrarIl faut aller plus loin, plus fort!!!
Abro mi email en el teléfono y leo : Cuando salga el sol iré a Berlin y mis ojos viajan hasta el cuaderno abierto en mi escritorio donde en la tercera linea de una lista dice “ Volver a Berlín cuando pase la tormenta” y por un momento todo es subreal. Me pasa mucho últimamente que la realidad se confunde a menudo con esa otra dimensión de infinitas posibilidades. Pero elijo pensar que pasará la tormenta. Cuando era niña y las lluvias del verano en Cuba parecían no tener fin, mi padre siempre me decía: “ Siempre escampa, hasta cuando el diluvio universal escampo” es una frase que siempre me recuerdo. Mientras tanto en otra latitud del planeta espero mi cita para la vacuna que me abra la puerta a caminar esa lista que ahora reposa en mi escritorio. Quizás un día nos crucemos en alguna calle de Berlín.
ResponderBorrarMe encantaría saber quién eres para encontrarte en Berlín, saludos
BorrarBravo!
ResponderBorrarBuen viaje!!!! Ve el tiempo primero.
ResponderBorrarDicen que hace mucho frío en Europa.
Gracias!
ResponderBorrarQue bueno que te gusta caminar y tienes esa capacidad descriptiva.
ResponderBorrarNina que placer tu narrativa de la Ciudad de México ... lo gocé!
ResponderBorrarVacuna ?? fui a tres distintos lugares de Cuajimalpa ... sin éxito ...debo esperar la Miguel Hidalgo en Marzo!
Nina, qué tal estás? Mañana si vas a las vacunas lleva tu pasaporte y que tu hija lleve un comprobante de domicilio y que diga que vives con ella.
ResponderBorrarAyer leí que a la gente que lleva credencial del INE de otra delegación no les ponen la vacuna.
Hermoso el blog
ResponderBorrarSonríe Nini adorada, que tu sonrisa vale mucho
ResponderBorrarNina que placer es leerte. Me encanto la historia sobre el monumento a la Revolucion que me parece hermosisimo. Te cuento que ya me puse las dos vacunas en Texas. Pronto estaran accesibles en Mexico. No desesperes.
ResponderBorrarmi madre, y a ella su padre, siempre nos decia: cuando estes triste o preocupada, duerme. Sea lo que sea que tengas que enfrentar manana, lo haras mejor si estas descansada. Y seguro que hasta vas a sonreir! Dificil imaginarte sin sonrisa, amiga querida....
ResponderBorraryo vivo en berlin, no puedo esperar a que llegue la primavera!
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