Ya no hables, abuela, cállate. Un gran Rolex de oro, dedicado a mis nietos que me acompañaron al mar.
II
El mar no acaba nunca de regresar;
apenas lo has mirado ya se ha ido;
apenas lo has perdido y ya te
encuentra
Juan Domingo Arguelles
Chetumal 1958
Un señor arreglaba jardineras, Señorita, señorita, discúlpeme, no puede tomar fotos ¿por qué? es una embajada. De Corea. ¿Corea del norte? No, del Sur. Ah bueno, entonces estamos bien. Es una construcción grande que da a la barranca. Otra con la entrada abierta, ¿aquí se vende algo? No. ¿ Ni muebles? No. Hay un enrejado abierto. No.
Esta es de un ingeniero que se llama Nacho Pohls, viven 4 personas en Monte Ararat, la mansión Art Nouveau más que espléndida. De una rama se tira el pajarillo. Después de las enormes mansiones hay casitas en el último tramo de Parque Vía Reforma hacia Santa Fé. Cruzo Reforma y hay una tienda, Luxury Outlet, vamos a ver. Vestidos y falda Dolce Gabana y zapatos Sergio Rossi, una silla de bejuco azul-verde parecida a la que está en mi cuarto.
Las aceras de mi barrio son hermosas, son hermosas, se extienden a la arena de Playa Diamante.
I
El mar siempre regresa; sus
montañas saladas se alejan, pero
vuelven; abren las cicatrices de la
arena; rebosan de infinito los ojos
que lo miran.
Hay mucha ola, la lisita no se deja ¿de dónde eres? de la glorieta más arribita ¿cómo es la vida en el mar? ¡maravillosa! mi deporte es arrayar, hacer ejercicio; ¿tirar red? el hotel aquel de color beige no estaba ahí en el '61 y aquí puro monte. Me llamo el Negro José, aquí nací, crecí, trabajo de salvavidas en el condominio; varas, 3000 por quincena, mejor la enramadita allá arriba, cuando guste ¿qué? ah, restaurante, pues que te vaya bien, El Coralito local 5. Cinco. Por el negro pregunte.
Los cuervos andan volando, en las olas pican, en las arenas corren. Pues que te vaya muy bien, pregunto por ti. Raspados de Chamoyada, fresa y grosella, rompope, diablito, tamarindo con chile y miguelito con limón natural. De Tlapa de Comonfort, la Montaña, apenas voy ahorita, tranquilo. Poco gano pero está bonita la playa, Celestino Braulio, es una encuesta de la vida en el mar, Celestino Braulio. Andale. ¿Tú? compro esto en el centro pero no hay nada porque no hay niños chiquitos, Severina. Sí, feliz. Adiós Severina.
Reportaje de la vida en la playa, traemos gorras y bloqueadores, llevamos 10 días, mientras tengas cuidado con el sol te la pasas muy bien, niñas de 13 y 10.
Buscando la vida en el mar, de Llano Largo a media hora, los vestidos traemos varios colores, mire. Naty, si nos topamos aquí, que Dios las bendiga. Naty. Los cuervos en el desayuno, bajo palapas, sobre olas revolotean, se enamoran. Poco gano pero estoy feliz, la ranita a cincuenta pesos. En la mesa de al lado el de 18 años pide lo más caro, un gran Rolex de oro; de Guadalajara, cuatro meses pasando la cuarentena.
Ya no hables, abuela, cállate. El mejor Tomahawk y helado de pie de limón. No, no digo nada, moscas en la terraza.
Las aceras de mi barrio son hermosas, son hermosas. La casa es de un empresario Máximo Haddad, ni lo pienses, turbio; de tejas rojas, alpina, blanca con vigas de madera parece castillo suizo. Adentro mucho más bonito dice el jardinero. Hay otra que está en construcción parece observatorio, vaya usted a hablar con los policías, dicen; tenemos prohibido, es un poquito especial, no podemos dar nombres.
Nina eres simplemente fascinante👏🏻💞👏🏻💞👏🏻💞👏🏻💞👏🏻
ResponderBorrarQuerida Nina:
ResponderBorrarMe encanta como combinas historias y vivencias. Me impresiona cómo sabes los nombres de los vecinos en viven en esas calles. Yo he caminado por ellas y me encanta revivirlas con tu narrativa.
¡Qué preciosos nietos!
Cariños,
Gracias :***
ResponderBorrarHermosa Nina,
ResponderBorrarQue dios te bendiga y tus historias
Cuídate
enhorabuena
"El mar no acaba nunca de regresar, apenas lo has mirado ya se ha ido; apenas lo has perdido y ya te encuentra."
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