El mar no acaba nunca de regresar, apenas lo has mirado ya se ha ido, dedicado a Emilio Portugal Rocha
Sus montañas saladas se alejan, pero vuelven.
El gato o la gata color miel bajo la mesa del desayuno. El mismo tono, piso, sillas, bar, mesa de apoyo. Murmullo de mar, olas furiosas. La gata es muy fina. Come con cuidado las verduritas de mi omelette, las separa. Al final limpia el plato. Me la quiero llevar a México, No dice Emilio, su misión es perseguir Tlacuaches aquí. Jamás me han gustado los gatos, aunque esta es tranquila. Me encanta. La veré cuando regrese en dos semanas.
Estoy bronceada como nunca, ahora sí me veo “cubana”. Feliz con la vitamina D, lo mejor para combatir Covid. ¡Qué año este! El 2020 de pandemia, viruela, como quieran llamarle. Estoy oyendo la sinfonía número cinco de Beethoven, música del cielo, alta en sonido pero se va desarrollando en curvas, marea, ondas, oleajes. Vuelvo al mar. Juan Domingo Argüelles de Chetumal, el mar siempre regresa, sus montañas saladas se alejan, pero vuelven.
Abren las cicatrices de arena; rebosan de infinito los ojos que lo miran.
Cuando yo era soltera la Costera una alegría. Manejaba rápido de un lado a otro, al Acapulco Viejo, a la casa de Jenkins que mi mamá rentaba. Yo con mi amiga Ana Luisa y los novios nos visitaban. Papi furioso cuando nos cachaba. Éramos jóvenes y enamoradizas, felices. Nada nos preocupaba. A Le Club en las noches, bailar y bailar sin cenar, siempre a dieta, siempre delgadas.
Papi también iba a las fiesta disque a recogernos a mi y a Luis mi hermano, menor de edad. Pero veía a Lana Turner y ahí quedaba. No los encontré le decía a mami y nadie regresaba hasta la madrugada. John Gavin también andaba por ahí, qué guapo. Con algún amigo que me gustaba aunque ahora no lo recuerdo. Juventud dorada, no queda nada. Nada. Edificios horrendos en la Costera. Las aceras de mi barrio, son…feas, son feas.
Cuando yo era joven El Presidente precioso, el hotel Papagayo con sus bungalós, familias enteras, los colchones de hule de la playa Hornos, jugando en las olas y llegabas a la arena. El club de esquís de todos los lancheros. Joel esquiaba con zapatitos y luego sin nada, con sus pies. Bárbaro, el slalom perfecto y daba vueltas. Luego sin esquís. Empezó a los 4 años. Así recordaba Joel, vivía en Los Cocos de Mario Pani.
Justo antes de las curvas para llegar al hotel Club de Pesca. En la Costera hacían hamburguesas en el Club de Esquis, después de esquiar se comía una. Siempre.
En las tardes playa Hornos con grandes olas. El Papagayo estaba en frente, cruzabas la Costera. Rentaban colchones de hule, agarrabas la ola acostado, no parado como ahora, llegabas a la arena. El hotel Papagayo tenía dos dueños, General Juan Andreu Almazán quien quiso ser Presidente en 1940, no, no se le hizo, y el tío de Joel, Emilio Azcárraga Vidaurreta, hermano de la Mamá Grande que yo conocí. Preciosa viejita, vivía en la Roma, abuela de Joel.
El mar no acaba nunca de regresar, apenas lo has mirado ya se ha ido; apenas lo has perdido y ya te encuentra.
Que bonitos recuerdos Niña!!! ��♀️Precioso Acapulco hace 50 años!!!
ResponderBorrarQué bonito !!!!!!! Bravo
ResponderBorrarGracias Nina!!!
ResponderBorrarEscribes muy bien !!! Me divierten mucho tus narraciones!! ����
ResponderBorrarLindas memorias. Las expresas tan bien que me siento presente. Sigue, sigue escribiendo.
ResponderBorrarOn dirait malgré tout "La Belle vie!!"
ResponderBorrarProfitez en!
bises
Que lindo querida Nina,
ResponderBorrarTe mando un abrazo!
Querida Nina:
ResponderBorrarMe encantan tus narrativas. Hermosa convivencia con tu nieto. Por lo que describes, te veo plena y fundida con el mar y el sol. La foto con tu nieto es hermosa.
Mil felicidades.
Te mando un abrazo,
Hermosos recuerdos Nina. Tambien pase toda mi infancia y juventud vacacionando en Los Cocos donde tenia mi familia un departamento. Sigo adorando Acapulco
ResponderBorrarNini adorada, ya extrañaba tus historias tan llenas de recuerdos maravillosos, has tenido una vida fascinante.
ResponderBorrarTe quiero mucho
Nina Lograste convencer a los dueños del Hotel en Acapulco que te regalaran el precioso Gato?
ResponderBorrarNina me encato!!
ResponderBorrarQué buenas épocas y qué bien las describes Nina.
ResponderBorrarQue hermoso querida Nina
ResponderBorrarQuerida Nina sé que estás muy ilusionada con un gato aquí en el hospital español están regalando los que quieras ellos con mucha ilusión te los dan de todos los colores te van a encantar
ResponderBorrarNina , como me divertí con el Blog de Acapulco , recordé a tus papás , a tu abuela y a Cari . Cómo nos divertimos con los amigos y las aventuras porque no tenían un centavo , pero eran muy guapos y educados ! Recuerdo con mucho cariño todos esos felices momentos.!
ResponderBorrarGracias Muchos besitos Cuídense Mucho
ResponderBorrarQué buenos y bonitos recuerdos Niña!! Me encanta tu prosa. Muchos saludos a Joel y besos para ti
ResponderBorrarQue belleza Acapulco!! Muy bonitos recuerdos.Ya nada es igual desgraciadamente. Nina
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