Berlin II, El Wannsee donde se planificó la Solución Final, pero nosotros fuimos a ver arte
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Ese día seguimos por los bosques de Wannsee hacia el parque Glienicke y almorzamos (lunch) en el palacio prusiano del mismo nombre. Todo el Wannsee está lleno de palacios donde los príncipes y nobles del imperio de Prusia iban de cacería en el siglo XIX y principios del XX.
Vimos las criptas de los Hohenzollern, la dinastía prusiana que tuvo origen en Suabia en el siglo XI y gobernó el poderío de Prusia y Brandenburgo hasta el final de la Primera Guerra. Después ni Joel quien fue a Le Rosey en Suiza entre 1955 y 1960 cuando iban todos los elegantes del mundo, conoce a ningún Hohenzollern. Sin embargo existe un Jorge Federico, Príncipe Real de Prusia, se casó con una princesa alemana para mantener el título y se dedica a la Fundación Prusiana que da becas a niños necesitados para que vacacionen en el castillo de Hohenzollern.
Julia y yo subimos rápido y ligeras los 270 peldaños hasta lo alto de la cúpula de la catedral y disfrutamos de las vistas preciosas de Mitte, el centro de la ciudad. Había frio, viento y sol, un día maravilloso.
¡Volveremos!
Hogar de Max Liebermann, aquí vivió y murió, Palacio Liebermann en Pariser Platz fotografia de 1892 |
Berlín II, El Wannsee donde se planificó la Solución Final, pero nosotros fuimos a ver arte (dedicado a Teo y Andrés Rossbach)
Würste con papas y vino tinto, el fast food en el Zeughaus
Me encontré con mis amigos cubanos de Berlin, Ania Puig, curadora y el artista Pozo Cruz quien vive y trabaja en Berlín. Estuvo en La Habana recientemente y “todos los artistas, hasta los más jóvenes conocían mi trabajo”. Es un pintor de primer orden. No pudimos pasear por falta de tiempo pero comimos en Gendarmenmarkt, hablamos de Aldo Menéndez, Ella Fontanals-Cisneros, Gustavo Pérez Monzón y René Francisco Rodríguez, este último va a ser padre otra vez ¡después de tantos años! Alicia, su hija única hasta ahora, está en el último año de Tufts University y parece que es tan inteligente y talentosa como él.
René Francisco con Alicia; Pozo, Nina y Ania en Berlín |
Con la familia de Chris mi yerno y los niños fuimos al lago Wannsee, en las afueras de Berlín, donde se encuentran las mansiones y casas de campo de la gente rica de la ciudad. En ese lugar tan hermoso se reunieron 15 oficiales nazis en enero de 1942, en la Villa Marlier, para planificar la Solución Final, que como sabemos exterminaría a los judíos de Europa. Los encabezaba Adolf Eichmann quien denominó su proyecto de eliminación sistemática como “reinstalación”.
Villa Liebermann en el Wannsee, expropiada en 1940, hoy Museo, exhibición London 1938, Defending 'degenerate' art |
Pero nosotros fuimos a la Villa Liebermann a ver arte, la exhibición “London 1938, Defending ‘degenerate art’”, misma que se mostró en Londres con el título de “Twentieth Century German Art” en 1938. En ese entonces se trataba de la reacción internacional más importante a favor de la libertad cultural y en contra de la propaganda Nazi que consideraba como “degenerado” todo arte abstracto, de crítica social y producido por artistas judíos o comunistas. Es increíble que estaban ahí obras maestras -recuperadas después de la Guerra-, de los pioneros del arte modernista alemán y de artistas germanoparlantes: Max Beckmann, Otto Dix, Wassily Kandinsky, Emil Nolde, Paul Klee, Oskar Kokoschka, Lovis Corinth, Max Slevogt y el mismo dueño del chalé en Wannsee, Max Liebermann.
Casi todas estas pinturas pertenecían a la colección privada de Max Liebermann.
Era una casa construida en 1909 con terrazas de flores en el jardín que bajaban hacia la playa, donde la familia pasó todos los veranos hasta la muerte de Max Liebermann en 1935. Albergaba la formidable colección de arte impresionista de la vanguardia francesa. Siendo el artista líder en Berlín, presidente de la Secesión de Berlín y director de la Academia de las Artes de Prusia, Liebermann propició y abrió el camino del impresionismo hacia la modernidad.
Su vida fue muy interesante y llena de esplendor casi hasta el final, nació en Berlín en 1847 hijo y nieto de acaudalados judíos textileros. Sus primeros años los pasó en la calle de Behrenstrasse (mi favorita de la ciudad porque ahí está mi hotel y su restaurante italiano el Sagrantino) y enseguida se mudó al palacio Liebermann en Pariser Platz 7, a la derecha de la Puerta de Brandenburgo. Estudió pintura en el Kuntshochschule de Weimar y después sirvió voluntariamente en la guerra franco-prusiana de 1870. Vivió entre Paris, Barbizon y Amsterdam; cayó en profunda depresión en 1878, sentía no poder aportar nada a los maestros franceses.
(No tenemos que preocuparnos por las depresiones, son signo de que estamos vivos).
En Alemania hizo paisajes y retratos, entre estos los que vimos en su casa de Albert Einstein y Paul von Hindenburg quien era entonces Presidente de la República de Weimar. En 1933 renunció a la presidencia de la Academia Prusiana de las Artes, antes de que se prohibiera la exhibición de obras de arte producidas por judíos y llegó a ver con “ganas de vomitar”, desde su palacio, la marcha victoriosa de los nazis a través de la Puerta de Brandenburgo. Murió antes de que le expropiaran todos sus bienes –la Villa Liebermann y las obras de arte en 1940-; no tuvo tiempo de imaginar que su esposa Martha Liebermann iba a suicidarse en 1943 cuando a los 85 años le notificaron que iba a ser deportada al campo de concentración Theresianstadt.
Ese día seguimos por los bosques de Wannsee hacia el parque Glienicke y almorzamos (lunch) en el palacio prusiano del mismo nombre. Todo el Wannsee está lleno de palacios donde los príncipes y nobles del imperio de Prusia iban de cacería en el siglo XIX y principios del XX.
Berliner Dom, Altes Museum y Deutsches Historisches Museum
El Berliner Dom es uno de los edificios emblemáticos y mas hermosos de Berlín |
Con Julia, la joven colombiana que Alina mi hija trajo de Londres para que la ayudara con sus hijos y los de su cuñada, fui a Mitte el día 25 de diciembre, día especial en Berlin para gozar de los parques, lagos, bosques y museos. El Berliner Dom es la catedral Evangélica neobarroca construída a finales del siglo XIX cuando el Kaiser Guillermo II mandó a demoler la neoclásica catedral que el brillante arquitecto Friedrich Schinkel había remodelado. Actualmente toda obra de Schinkel en Berlin es el “Hit de Hits” y se están reconstruyendo sus edificios.
Adentro del Berliner Dom, quizás está Dios aquí |
Museo del Berliner Dom, subiendo a la cúpula, se muestran trabajos de restauración |
El Berliner Dom al igual que toda la ciudad fue bombardeado por Gran Bretaña y los Estados Unidos (ya cuando Alemania estaba vencida) y hasta 1975 comenzó la reconstrucción. Le había caído una bomba justo en su cúpula. Su parte superior es ahora más simple y de menor altura que la original, pero a nosotras nos parece grandiosa y gloriosa. “Quizás Dios está aquí”, pensé cuando entré.
Vimos las criptas de los Hohenzollern, la dinastía prusiana que tuvo origen en Suabia en el siglo XI y gobernó el poderío de Prusia y Brandenburgo hasta el final de la Primera Guerra. Después ni Joel quien fue a Le Rosey en Suiza entre 1955 y 1960 cuando iban todos los elegantes del mundo, conoce a ningún Hohenzollern. Sin embargo existe un Jorge Federico, Príncipe Real de Prusia, se casó con una princesa alemana para mantener el título y se dedica a la Fundación Prusiana que da becas a niños necesitados para que vacacionen en el castillo de Hohenzollern.
Castillo de Hohenzollern al sur de Stuttgart, de la familia que gobernó Alemania durante la Edad Media y Prusia y Brandenburgo hasta el final de la I Guerra Mundial |
Desde la cúpula del Berliner Dom vemos Mitte, el centro de Berlín |
Seguimos al Altes Museum, obra maestra arquitectónica de Friedrich Schinkel terminada en 1828 con rotonda central y galería de veinte columnas jónicas, vimos todo lo que fue la antigüedad clásica etrusca, griega y romana. Julia estaba feliz. Después a comer a la cafetería barroca de techos altos del Zeughaus donde pedimos Würste con papas y vino tinto –las señoras alemanas al lado nuestro dijeron “eso es fast food”-, y un postre delicioso.
Diseñado por el gran arquitecto de Berlín Friedrich Schinkel en neoclásico con columnas jónicas, siglo XIX, uno de los edificios más significativos del clasicismo |
Estuvimos con nuestros audio guías más de dos horas en el Museo Histórico Alemán (Deutshe Historiches Museum DHM); vimos videos, pinturas, esculturas, armas y armamentos antiguos, muebles, objetos, gobelinos. Ya cuando entrábamos a la “Era de Luis XIV” de quien el pensador y genio alemán Leibniz dijo ser “uno de los más grandes reyes que jamás hayan existido”, oímos en los altoparlantes «Das Museum schließt, bitte lassen sie Ihre Kopfhörer und…”
Amazona herida de Polykleitos de Argos 430 BC Roma era clásica, una de las más famosas obras de arte |
Siempre he sido feliz en los museos, hasta en este de la complicada y enredada historia de Alemania como parte del Sacro Imperio Romano Germánico a partir del año 843 y posteriormente desde la unificación de Alemania como Imperio Prusiano en 1871 hasta nuestros días. Nos quedamos en el siglo XVII, volveremos.
Faience bajo relieve Pyxis, tumba de Vulci, recipiente en azul egipcio 750 - 700 BC, norte de Siria |
LuisXIV "el Rey Sol" de Francia y Navarra, gobernó durante 72 años; la política principal de los Borbones fue asegurar su dominio sobre los Habsburgo |
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