Betsabée Romero con su mamá en el St Regis
Betsabée Romero con su mamá en el St Regis Palestina Libre en el Tamayo Los días de muertos en la Ciudad de México son especiales. Pensamos en los que se fueron antes, con cariño, con amor, los extrañamos, quisiéramos volverlos a ver, yo, por lo pronto a mi abuela , a Teo y Carlos mis hermanos, a Mami y Papi (aunque estos últimos partieron enojados conmigo). El 1 y 2 de noviembre México está de fiesta, los muertos viven, sonríen, nos esperan, celebran con pan dulce de huesitos y tequila, con flores anaranjadas, con papel picado, velas, palmatorias, catrinas (recuerdo de José Guadalupe Posada y Diego Rivera ), los altares tan personales en las casas que una vez habitaron. No, no fui al cementerio, desde hace tanto, tanto. Ahí están mis padres y Teo. Carlos no, él se quedó en un río de Costa Rica. No estés triste, Nina , tus muertos, y Anita , la nana adorada que hace poco marchó, regresaron esos días para convivir, compartir, recordar y querer. Así lo vio ...