La Habana II. Contradicciones en mi tierra, lo bueno y lo malo Fiesta, mar y arte, mejor no se puede
Feliz en mi tierra, infeliz también. Feliz por el mar, las nubes y palmas, sistema de salud que funciona, me consta por un amigo extranjero a quien atendieron de emergencia, rápido, en el hospital Ortopédico Docente Fructuoso Rodríguez. No pidieron ni documentos ni dinero. Infeliz por La Habana que se derrumba y los mosquitos que han enfermado a casi todos mis conocidos: Chikunguña, oropuche, sika o dengue por ahí. Fiebre alta y muchos dolores, no se puede ni caminar, no hay fuerza en las manos, como si tuvieses artrosis de un anciano , Detergente siempre, hasta en la cara, orejas y dedos de los pies. Apagones a cualquier hora, de 12 y 16 horas, a veces tres días seguidos, salgo a caminar en la oscuridad, brisa, noche y gente preciosa. Gasolina tampoco hay, se consigue a sobreprecio. Así las cosas. Y sin embargo…fiesta el segundo día de mi llegada en la Embajada de Noruega , como si nada. Mucha gente contenta en la isla tropical. El Embajador es coleccionista de arte contemporáne...