Londres 3, del Wobbly Bridge al Tate al Athenaeum de Dickens y Darwin, dedicado a Verónica Anaya

El tío Leo invitó a Serena Russell mi roommate, nieta del Duke of Marlborough Después de ver el Hanged Man de Bruce Newman en el Tate Modern (ahorcado con erección) estuve un rato en la terraza de miembros mirando hacia el Millenium Bridge de Norman Foster. Cruza el río Támesis desde la catedral St. Paul’s hasta el museo tantos recuerdos. Irónico que sea un puente colgante; tiene 20 años abierto al público. Wobbly bridge como le dicen, se meneaba antes de ser bien amarrado. Sexo y muerte entrelazados. Pato Pequín en el Min Jiang, en el Royal Garden Hotel de Kensington: vino blanco, era la última cena antes del “lockdown” de a cien libras por persona. Con las amigas de Alina y Chris ambas gringas, una con brillantón en dedo. Hablaron de elecciones, yo observé. Cuarenta minutos a la casa con luna majestuosa y viento frío en la cara. Riquísimo clima. Luces rojas de los automóviles que se manejan al revés, volante en la derecha; verdes de los semáforos. Picar el botón que dic...