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Cielo muy azul, verde todo alrededor, flores amarillas

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Adiós a tus ojos color del mar que me hicieron amar la Naturaleza y sus araucarias Antes de regresar a  São   Paulo quise ir a un bar de quesos y jamones llamado Moura Emporio en Paraty, todo bonito ahí, los vinos y las charolas de madera. Así, contentas Lara y yo, decidimos regresar a la gran ciudad. Subimos, subimos por curvas sinuosas hasta la cima de la montaña. De ahí bajamos, bajamos en línea recta. Brasil precioso, verdor, árboles, araucaria (pino), otros de flores amarillas (Lapacho amarillo), nativo de la vegetación de allá. Fue un viaje solitario para mí, interno, un cielo tan azul, difícil de creer. Y todo verde alrededor. Desde lo alto vi aldeas con casitas blancas y tejas rojas, cobijadas por montañas. Granjas, cultivos de hortensias. Paramos en una tienda de mimbres. Muebles, cestos, individuales. Curioso. Resulta que hoy en día hay muy pocos países que cultivan la fibra natural y fabrican objetos. La dueña del lugar nos regaló, para el viaje, caramelos de maní y...

La cuarentena diaria, hoy la voz de Pedro Infante y las Jacarandas azules o moradas, dedicado a Ana, Mercedes y Teresita

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Las Ninfas sin círculo Pasaste a mi lado con gran indiferencia, tus ojos ni siquiera voltearon hacia mi; te vi sin que me vieras, te hablé sin que me oyeras y toda mi amargura se ahogó dentro de mí …La voz de Pedro Infante.  Todos los días en la mañana voy a Las Ninfas en la Tercera de Chapultepec, camino 10 minutos con las pesas en mano, salgo y regreso a mi casa. Tachito me acompaña.  Ya leí el Vendedor de Silencio de Enrique Serna, sobre el periodista brillante y corrupto Carlos Denegri, misógino, ultimado por su esposa Natalia en 1968. Lo había sacado del  Excélsior  nada menos que el incorruptible Julio Scherer, tal como Robespierre, el puro de espíritu y profesión. Fui a Gandhi y compré una novela criminal de Jorge Volpi, la verdadera historia de Florence Cassez. Al regreso quise “reposar” un rato, casi una hora, respirando, inhalando lo bueno, exhalando lo malo.  Después subí a la oficina, ya estaba Ricardo. Tachito también s...