Cielo muy azul, verde todo alrededor, flores amarillas

Adiós a tus ojos color del mar que me hicieron amar la Naturaleza y sus araucarias Antes de regresar a São Paulo quise ir a un bar de quesos y jamones llamado Moura Emporio en Paraty, todo bonito ahí, los vinos y las charolas de madera. Así, contentas Lara y yo, decidimos regresar a la gran ciudad. Subimos, subimos por curvas sinuosas hasta la cima de la montaña. De ahí bajamos, bajamos en línea recta. Brasil precioso, verdor, árboles, araucaria (pino), otros de flores amarillas (Lapacho amarillo), nativo de la vegetación de allá. Fue un viaje solitario para mí, interno, un cielo tan azul, difícil de creer. Y todo verde alrededor. Desde lo alto vi aldeas con casitas blancas y tejas rojas, cobijadas por montañas. Granjas, cultivos de hortensias. Paramos en una tienda de mimbres. Muebles, cestos, individuales. Curioso. Resulta que hoy en día hay muy pocos países que cultivan la fibra natural y fabrican objetos. La dueña del lugar nos regaló, para el viaje, caramelos de maní y...