Las puertas de las mansiones son curiosas en las aceras de mi barrio, dedicado al vecino y amigo Armando Colina

Aceras rotas de mi barrio Brahms se enamoró perdidamente de Clara Wieck, ella de Robert Schumann En la caminata por las aceras de mi barrio vi puertas de casas, más bien de mansiones. Algunas eran bajitas, de color café con dos faroles a los lados bajo un umbral de tejas; intuí que adentro había una escalera en espiral al aire libre. Sobre la barda de piedras un árbol tendía sus brazos. Otra puerta pequeña pero a un metro de distancia de la reja con picos negros, escalones. Letrero bajo el techo que advierte “Peligro”. Bugambilia color entre rosa y púrpura sale hacia la calle, la pared de ladrillos rojos y reja negra. En la banqueta cuatro ficus con melenas redondas. Paso de peatones todo roto, raíces y hiedra. Las aceras de mi barrio son hermosas. Dos ficus gemelos, Hibisco y acera rota Con Brahms en el pensamiento y el canto de los pájaros, canciones húngaras. Viajamos atrás a 1863 cuando la capital cultural de Viena se había convertido en hogar de Johannes Brahms , era...