Hizo veredas a machetazos entre las matas, hierbas y espinas, dedicado a Esther Pliego de Salinas

Las Chachalacas cantan ¡Gurrah! ¡Gurrah! mientras Urracas alborotan entre Palmas, Bromelias, Helicondias y rocas La mujer rubia de ojos de mar y reflejos de luz brillante es menuda. Se mueve rápido como venado de cola blanca entre árboles y plantas que son vida y pasión, que ella algún día soñó cuando hizo veredas por la maleza paso a paso, machetazo a machetazo. Por la montaña. Era gruesa, verde, profunda y exuberante aquella maleza. Cuidando cada árbol se formaron las sendas: laberinto sinuoso, bello como el “Para Elisa” de Beethoven. Imagino al pianista y bailarinas delicadas como porcelanas de Meisen. Siento lo etéreo y mágico, aire puro donde las Chachalacas cantan ¡Gurrah! ¡Gurrah! y las Urracas bonitas con cola azul y copetitos se alborotan. Árboles se estremecen con el viento húmedo del Trópico, misterio y romance del Palo Mulato. Se pela precioso, mira, dice Esther, da unos colores verdes y rojos. Ella es muy hermosa, carácter y sentido común. Fortaleza interior sob...