Venecia II, en Giardini pabellones de Germania y Australia
Temprano a las 10:00 a.m. estábamos en la Farmacia Italo-inglesa que consiguió Chris mi yerno. Pude dejar pagadas las píldoras de la locura que recogería a las 7 de la noche. Con Tai seguimos al Arsenal caminando, entramos por “AMEX patrocinador”, luego a Giardini, palacio de exposiciones construido en 1894-1895, con fachada neoclásica. Antes comimos en el restaurante de siempre, de la bienales anteriores, en el restaurante de Arsenale, la pasta estaba vomitiva. Yo no la comí pero Tai dejó el plato vacío. Nos gustó el Pabellón de Germania con su artista Yael Bartana, impresionantes los videos del futuro, como unos Ovnis. Y lo que quedó después de la III Guerra Mundial. Subías unas escaleras a ver los cuartos que dejaron los últimos humanos. Guerra, los europeos piensan en Guerra, tienen a Putin por ahí. El Pabellón de Australia ganó el Premio León de Oro al mejor pabellón de la Bienal de Venecia, con homenaje a sus aborígenes, seguramente porque es lo politically correct.
La obra del artista Moore, que es parte australiano y parte escocés, es celebración de la resistencia de los aborígenes, cultura continuada más antigua de la humanidad que ha sufrido múltiples intentos de aniquilación. El artista dibujó con tiza blanca el árbol genealógico de 65,000 años atrás, ocupando todo el pabellón incluso el techo. En el centro, flotando sobre charco de agua, una enorme mesa con miles de documentos sobre muertes de indígenas australianos en las últimas décadas.
Claire Fontaine, colectivo anarquista que luchó contra la xenofobia en Turín, 2000, anuncia Foreigners Everywhere / Stranieri Ovunque (60th International Art Exhibition / 60. Esposizione Internazionale d’Arte, 2024. Es una serie de esculturas en neón en todos los idiomas, sobre el canal, columnas y arcos de un lado. Una escenografía preciosa. Se trata de aquella extrañeza que experimentan inmigrantes y otros marginados, y de cuestiones de raza, género y clase ¿no será también que todos nosotros hemos sido extraños en algún momento o lugar de nuestras vidas? Por ejemplo, si no te sientes bienvenida(o) en una fiesta, si te botan de la escuela, si eres gay o lesbiana, si piensas diferente a los de tu grupo, si tu mamá te castiga o no te prefiere, si eres feo o fea, gordo o gorda, si musulmán o ateo, si menos inteligente que tus hermanos, o mucho más. En fin. Ese es el lema de la Bienal de Venecia, que acaba ahora el próximo domingo 24 de noviembre.
Llovía y llovía, Taiyana y yo teníamos los mismos chubasqueros que habíamos comprado antes, en Barcelona. La tienda de la Bienal era horrible, no había nada. De cualquier forma encontré unos t-shirts de Foreigners Everywhere para Alina y Chris y una regla muy larga para Andrés (de Venecia iría a Londres). Después de perdernos regresé a la Farmacia Italo-inglesa a recoger las píldoras para dormir y para la memoria. Llegué al Teatro La Fenice tan cerca del hotelito, pedí vino blanco y tehuacán. Ya habían cerrado las tiendas, entró Tai cansada. Ella había comprado tantas cosas que le dije que era “emotionally inmature”. Profesionalmente de nivel mundial, habla inglés perfecto, lo aprendió con mucho esfuerzo. Se relaciona con los más interesantes artistas, comisarios y coleccionistas. Además, es una de mis mejores amigas, tiene un loro que se llama Manolo a quien adora.
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