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Mostrando las entradas de septiembre, 2021

A Paola Prom le gusta el arte, está enamorada de Antonio, dedicado a los Chedraui amigos queridos

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Obatalá, Virgen de las Mercedes y de las Alinas de mi vida, Rocha, Beruff y Menocal  Caminando por mi barrio sonrío al ver la Tibouchina, planta flor roja-morada de hojas aterciopeladas conocida como glory bush o glory tree. Aparecen los lirios rosas, que refieren a la bondad, ingenuidad y juventud. Unas cuatro tortolitas cantan sobre barda de piedra gris, aves fieles entre los miembros de la pareja. Si voy a El Palacio de Hierro veo más flores sobre el camión de perfumes Miss Dior, entro a pasear; no compro nada. Se acaba el mes de septiembre, mes patrio, de la Virgen de las Mercedes, Oxalá, Ochalá y Obatalá, una de las deidades más importantes en Santería. Dueña de todo lo blanco, de la cabeza, los pensamientos y los sueños, creadora de la Tierra y escultura del Ser humano. Leo Como Polvo en el Viento  de mi querido amigo Leonardo Padura, escritor y guionista, creador del Detective Mario Conde y de la mejor novela jamás, El hombre que amaba a los perros.  El día de la Virgen fue tam

Carmelita, corazón de Real del Monte, su último latido, dedicado a Imelda Gutiérrez su hija

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  Díaz Canel de la KGB vino a amargar el día de la Patria, AMLO eres un…  Se fue Carmelita, una dulzura de mujer. Sí, estoy triste. Mis hijas no paraban de llorar, salieron a Real del Monte a darle la noticia a su mamá. Carmelita era mayor, su madre aún más, Anita, nana de toda una vida, tantos recuerdos. En paz, descansa en paz. Carmelita mujer tranquila, amaba el bosque, los árboles, las flores del campo, silvestres y los hongos. Creció con su abuelita quien la enamoró de la naturaleza. Suerte que tuvo, el verdor con ella, los azules del infinito y aire puro en alma pura. “Si todo fuera como eso”, decía, era fácil amar la creación, madre tierra, padre cosmos. Siempre pensó en una familia y nacieron cinco, Enrique, Ana Cecilia con el nombre de su madre; Juana en honor al hombre que amó con todo el corazón, el que a veces no la comprendía pero a quien nunca abandonó ; Daniel su hijo que se fue antes que ella, justo antes, e Imelda la artista, el apoyo de todos, luz del hogar.  Carmelit

Se le aguan los ojos cuando habla de Esther, dedicado a Hugo Salinas Price

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Un día de lluvia a la UNAM, el campus más bello del mundo  Hugo Salinas Price, primo al que Joel adora, admira a China, que ha salido adelante con economía independiente. Y más a Rusia desde hace años, por el sistema político que precisamente no es una democracia; funciona según la intención de sus gobernantes, como reloj. De eso conversamos en la comida a lo alto del edificio Elektra en el sur de nuestra ciudad. Se le aguan los ojos cuando habla de Esther, amor de su vida, mujer que ha estado a su lado 60 años o más. Recuerda todo, desde la luna de miel por toda Europa en aquel Fiat Millecento, que cuando lo vendió pudo recuperar gran parte de lo que había costado. Estuvieron seis meses en el antiguo continente mientras acababan los dólares, regalo de bodas de Hugo Salinas Rocha, su papá. De regreso a México los recién casados pasaron por Estados Unidos, se habían gastado todo el dinero y la abuela en Filadelfia prestó para el taxi que los llevó al aeropuerto.  Hugo Salinas Price fue

Todas las vidas, aventuras únicas en el tiempo, dedicado a Carmelita

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Lloro por el abandono en el Luxemburgo, tal vez lloró María de Medicis  La detestable Covid, mi linda Carmelita está hospitalizada, campesina de Real del Monte, Hidalgo, hija de 75 años de Anita, nana de mis hijas. Carmelita, una mujer muy dulce de pocas palabras. Todas las vidas son únicas, la de ella una experiencia tan plena como la de cualquier gran personaje; sencilla, las cosas más simples son siempre las mejores. Pienso en tí. Ahora me entero que tu hijo Daniel también estaba hospitalizado, murió. Ay, cuando despiertes lo sabrás. Mi tía Conchita de 103 años nos dejó también, ella porque tocaba. Desde su casa de Red Bank, New Jersey, veía a lo lejos. Quiero irme a la Calle G, pidió, en el Vedado, y de ahí a Varadero. Que venga Ramón el marinero. Posiblemente ella ya está allá, caminando de la mano de sus hijos, mis primos, por las arenas blancas. El mar azul turquesa, días felices de sol y sal. En la Ciudad de México hace frío, llueve, hielo en el alma. Vámonos atrás, a los días