Ron Brasch, gran mecenas de arte cubano, Bienal de la Habana Parte II (dedicado a Ron Brasch)
Ron Brasch y Una su esposa, él gran mecenas de arte contemporáneo cubano, dejará legado al Center for the Fine Arts de Colorado Springs Mamacita quería caminar y nos íbamos a merendar al Carmelo Quise ir al Carmelo. Me trae recuerdos de Mamacita, mi bisabuela materna. El último año que viví en Cuba lo pasé en la Calle B, del Vedado, con mis abuelos Johnson y Mamacita. Mis padres estaban en Ciego de Avila, Camagüey cuando un día decretó papi “¡No hablas ni una palabra de inglés” y me mandó para La Habana al Ruston Academy, la mejor escuela estadounidense en América Latina. No duré ni dos días. El director James Baker llamó a mi abuelo, quien era Presidente de la Junta de Directores y le dijo “que venga tu chofer todos los días por uno de mis profesores”. Así fue que de lunes a viernes me sentaba en la sala ovalada de molduras doradas de la calle B, diseñada a principios de los 1920s por la Maison Jansen de Paris, con un maestro del Ruston. Después de una hora el chofer lo re