Barcelona III. 500 altavoces con el graznido de las abejas amenazadas
Exudates, parte de la cicatrización y atardecer en Las Tres Chimeneas
La Porxada, sobre pavimento de piedra, con 15 columnas también de piedra y tejado, construida entre 1586 y 1587, es el elemento arquitectónico más característico de la ciudad de Granollers. Originalmente servía de cobijo al mercado agrícola que fue tan importante en su tiempo. Esaim es una instalación sonora del artista francés Félix Blume, consta de 500 altavoces, cada uno de los cuales graban el
zumbido de una abeja mientras poliniza. Así el público experimenta el coro de las abejas y se siente parte de un enjambre. La obra centra la atención en las abejas
amenazadas por contaminación, agricultura y cambio climático. Hay que tomar medidas drásticas para evitar que su población disminuya. Durante la Guerra Civil española, La Porxada quedó parcialmente destruida por bombardeos aéreos de fuerzas leales a Franco, que mataron a cientos de civiles inocentes. Como el zumbido de las abejas, se compara con el sonido de aviones y trae un recuerdo sonoro de aquellas devastadoras descargas.
Después al Museo de Ciencias Naturales de Granollers que está en una torre modernista construida en 1912, rodeada por jardín de vegetales, rocas más comunes y algunos animales vivos. Me tuve que ir como loca de ahí a buscar una tienda de electrónica, necesitaba un cargador para mi celular. Pérdida, por supuesto, me encontró Amelia, sobrina de Taiyana. A correr para que no nos dejara el camión de las curadoras inglesas. Pero Sergio el chofer ya era mi amigo, no nos iba a abandonar. Seguimos a la antigua Prisión de Mataró, edificio semicircular de ladrillos y arcos que podría ser palacio o castillo construido en 1851, según sistema panóptico. Desde el centro del patio se pueden ver todas las celdas.
En las grietas como heridas de la cárcel, salen esculturas parasitarias de la artista catalana Eva Fabregas. Parecen órganos del intestino, color de rosa y carne, moldeadas por el aire, inquietantes recordatorios de tensión y relajación. Estas membranas arrugadas, de látex, desestabilizan la particular arquitectura del edificio. La obra se titula Exudates, como el fluido que sale de una lesión o inflamación. La exudación es parte normal del proceso de cicatrización. Sin embargo, en la cantidad, lugar o composición equivocados, también puede retrasar la recuperación. Las parasitarias de Fabregas son muchas dentro del recinto, lo alteran y al tiempo son elemento simbólico para su rehabilitación. La obra de esta artista catalana difumina líneas entre lo humano y lo no humano, fusiona lo orgánico con lo inorgánico. Nos imaginamos otros cuerpos posibles, otras formas de sentir, de cuidar y de estar en el mundo.
Cae la tarde, un atardecer en naranja vivo confundiendo y combinando nubes grises y cielo azul. Las Tres Chimeneas y fiesta. Taiyana dijo que estaba muy cansada, yo también pero me tiré del camión con Amelia, a celebrar. Se alzan sobre el paseo marítimo norte de Barcelona como una reliquia del pasado industrial de la ciudad. Míticas e icónicas, estas tres formas gigantes en el paisaje de San Adrià de Besòs tienen 200 metros de altura. Datan de los años 70 y eran parte del diseño de una central térmica más grande. Durante años, el sitio fue foco de lucha de conservación para evitar su demolición, y en el pasado 2023, el municipio les otorgó a las Tres Chimeneas la protección patrimonial.
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