Oaxaca I. Laurie lleva 39 años en el barrio de Xochimilco, donde llueven gotas de Dios

Yo nací el día de la Virgen del Rosario a la que saludé y felicité en estos días oaxaqueños   

En el suroeste de México está la Ciudad de Piedra Verde, donde se cruzan la Sierra Madre del Sur y la Sierra Atravesada, aunque aquí la gente mira las montañas y dicen “la Sierra”, sencillamente. Así todas las mañanas Laurie amanece mirando la Sierra desde su ventana de la casa de Tezontle rojo y jardín paradisíaco que ella sola soñó e hizo. La flor nocturna es La Dama de Noche, se abren despacito los muchos botones en la oscuridad, espectáculo emocionante que nos tenía pendientes. ¿A qué horas La Dama se vestirá para nosotras? A veces a las ocho, a veces a las diez. La saludamos con una linterna y gozamos de sus pétalos blancos como hermosas plumas en la brisa. Otra planta de la que no conocemos el nombre, cuando abre es una sorpresa, ¡POP!, flor blanca con pistilo rosa encendido de punta amarilla. Artista neoyorkina que vivió en Venecia, Dubrovnik, Berkeley, San Francisco, Barcelona y Ámsterdam, viajante que encontró un día el lugar perfecto. Laurie lleva en Oaxaca 39 años en el barrio de Xochimilco, fundado a finales del siglo XV. Aquí se respira un aire especial; llueve, llueve, llueve, drops of God como el título de reciente programa de TV.  

Llevo dos noches durmiendo diez horas y avanzando un nuevo día Ma-ra-vi-lloso. Las paredes de la vecindad están tomadas por murales populares, algunos abstractos, todos con referencias claras –pájaros, montañas y corazones- a este pueblo de zapotecas y mixtecos que mantienen sus costumbres por lo accidentado y aislado del territorio. He preguntado acerca de las pinturas de gran formato, pero solo averigüé que aparecieron en los muros justo antes de la pandemia y que los firma “Efe de Froy”.  Alegran mi corazón, sobre todo uno ya bastante deslavado con las figuras de dos amigos que se quisieron mucho, Pedro Infante (1917 – 1957) y Jorge Negrete (1911 – 1953). Por esa callejuela fuimos a dar a casa de Nina Zapata que nos invitó a comer. Estoy con Laurie pero también vinieron a la Ciudad de Piedra Verde mi hija Alina y nieto Teo de 17 años, muy alto y guapo. Alina se dedica a investigar sobre temas de gobernabilidad y las políticas del cambio, cómo impulsar sociedades más incluyentes; Teo está aquí aprendiendo buena gramática en Español y enseñando Matemáticas a niños locales.

En el mercado de artesanías cualquier cosa es posible, hasta encontrarse con Xóchitl que compraba igual que todo el mundo. Un San Antonino rosa mexicano para estar a tono con Barbie. Yo compré una vajilla para 10 personas en el Colectivo 1050 a la vuelta de casa de Nina mi tocaya, servilletas tejidas de diferentes colores y bolsitas para regalar en próximo viaje a Europa. Ví las guayaberas con bordados para hombre, una en especial muy elegante en azul oscuro, para un amigo adorado y adorable, pequeños alebrijes que tenían que ver conmigo, como los pollitos, por ejemplo; y dos vestidos preciosos para próximo viaje a Acapulco. Entré en Santo Domingo varias veces a rezar. La capilla lateral dedicada a la Virgen del Rosario, del 7 de octubre, día en que yo nací. La capilla de la Virgen del Rosario es del barroco novohispano, siglo XVII, donde trabajaron obreros mexicanos y arquitectos españoles ¡la cumbre¡ En su época era La Casa de Oro y la octava maravilla del mundo según publicó fray Diego de Gorozpe en un impreso de 1690. Es una de las mas importantes creaciones artístico-religiosas de México. Resulta que el culto a la Virgen del Rosario fue difundido por los dominicos. Estos llegaron a Oaxaca en 1526 y hasta 1650 construyeron la Capilla, consagrada en 1690. Desde entonces la enseñanza del Santo Rosario ha sido clave, espiritualidad que nos lleva a la Madre María, siempre María.