Biblioteca Nacional de Francia, Gloria de Dios

Busto de Séneca, monedas griegas Pellerin, Medallones chinos, ánfora panatenaica, camafeo Julie y Colgante de María de Medici 

Me quedé en recuerdos de París que ahora se me van, vuelan lejos, los veo entre nubes y niebla. Que conocí la Biblioteca Nacional de Francia, la de la rue Vivienne que es la “casa madre”, en un edificio del siglo XVII. Esta es una Gloria de Dios, Dios existe. Después de 10 años de obras se inauguró en septiembre de 2022 Richelieu, en pleno corazón del París histórico, con un nuevo jardín Vivienne diseñado por paisajistas, de plantas papyríferas que son soportes de escritura y de impresión: morera, bambú, papiro. Así, el jardín se relaciona con la Biblioteca como lugar icónico de conservación de las obras en papel. Está exactamente en el sitio donde el cardenal Mazarino (1602 – 1661), sucesor del cardenal Richelieu como Primer Ministro, ordenó crear su vergel del palacio en el siglo XVII. 

Hay una enorme escalera en caracol en el lobby de entrada, llegamos al recinto de textos y objetos antiguos. Ahí se ven con la colección de los reyes de Francia, joyas y piedras grabadas, jarrones, esculturas y otras piezas excepcionales. Principal colección francesa de la arqueología como ciencia y del desciframiento de escritos antiguos. Hay un busto que se supone es de Séneca, filósofo y político romano que fue tutor durante la infancia de Nerón. Vasijas decoradas, piezas en bronce, estatuillas en terracota con figura la ménades, mujer poseída por locura dionisíaca; máscara de momia con corona de flores, en estuco con colores vivos; armarios de medallas para albergar colección de monedas griegas Pellerin (1684-1782), reconocido numismático. Puertas y laterales de uno de los medallones estaban revestidos con paneles de laca Coromandel, cortados de un biombo realizado con la técnica del “kuan cai”, China (1662-1722). 

Otro Medallón con paneles de laca Coromandel China, finales del siglo XVII y principios del XVIII, construido en París en 1730, recortadas de un biombo decorado con palacios, eruditos y dignatarios en pabellones de jardín, cenefas decoradas con animales quiméricos y naturalezas muertas. Disco solar, escorpión, perro sentado, relámpago, media luna, serpiente, dragón, 21 diosas y dioses babilónicos están representados o simbolizados en la parte superior de la estela. En la antigüedad el deporte formaba parte de la educación de los ciudadanos y en Roma, el deporte era entretenimiento con carreras de carros en los circos, cacerías de animales salvajes y peleas de gladiadores en los anfiteatros. La ánfora panatenaica muestra de un lado luchadora entre dos columnas rematada con gallos y del otro, carreras de caballos, en terracota, figuras negras. 

 

Entre las joyas resaltan el Camefeo de Julie, hija de Augusto, en oro esmaltado hacia el año 10 a.C, que fue restaurado en París, 1550-1560 y el Colgante de Catalina de Medici, París, 1571, esmeralda en oro esmaltado. La reina había encargado esta joya a su orfebre, especificando que quería manos entrelazadas, símbolo de amistad y lealtad, para ofrecérsela a su hijo Carlos IX en Navidad. Esta biblioteca nacional de Francia, llamada Richelieu, es igualmente una joya en sí, no dejen de visitarla y sus jardines. Después hay que cruzar la calle para comer en la legendaria Brasserie Le Grand Colbert, construida en 1637, el edificio, declarado monumento histórico era mansión vendida a Jean-Baptiste Colbert, famoso ministro de Luis XIV en 1652, luego a Philippe d'Orléans en 1719. París no sería París sin el Gran Colbert, cuya decoración Art Nouveau nos lleva al París de la Belle Époque, con espejos, mosaicos, columnas, pilastras esculpidas y plantas exuberantes.