Un día en tiempos del Coronavirus: Ma-ra-vi-llosoooo, dedicado a los doctores y enfermeras de la Ciudad de México

Escribiendo La Libreta de los Errores

Se vive la misma tormenta, pero en diferentes barcas

Amanezco, al baño, me lavo las manos. Saludo a Tachito. Bajo por el café. Minutos después despierta Coqui. Pide un café. Estoy en calma. Luego On the Street Where You Live cantado por Vic Damone, preciosa voz de un light baritone y otra vez On the Street Where You Live por Nat King Cole, mismo tipo de voz. Ambos ejemplos del cantante americano, como también Frank Sinatra. Me baño, las pesas rosas y a caminar por la calle donde vivo. Antes saludo a José Luis y a Erika que están en casa en tiempos del Coronavirus. Es un día maravilloso grito con buen espíritu. Es un día ¡ma-ra-villoso!, repiten alegres.

Erika le pintaba el pelo a su mamá, ahora a mí
Cuando regreso Erika me toma fotos. Jajaja. Estoy contenta a pesar de todo. Me quito los tenis y subo. Un buen desayuno. Reposo un rato. Luego bajo en una bata blanca de cuando estaba con peritonitis en el ABC. En la terraza Erika me pinta el pelo. Yo se lo pintaba a mi mamá, soy la numero 16 de sus dieciséis hijos. Dos de mis hermanos viven en Estados Unidos, se fueron de ilegales, cuando murió mi mamá vinieron hasta Veracruz, pero se tuvieron que regresar, ya no los vi. 

Emilio se fue a la fábrica de persianas
Erika es mamá de los hijos de su hermano, el que murió ahogado en una presa por su pueblo. Se le atoró el pantalón en la hélice de una lancha, no es que no supiera nadar. Su hija es enfermera y el chico es contador público, ambos en San Juan Bautista, Tuxtepec, Oaxaca.

Por supuesto sé que hay muchos muertos en México y en el mundo. Eso no le da victoria a la pandemia sobre días en que muchos amanecemos. En México hay hasta hoy 6,875 casos de CV19 confirmados y muertos 450, no tantos comparados con los de Estados Unidos, pero cada vida es preciosa y única. Hoy especialmente me desperté con mi perrito recuperado, pero eso ya lo dije. Luego Emilio mi nieto de 24 años se fue a trabajar, fabrica persianas y cortinas, las instala. Susanadistancia, hasta luego. Miré el jardín un rato, al fondo la cruz colonial de cantera que era de mi papá, bugambilias en toda su flor, dos palmeras que Simón el jardinero cuida y poda con esmero, la escultura en bronce, una bellota de María José de la Macorra, artista mexicana.

Con la blusa azul turquesa
En la terraza está mi perro con sus patas al frente. Y la silla naranja. Luego Erika me pintó el pelo en castaño oscuro, color que mandó Francisco Iglesias, mi salón, con todo y Kit. Llegó Ricardo y compró por internet un maquillaje y una crema de la marca Sisley en El Palacio de Hierro. Me alegra. A lavarme el pelo. Mónica llegó a limpiar la casa. La mandamos a recoger. Lavado de pelo después del tinte. Y lo ma-ra-villoso. Carolina mi hija me mandó una blusa color turquesa, bordada a mano por manos de artesana yucateca, Josefina de Izamal, pueblo mágico. La blusa subió por la escalera de entrada, pasando la Nina amarilla creación de Jolanta Klyszcz, artista polaca residente en Ciudad de México. Josefina por su parte tenía tres semanas sin vender nada porque le cerraron sus puestos de artesanía. Carolina la encontró ahí, desolada.

Tan linda es mi blusa azul turquesa que me peiné, maquillé y vestí para la ocasión. La blusa con un collar huichol espléndido por no repetir maravilloso. Un brazalete huichol y aretes de ámbar amarillo, sandalias con adornos amarillos, falda blanca, reboso en telar para la cintura rojo y amarillo. Coqui se puso pantalones color lila y camisa de Lanvin en rayas en púrpura y azul. Elegantísimo estaba. Noticias de que en mi galería de la Roma ya pusieron las puertas de protección en acero anodizado para las ventanas, estoy muy orgullosa.

Tachito siempre acompañándome. Estuvimos en la terraza y en el jardín, después de comer subí a la oficina. Reescribiendo mi novela La Libreta de los Errores. Hemingway escribió y reescribió The Old Man and the Sea más de doscientas veces antes de que estuviera listo para publicación. Yo no soy Hemingway, claro. Mi novela es la historia de mi infancia en Cuba, trece años antes de la Revolución y antes del exilio, antes de Palm Beach y antes de la Ciudad de México. Hay una parte donde mi mamá Alina Johnson Aguilera aparece fotografiada por la revista semanal de gran alcance norteamericana Life, magníficas imágenes de un día en la vida de la "Chica glamorosa de la Habana" Alina Johnson Aguilera: desayunando en la cama, haciéndose la manicura en el jardín, dando instrucciones a un personal de nueve entre Chef, Patissiere, mayordomo, etcétera, todo en su casa del Vedado diseñada por Jansen.

Coqui viendo Ozark
A las cinco de la tarde es hora de despedirme de Ricardo y de Mookie. Bajo a ver Ozark con Coqui, una violenta serie norteamericana sobre operaciones de blanqueo de dinero entre Estados Unidos y el cartel mexicano. A las 8 de la noche ponemos noticias en CNN que revelan los tiempos oscuros del Coronavirus y culpan a Trump de todo. Me caen bien los Cuomo, Cris y Andrew, dos hermanos que se llevan ocho años entre sí, uno periodista brillante, el otro Gobernador de Nueva York. La esposa de Cris, Cristina, ya se contagió de él y tiene el virus. A las 10 de la noche baño a Tachito con toalla pequeña. Después ambos oímos el Ave María de Schubert cantado cada uno por tres maestros y maestra, Streisand (dice Joel que ella no), Bocelli y Pavarotti. Apagamos las luces.

La realidad es otra. Viene como un terremoto. Pienso en la peste Antonina, 165 – 180 d. C., pandemia que afectó al Imperio Romano, causando la muerte del Emperador Marco Aurelio y de hasta 2000 muertos por día en Roma. Desaparecieron cinco millones o un tercio de la población y diezmó al ejército romano. La Peste Negra mató a 200 millones de europeos entre los años 1347 y 1351, se propagó a través de pulgas infectadas en las ratas. Y la viruela en 1520 mató al 90% de los aztecas y nativos americanos. En el siglo XIX la Cólera, contraída por una bacteria y que ya había surgido en la Antigua Grecia, azotó a Europa, varias zonas de América y Asia, murieron 10 millones de personas.

En la Ciudad de México la CV19 del 2020 se vive en una misma tormenta, pero en diferentes barcas. Mientras algunos afortunados gozan de amplios espacios en casas y jardines, la mayoría están aislados, una familia de 12 en 40 metros cuadrados. Nuestra realidad. Duele, duele.

Gracias a doctores, doctoras, enfermeros y enfermeras en México son aplaudidos por ciudadanos, comerciantes, empresarios, todos con los héroes del día. Comida gratis y mensajes de ¡Gracias Héroes! 250 hamburguesas en el Hospital Civil sin cobrar el traslado con notas de amor y “estamos todos unidos” para los de la clínica 110 del IMSS. ¡EYYY! Cuánto riesgo para los de primera línea de combate. Todos los que podemos nos quedamos en casa, pero ellos andan en guerra contra el virus. ¡Fuerza!

Ave María de Barbara Streisand

Comentarios

  1. Precioso y conmovedor relato Nina. Te felicito. Te mando mil cariños. Concepción

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  2. Muy bonito tu texto Nina Muy bien llevada la cuarentena! Y sigues igual de bonita que siempre !

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  3. Muchas gracias Nina, dios la bendiga. ����������

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  4. grs mil por estas gentiles historias posmodernas en tiempos de cuarentena..!

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  5. Adoro tu optimismo, actitud, sensibilidad...tanto que aprender de ti.
    Y aparte Nini adorada, estás guapísima!! Me gusto el color de pelo y peinado.
    Eres de las personas que mas quiero abrazar después de esta tormenta.
    Dios los bendiga, cuídense mucho y besos a Joel y a ti. Abrazos Nina!!

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  6. Me encantan tus crónicas del día a día en el confinamiento Nina. Nos introduces no solo a tu casa sino a tu alma sensible.

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  7. Está muy bien escrita, corregiste los detalles que te envié por mail. Sólo tengo miedo de que des tanto detalle sobre tu vida en el blog y que te quieran hacer daño. Me refiero a que te vigilen o cosas así. Pero mejor no pensar cosas malas. Cuídate mucho niña. Las cosas están muy complicadas. Beso.

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  8. looks like everyone is resisting pretty well! xoxo

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  9. Siempre es un buen escrito para leer, gracias

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  10. Me divierte mucho seguir tu dia querida Nina...casi que oigo a Joel a tu lado cantando!!! Tu blusa hermosa como tu

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  11. Animo , aqui en Madrid confinados , como tiene que ser , pero soportando la mendacidad oficial .
    Carama

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  12. Ágil, detallada, y linda reseña de un día del coronavirus. Tú hermosa con tu blusa turquesa y tu collar. Te extraño!!!
    Dale un beso a Joel de mi parte

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  13. Que bien Ninush muy interesante, naciste escritora
    Has un libro de vivencias de niña. Va a ser un éxito. Gracias Nina.

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  14. Eres brillante, ni María Antoniweta, ni Mme. de Pompadour,

    ¡Cuídate mucho!

    con cariño,

    Pedro

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  15. Nina es bueno saber tu día a día eso me da un rato de esparcimiento, gracias

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